Pocas ciudades del mundo le deben tanto a un estilo artístico o a un movimiento como Barcelona, fundida entre la ciudad vieja y los ensanches que rellenaron de carne Gaudí, Enric Sagnier o Luis Domènech i Montaner.
Pocas ciudades del mundo le deben tanto a un estilo artístico o a un movimiento como Barcelona, fundida entre la ciudad vieja y los ensanches que rellenaron de carne Gaudí, Enric Sagnier o Luis Domènech i Montaner.