Una concesión a cierta frivolidad de los medios: Hollywood, a través de su Academia y de otras instituciones ligadas a la la máquina audiovisual de ese lado del mundo, ha rendido tributo a tres veteranos del cine y la televisión durante años: James Earl Jones, Oprah Winfrey y Vanessa Redgrave. Recibieron sendos Óscar honoríficos el sábado en la gala de premios anual de la junta de gobernadores de la Academia.
Jones obtuvo la estatuilla por su trayectoria profesional, mientras que Winfrey recogió el premio humanitario Jean Hersholt, otorgado por sus actividades filantrópicas. En el caso de la actriz británica, el escenario fue Londres y fue homenajeada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, en el primer acto de este tipo que celebra la institución en Europa. La Academia quiso reconocer así los 50 años de carrera de la artista, que ha sido nominada al Óscar en seis ocasiones y que recibió la estatuilla como mejor secundaria en 1978 por su papel en ‘Julia’, además de contar en su haber con otros muchos galardones del mundo del espectáculo.
Winfrey no es ajena al cine: su gran aportación fue ser una de las protagonistas de ‘El color púrpura’, primer acercamiento en los años 80 de Steven Spielberg al cine de calidad entre tanto taquillazo y películas de acción y aventuras. No sería hasta ‘La lista de Schindler’ cuando se resarciera. El de Jones es otro caso de larga carrera en el cine: ha aparecido en más de 50 películas, como ‘Conan the Barbarian’, ‘Field of Dreams’ y ‘Coming to America’, pero sólo fue nominado una vez al Óscar, en 1970, por su rol de boxeador en ‘The Great White Hope’. Y por si fuera poco, fue la voz de Darth Vader en ‘Star Wars’.