La música está viva en Madrid y sobre todo en las pequeñas salas, las que mantienen una programación estable durante todo el año (desarrollando más de 15.000 conciertos al año), las que hacen de las noches madrileñas un hervidero de cultura, ofreciendo todos los días propuestas artísticas de muy diferente índole, en las que dieron sus primeros pasos frente al público, muchos de los artistas cuyo trabajo ha alcanzado después gran difusión.