El director Rodrigo Cortés ha tenido ya varias veces la buena idea de exhibir su obra en Salamanca, ciudad en la que vivió y estudió, y a la que ha seguido ligado durante estos años. En la ciudad ha hecho los tres preestrenos de las tres películas que llevan su nombre en la dirección: ‘Concursante’, ‘Buried’ y ahora ‘Luces Rojas’, donde ha subido de caché en todos los niveles gracias a haber podido juntar a Robert de Niro, Segourney Weaver, Cillian Murphy, Leonardo Sbaraglia y Elizabeth Olsen. Y todo con un presupuesto “declarable” de 12 millones de euros. Aunque visto lo visto, quizás sea más alto….
La película tiene un fondo científico muy riguroso. Tuve que sumergirme durante un año en la investigación y en los dos lados de la parapsicología, el lado de los escépticos y el de los creyentes, los llamados psíquicos. Fue complejo pero es el único modo de meter al espectador en un mundo tan complicado y para que durante esas dos horas se sumerjan en un mundo diferente
Sobre cómo logró que aceptara un actor de su talla, Cortés aseguró que “fue absurdamente rápido. Tuvo una reacción muy poderosa. Cuando escribes un papel como el de Simon Silver no esperas que De Niro lo interprete. Pero yo de salida no me limito, que ya se encarga la vida de hacerlo. Cuando haces una lista de diez actores para hacer el papel y crees que tendrás que hacerlo con el 6, empiezas por el uno. Y hubo suerte. Tuvo una reacción muy fuerte con el personaje. Organizamos una proyección en NYC de ‘Buried’ y una semana después estábamos en Sicilia y no llevó más de tres cuartos de hora en saber que estábamos en el mismo barco. Es hombre de pocas palabras y simplemente me dijo “que tu gente hable con la mía”.
Si trabajas al ritmo que hemos hecho, con una media de 50 planos por día, lo primero que haces es prohibir tener anécdotas”. “No estoy nervioso por ignorancia e inconsciencia, y porque está todo hecho. Si fuera teatro diría que ojalá nadie se olvide del texto y que todo el mundo haga lo que debe, pero ahora mismo lo único que pido es una buena proyección y la suerte está echada
El primer pase se hizo a las 20.30 horas de hoy en exclusiva para España y en Salamanca, en los cines Van Dyck, donde hay un fuerte componente emocional en la vida del director, que repite el mismo mantra en cada pregunta: racionalidad, humildad y trabajo. Cuando le preguntaron qué le diría a un chico o chica que quiere seguir sus pasos, se echó a reír y aconsejó a la inversa: “Le diría una y mil veces que no merece la pena, y si después de diez veces de aconsejarle que se olvide sigue adelante, entonces es que está preparado”.
Su misión como autor y realizador es jugar con el que mira y escucha: “Como director me interesaba más provocar al espectador, desafiarlo, desubicándolo continuamente. El suelo vuelve a abrirse bajo sus pies cuando cree que ya lo tiene entendido. La opinión del espectador varía constantemente en la película, no sabe qué pensar y desconfía de todo lo que recibe. Todo en la película es ambivalente. Hasta lo más espectacular está abierto a lo sobrenatural y a lo meramente físico. Al terminar el espectador tiene que rebobinar y tomar nota de todas las luces rojas que ha visto durante la película”.