Antonio Vega ya tiene memoria cinematográfica, el documental ‘Tu voz entre otras mil’ que se estrena esta semana en España, un repaso de su vida y su importancia en la música. 

Será el próximo 16 de mayo cuando la voz queda y sinuosa de Antonio Vega vuelva a escucharse en los cines españoles. El documental ‘Antonio Vega. Tu voz entre otras mil’ es un retrato con material inédito en fotografías, confesiones, anécdotas y recuerdos cinco años después de su fallecimiento. La desaparición de uno de los mejores letristas y músicos que ha tenido el pop español, hijo de la explosión musical de los 80 y también un canto a la memoria de aquel hombre de aire tristón que marcó a partes e una generación. El documental está dirigido por Paloma Concejero y mezcla voces de la vida de Vega con la suya propia.

Un documental-tributo donde se teje la historia de Antonio el discreto, el tímido y que durante mucho tiempo prefirió estar en un segundo plano. Gran parte del trabajo de Concejero ha consistido en sacar a la luz eso que él dejó oculto en su mundo personal, desde cintas de cassette con grabaciones caseras al material acumulado por su biógrafo, Bosco Ussía, a historias de los que le conocieron y que por fin serán desveladas. Una parte del material son fotografías, poemas y letras que dejó escritas Vega, que en su haber cuenta con ser la mano que firmó ‘Chica de ayer’ y ‘El sitio de mi recreo’ en toda su carrera, desde Nacha Pop a su tiempo en solitario.

 

Ha pasado un lustro desde que muriera por una enfermedad pulmonar con apenas 51 años, y en ese tiempo su figura ha crecido y se ha asentado en la memoria musical española gracias a sus canciones y su carrera como autor de canciones y poemas inolvidables para los que vivieron los años 80 y 90, la mejor etapa de Vega. Nacha Pop nacía en 1980 y su carrera fue todo un acierto, desde ser teloneros de los Ramones en Madrid ha icono gracias a canciones como la mencionada ‘Chica de ayer’. Nunca vendieron demasiado, pero les dio tiempo a publicar discos como el homónimo ‘Nacha Pop’, ‘Buena disposición’ (1982), ‘Más números, otras letras’ (1983), ‘Una décima de segundo’ (1984), ‘Dibujos animados’ (1985) y ‘El momento’ (1987).

A finales de la década de los 80 Antonio Vega ya vivía a saltos entre la música y las drogas, que le lastrarían durante el resto de su vida. Nacha Pop se disolvió con un disco de despedía, que cruel destino, fue el superventas que siempre quisieron tener. Vega empezó entonces su carrera en solitario, donde demostró lo gran autor que era, con un estilo intimista y canciones que eran en realidad poemas que no llegaron a enganchar al público. Siguió Vega siendo el “producto minoritario de una minoría” que encandilaba a los críticos pero no convencía a la masa que le diera estabilidad. De esta etapa destaca ‘El sitio de mi recreo’, quizás el mejor de su etapa solo.

Mientras el resto de la familia musical española le rendía homenajes y tributos ya por 1993, él seguía adelante con su carrera. En 1998 publicó ‘Anatomía de una ola’, grabado en Mallorca y coproducido con el guitarrista isleño Joan Bibiloni. Fue un trabajo de madurez. En 2001 llegaría ‘De un lugar perdido’ y luego ‘Básico’, que sonaban a recopilación y despedida previa.

En 2001 regresó a la guitarra acústica con “De un lugar perdido”, un álbum que recordaba en algunos cortes a Nacha Pop y con letras de su pareja, Marga del Río; y un año más tarde publicó “Básico”, donde el cantante y compositor recorrió cerca de 30 años de música. Sufrió neumonía y regresó poco después con más discos, pero no sería hasta 2007 cuando volviera junto a Nacho García Vega para recuperar a Nacha Pop casi 20 años después, y que culminó en un disco, ‘Tour 80-08. Reiniciando’ que incluyó una gira final. Poco después fallecía Antonio.

Nacho Vega Tu voz entre otras mil (2014)