El misterio rodea la segunda salida a subasta del mural callejero del artista británico Banksy que desapareció el pasado febrero del barrio londinense de Wood Green, sin que hasta ahora se sepa quién lo sacó de la pared.
El mural arrancado muestra a un niño de un país en vías de desarrollo cosiendo banderas británicas, un guiño perverso de Banksy a la explotación infantil y de otros colectivos por parte del sector industrial occidental en países como Bangladesh, destino de las subcontratas ultrabaratas de las grandes firmas de moda del primer mundo. El mural pareció por primera vez en el catálogo de una subasta en Miami poco después de su desaparición para consternación de la comunidad donde fue pintada. Las presiones hicieron que el trabajo fuera retirado pocas horas antes de la puja a raíz de las protestas de los vecinos de Wood Green, que consideraban era regalo del grafitero a la comunidad.
Pero después del fiasco de Miami reapareció en otra subasta en Londres por Sincura Group por un precio de salida de 900.000 libras (más de un millón de euros). Ha sido vendido pero se mantiene en secreto. El trabajo de este famoso grafitero, cuya verdadera identidad es un misterio, apareció por primera vez en una pared del barrio de Wood Green, al norte de Londres, en mayo de 2012, antes de las celebraciones oficiales por los 60 años del reinado de Isabel II.
Con motivo del debate que su retirada ha provocado entre los vecinos de Wood Green, la diputada de esta circunscripción, Lynn Featherstone, ha pedido a los que tienen el mural que lo devuelvan a los residentes del lugar. “Habéis privado a la comunidad de un activo que nos fue dado gratuitamente y que ha realzado una zona que lo necesitaba”, dijo Featherstone a la prensa al enviar un mensaje directo a los dueños.