Disponible ya en librerías con Ediciones Destino (en la Colección Áncora & Delfín) el nuevo Premio Nadal, un referente literario en España desde hace décadas, quizás más liberado de las cargas comerciales de otros galardones.
Alejandro Palomas ganó el mérito con una novela sobre una familia abierta en canal durante 24 horas alrededor de una boda, donde todo va bien hasta que surge una llamada que hace que todo cambie; 464 páginas de lo que la editorial define como “la vida en vena”. Barcelonés nacido en 1967, Palomas es licenciado en Filología Inglesa y tiene un máster en poética por el New College de California. Ha compaginado sus incursiones en el mundo del periodismo con la poesía y con la traducción de importantes autores.
Como novelista ha publicado, entre otras, ‘El tiempo del corazón’, ‘El secreto de los Hoffman’, ‘El alma del mundo’ y ‘El tiempo que nos une’, que le han valido importantes premios como el Nuevo Talento Fnac, ser finalista del Premio de Novela Ciudad de Torrevieja y del Premio Primavera. En 2016, su novela ‘Un hijo’ recibió el Premio Nacional de Literatura Juvenil. Con sus novelas más recientes, ‘Una madre’ y ‘Un perro’, dio arranque a una serie de personajes que han enamorado a miles de lectores. Su obra, llevada al teatro y próximamente al cine, ha sido traducida a quince lenguas.
Sinopsis. En el reducido universo familiar de Amalia y sus tres hijos, Silvia, Emma y Fer, el engranaje se mueve al ritmo desacompasado de las emociones. Es una familia típica, y sobre todo, muy real. Un cosmos cocido al fuego lento de varias entregas que han atado a miles de lectores. Pero llega un día cumbre en sus vidas. Emma se va a casar y todos se sumergen en las tareas y los remolinos de organizar la mejor boda. La noche previa a la ceremonia, una llamada rompe la armonía familiar. Silvia, Emma, Fer y otros parientes se conjuran para poder celebrar a la vez el aniversario de Amalia, que coincide inevitablemente con la fecha de la boda.
24 horas de acelerón emocional que pondrán a prueba a todos y cada uno y al mismo engranaje familiar. Un nuevo ejercicio de virtuosismo emocional. Una literatura que llega por el plexo y se inocua directamente a los sentimientos. Alejandro Palomas extiende su ya variada paleta de colores para dotar a sus personajes de los matices, sesgos y rasgos que los acercan a los lectores y éstos los reconocemos como a propios en sus particulares universos familiares.