Cachorro López produce un álbum de sonido clásico de apenas media hora con homenajes a Luis Alberto Spinetta y Radio Futura y miradas de reojo a Neil Young y David Bowie.

Calamaro publica el próximo martes ‘Bohemio’ (Warner), su disco más rockero en muchos años. Sin llegar a la brillantez de ‘Alta suciedad’ (1997) (‘Flaca’, ‘Loco’, ‘Media Verónica’…) y ‘Honestidad brutal’ (‘Paloma’, ‘Te quiero igual’, ‘Maradona’…) ni a la grandilocuencia del quíntuple ‘El salmón’ (2000), ‘Bohemio’, grabado íntegramente en Buenos Aires, ofrece una decena de temas de sonido rock clásico que mira con orgullo a Neil Young y David Bowie. “Es mi ‘Harvest’, con un cierre de country. Es un disco de rock, con solos de guitarra”, resume Calamaro recordando el álbum publicado por Young en 1972. ‘Bohemio’, además, “tiene una historia que se parece al ‘Auge y caída de Ziggy Stardust’ (‘The rise and fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars’) (1972) de Bowie”.

El artista argentino ha apartado el eclecticismo musical en su nuevo álbum. En ‘Bohemio’, su ya decimonoveno álbum en solitario, no hay tangos, ni rancheras, ni rumbas, ni cumbias… Calamaro se decanta por el rock con temas escritos “en el infierno para cantar en el paraíso”. Solo se permite toques folk ‘dylanianos’ en ‘Belgrano’, la canción que abre el disco. ‘Belgrano’, escrita en segunda persona, es un homenaje al músico y poeta argentino Luis Alberto Spinetta, que falleció en febrero de 2012. Conocido como ‘El flaco’, Calamaro se deshace en elogios hacia Spinetta, “padre y amigo de todos los músicos argentinos. Un ejemplo ético y héroe de toda la vida que cantó mucho pero vivió demasiado poco”. La muerte de Spinetta supuso un “detonante” para la composición de su último álbum de estudio.

Andrés Calamaro, durante la presentación de la gira

‘Bohemio’ “se dice de la vida que se aparta de las normas y convenciones sociales, principalmente la atribuida a los artistas”, define Calamaro. “Bohemio es, en la sombra, encontrar el sentido de las cosas, bohemio es el deseo y al destiempo, también es necesidad”, canta en el tema que da nombre al disco, un álbum corto, de apenas 35 minutos, con numerosas canciones en tercera persona pero que, según ha admitido el rockero argentino, es muy personal. “La idea central es que todos vivimos ya en ‘rehab’, que es como llaman los ingleses a la desintoxicación”, subraya. “Eso empuja al bohemio, protagonista del disco, a los límites de la moral”. Narra, de esta manera, el éxito y el fracaso del bohemio, el éxito y el fracaso del mismo Andrés Calamaro. “Muestro al bohemio tóxico, al que gusta de la tauromaquia, al que prefiere la mañana para dormir…”.

La canción que cierra el disco, ‘Doce pasos’, “como los programas de rehabilitación de alcohólicos y narcóticos anónimos”, es el otro tema que escapa al rock clásico que domina en ‘Bohemio’. Calamaro adereza su rock con elementos country. ‘Doce pasos’ supone también el único de los diez temas de ‘Bohemio’ que no ha sido escrito por el exlíder de Los Rodríguez. Marcelo ‘El Cuino’ Scornik es el autor de la letra. “¡Ese hombre escribió mis mejores letras!”, enfatiza Calamaro. Scornik compuso, entre otras, la maravillosa ‘Estadio azteca’, incluida en el disco ‘El cantante’ (2004), y varios temas de ‘El salmón’ (2000), como la canción homónima del álbum.

“Quería escribir un disco más político y llamarlo ‘Rapiña’, pero estas canciones son personales, no de denuncia. Tal vez la bohemia sea la última trinchera de la sensibilidad. O arreglamos el mundo o morimos de cirrosis. Cuando escribo textos políticos salen después de mucha reflexión y mucha conversación. Acá hablamos de otra política: la de satirizar mi libertad extrema, mi libertad inconveniente, mi libertad personal. Hubiera necesitado más reflexión y más cocaína para hacer un disco político”, relató Calamaro a la prensa española en la presentación de ‘Bohemio’, un disco en el que el rockero argentino se dedica exclusivamente a cantar. Ni siquiera toca sus amados teclados. Los guitarristas Julián Kanevsky y Baltasar Comotto, el bajista Mariano Domínguez, el teclista Germán Wiedemer y el batería Sergio Verdinelli le acompañan en este viaje.

Cachorro López es la otra mitad del álbum. Se encarga de producirlo, al igual que hizo con ‘La lengua popular’ en 2007. Calamaro (voz y teclados) coincidió en la década de los ochenta con Cachorro López, que ejercía de bajista, en uno de los grandes grupos de rock argentinos: Los abuelos de la nada. “Él tenía la mala fama de poder grabar un buen disco sin artistas, sin repertorio y sin músicos. Ahora firma discos de autor y en América es palabra santa”, resalta Calamaro. ‘Cuando no estás’ ha sido el single elegido, a finales del pasado mes de julio, para presentar ‘Bohemio’. “Cuando no estás, la soledad me aconseja mal”, canta Calamaro en un tema que será de ahora en adelante recurrente en su repertorio en directo.

‘Bohemio’ cuenta, además, con un homenaje a Radio Futura en ‘Plástico fino’, “la letra más cruda y venenosa” del álbum. Calamaro participó ya en 2004 en el disco homenaje a la banda de los hermanos Auserón: ‘Arde la calle. Un tributo a Radio Futura’. Entonces, versionó el archiconocido ‘Veneno en la piel’. En ‘Plástico fino’, Calamaro dibuja al bohemio “antes de despegar, antes de dar mi giro karmático de 360 grados, para volver a ponerme en mi sitio una vez más (…).El bohemio se redime, después de perderlo todo. Como dicen en Brasil, los seres humanos: no somos caretas. Todos tenemos un corazón y está bien disfrutar ese regalo haciendo caso a lo que nos diga”.

‘Bohemio’, en todas sus etapas, rescata al Andrés Calamaro más clásico, al más cercano a sus grandes éxitos como solista y amplía una lista de éxitos que sus miles y miles de fans cantan al unísono en sus conciertos. Tras una generosa gira sudamericana en este año, el argentino, con fechas aún por confirmar, tocará en España en 2014. Miles de bohemios le esperamos.