Cate Blanchett resplandece en ‘Blue Jasmine’, con la que el director neoyorquino vuelve a la Gran Manzana y a San Francisco, donde rodó su segundo filme: ‘Toma el dinero y corre’.
“Woody está fascinado por las mujeres. Las adora. Está enamorado de sus excentricidades, de sus emociones, de su forma de pensar, de su psicología, en ocasiones extrema, de cuán pintorescas podemos llegar a ser”. Cate Blanchett ha quedado completamente embrujada por la figura del director neoyorquino tras el rodaje de ‘Blue Jasmine’, que se estrena este viernes en España, casi cuatro meses después que en Estados Unidos.
‘Blue Jasmine’ ha supuesto el mayor éxito en la taquilla estadounidense, exceptuando ‘Medianoche en París’ (2011), del siempre cuestionado Woody Allen desde ‘Hannah y sus hermanas’ (1986). Allen, que sigue fiel a su tradición de estrenar una película cada año (no falla desde 1982), ha regresado a la Gran Manzana y, sobre todo, a San Francisco, donde rodó su segundo filme, ‘Toma el dinero y corre’ (1969). Pero, sobre todo, ‘Blue Jasmine’ ha significado el descubrimiento de una nueva musa del director neoyorquino: Cate Blanchett.
“Me siento privilegiada por ser la protagonista de una película de Woody Allen. Es inimaginable la forma en la que ha influido en la cultura popular. Su impacto es muy profundo”, ha agradecido Cate Blanchett (Melbourne, 1969). La intérprete australiana, con una carrera camaleónica con papeles tan distintos como la elfa Galadriel en la trilogía de ‘El señor de los anillos’, la reina Isabel I de Inglaterra en ‘Elizabeth’ o la actriz Katharine Hepburn en ‘El aviador’, que le valió el Oscar como Mejor Actriz de Reparto, no se lo pensó dos veces.
“Cuando recibes la llamada de Woody, dices que sí antes de saber de qué se trata. Todas sus películas son fascinantes. Había perdido la esperanza de trabajar con él. Pensaba que no estaría interesado. Había oído que Woody era monosilábico en la dirección de actores, pero a mí me dio buenas respuestas cuando consideraba interesantes mis preguntas. Cuando no, solo hacía caso a su blackberry”, recordó en la presentación en Los Ángeles de ‘Blue Jasmine’.
Para Blanchett, Woody Allen destaca por sus “magníficos retratos femeninos”. El director neoyorquino conoce perfectamente la psicología de las mujeres, tanto que la actriz australiana preguntó a Allen si había pensado en interpretar el papel protagonista de ‘Blue Jasmine’: “Me contestó que se le pasó por la cabeza, pero que hubiera resultado demasiado cómico. Me hubiera encantado ver su versión de este personaje”, ha bromeado Blanchett.
Woody Allen se quedó tras las cámaras. Y acertó. Cate Blanchett, una más que posible candidata para los próximos premios Oscar, ha completado una de las mejores interpretaciones femeninas en la filmografía del realizador neoyorquino. Palabras mayores. Allen ha encontrado una nueva musa. Con solo una película ha superado los éxitos de Mira Sorvino (‘Poderosa Afrodita’) (1995), Samantha Morton (‘Acordes y desacuerdos’) (1999), Helen Hunt (‘La maldición del escorpión de Jade’) (2001), Christina Ricci (‘Todo lo demás’) (2003) y Radha Mitchell: ‘Melinda y Melinda’ (2004).
El director neoyorquino ha vuelto a encontrar la inspiración en Estados Unidos. Sus últimas musas, Scarlett Johansson, en ‘Match Point’ (2005), ‘Scoop’ (2006) y ‘Vicky Cristina Barcelona’ (2008), y Penélope Cruz, en ‘Vicky Cristina Barcelona’ (2008) y ‘A Roma con amor’) (2012), aparecieron en su largo periplo europeo. Con ‘Blue Jasmine’, Cate Blanchett se ha ganado el derecho para entrar en el Olimpo cinematográfico femenino de Woody Allen, donde reinan Mia Farrow y Diane Keaton.
Una neurótica afectada por la crisis
“Esta película es más seria que otras mías, pero a mí nadie me toma en serio. Les pasa a todos los comediantes”, ha ironizado Woody Allen sobre ‘Blue Jasmine’. ¿Una comedia, un drama? Quizás, ambas cosas a la vez. Y con la imprescindible presencia de Cate Blanchett como Jasmine, que ejerce como narradora de la historia. Aunque Allen ha precisado que la película está basada en una idea de su mujer, Soon-Yi Previn, el argumento se ajusta a miles de protagonistas anónimos de la actual crisis económica.
Jasmine es una adinerada ama de casa de la alta sociedad neoyorquina. Su marido (Hal), interpretado por Alec Baldwin, es un exitoso hombre de negocios que se dedica al sector inmobiliario. Todo cambia cuando Hal es detenido acusado de estafa. Jasmine se ve en la calle y sin dinero. Y abandona Nueva York para mudarse a San Francisco, donde vive su hermana Ginger (Sally Hawkins) que trabaja como cajera en un supermercado.
“Cuando una persona pierde la relación sentimental que tenía, o deja de tener ingresos económicos o cae del círculo social en el que se encuentra, de repente se ve despojada de su identidad. ¿Qué le queda? ¿Quién es ahora? En esa situación, sin un colchón económico ni apoyo moral, es muy fácil que aparezcan brotes de locura”, justifica Blanchett sobre el comportamiento de Jasmine.
Jasmine solo podrá asumir el cambio a base de antidepresivos y viviendo en sus recuerdos para huir de la realidad. Allen muestra en recurrentes flashbacks, con el clásico ‘Blue Moon’ como banda sonora, cómo era la elegante vida de Jasmine en Nueva York. “Como Jasmine es una narradora poco fiable, las imágenes retrospectivas están ahí para ver lo que ocurrió realmente. Puedes leer el guion y pensar que todo es terriblemente trágico y doloroso, o simplemente que todo es absurdo. Woody es un maestro en eso”, analiza Cate Blanchett.
Todo ha cambiado en San Francisco. Tiene que lidiar con el actual novio de su hermana, un mecánico, y con su exmarido, un constructor, interpretados por Bobby Cannavale y Andrew Dice Clay. El ‘glamour’ ha desaparecido. El reparto masculino de ‘Blue Jasmine’ se completa con Michael Stuhlbarg y Peter Sarsgaard. Stuhlbarg encarna a un peculiar dentista que emplea a Jasmine como secretaria, mientras que Sarsgaard es un diplomático con el que sueña recuperar su estilo de vida.
Quien sí ha tenido éxito es Woody Allen. Ha encontrado una nueva musa con la elección de Cate Blanchett: “Es una de esas grandes actrices del mundo. Puedes encontrar a otras actrices que son muy buenas, que interpretan la frustración y la desesperación y lloran como Cate pero, por alguna razón, ella proyecta en la pantalla una tremenda profundidad que te absorbe. Sientes la profundidad que alcanza y ahí radica su don”. Otra musa en el Olimpo de Allen.
Las grandes musas de Woody Allen:
Cate Blanchett: ‘Blue Jasmine’ (2013).
Penélope Cruz: ‘Vicky Cristina Barcelona’ (2008) y ‘A Roma con amor’) (2012).
Scarlett Johansson: ‘Match Point’ (2005), ‘Scoop’ (2006) y ‘Vicky Cristina Barcelona’ (2008).
Radha Mitchell: ‘Melinda y Melinda’ (2004).
Christina Ricci: ‘Todo lo demás’ (2003).
Helen Hunt: ‘La maldición del escorpión de Jade’ (2001).
Samantha Morton: ‘Acordes y desacuerdos’ (1999).
Mira Sorvino (‘Poderosa Afrodita’) (1995).
Mia Farrow: ‘La comedia sexual de una noche de verano’ (1982), ‘Zelig’ (1983), ‘Broadway Danny Rose’ (1984), ‘La rosa púrpura del Cairo’ (1985), ‘Hannah y sus hermanas’ (1986), ‘Septiembre’ (1987), ‘Días de radio’ (1987), ‘Otra mujer’ (1988), ‘Delitos y faltas’ (1989), ‘Historias de Nueva York’ (1989), ‘Alice’ (1990), ‘Sombras y niebla’ (1991) y ‘Maridos y mujeres’ (1992).
Diane Keaton: ‘La última noche de Boris Grushenko’ (1975), ‘Annie Hall’ (1977), ‘Interiores’ (1978), ‘Manhattan’ (1979) y ‘Misterioso asesinato en Manhattan’ (1993).