Oskar Santos estrena este viernes la adaptación del famoso tebeo de la editorial Bruguera con una película de aventuras alejada de las historietas originales de Escobar.

Si usted tiene menos de treinta años, no digamos si pasa de los cincuenta, seguro que recuerda una infancia sin consolas, con sus amigos jugando en la calle y con un compañero recurrente en sus momentos de ocio: los tebeos. Si en Estados Unidos dominaban los cómics con superhéroes estilo ‘Batman’, ‘Supermán’ o el ‘Capitán América’ y en Europa, gracias a la influencia belga y francesa, personajes sagaces como ‘Tintín’ o ‘Astérix y Obélix’, en España mandaban el humor, el esperpento y el superhombre patrio con ‘Mortadelo y Filemón’, ‘Superlópez’, ‘Carpanta’, ‘El botones sacarino’, ’13 Rue del Percebe’, ‘Pepe Gotera y Otilio’, ‘Rompetechos’, ‘El Guerrero del Antifaz’, ‘El Capitán Trueno’,… y ‘Zipi y Zape’, entre otros.

Una alineación de oro del tebeo español, compañero fiel de los niños hasta inicios de los noventa, que ha tenido, sin embargo, poco recorrido en el mundo del cine. Oskar Santos (‘El mal ajeno’) estrena este viernes ‘Zipi y Zape y el club de la canica’. Es la tercera adaptación cinematográfica del famoso tebeo creado por José Escobar en 1948 con dos gemelos de alrededor de diez años, que se distinguen por el color del pelo (Zipi-rubio y Zape-moreno), malos estudiantes (coleccionistas de literales calabazas) y aficionados a las travesuras que soportan, principalmente, su padre (Don Pantuflo Zapatilla), su madre (Doña Jaimita Llobregat) y su profesor (Don Minervo) mientras planean una buena acción que sume puntos para que les compren una bicicleta. En 1981, el director chileno Enrique Guevara, vinculado al cine del destape, estrenó sin pena ni gloria ‘Las aventuras de Zipi y Zape’ con un reparto semidesconocido. En 2005, no tuvo mucha más suerte Claudio Biern Boyd con la película de animación ‘Las monstruosas aventuras de Zipi y Zape’, que pasó prácticamente desapercibida.

 

Mientras Hollywood explota hasta la extenuación las historias de sus cómics, en España los tebeos han quedado, sin embargo, más como un recuerdo ‘literario’ de nuestros dorados años de la niñez y la adolescencia. ‘La gran aventura de Mortadelo y Filemón’ (Javier Fesser) (2003) es casi una excepción. Eso sí, una exitosa excepción. Con un notable despliegue de efectos especiales para recrear el imaginativo y surrealista tebeo de Ibáñez, triplicó el presupuesto inicial de siete millones de euros. Recaudó cerca de 23 millones. El éxito no se repitió, en cambio, con ‘Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la Tierra’ (Miguel Bardem) (2008). Costó diez millones y recaudó apenas siete.

Tampoco han tenido demasiada suerte otras adaptaciones cinematográficas de tebeos españoles. Carlos Sánchez lo intentó en 1992 y 1993 con, respectivamente, ‘Makinavaja, el último choriso’ y ‘¡Semos peligrosos! (uséase Makinavaja 2)’, basadas en unas populares historias del dibujante Ramón Tosas ‘Ivà’. Manuel Esteban, en 1994, lo intentó con otro tebeo de Ivà: ‘Historias de la puta mili’, que se publicaba en la mordaz revista ‘El Jueves’, con Juan Echanove como el ‘chusquero’ sargento Arensivia. Pero si ‘Makinavaja’ e ‘Historias de la puta mili’ se quedaron a mitad de camino, mucho peor le fue hace apenas dos años a Antonio Hernández con ‘El Capitán Trueno y el Santo Grial’. Un sonoro fracaso en taquilla y crítica con esta adaptación del tebeo de Miguel Ambrosio Zaragoza, ‘Ambrós’, objeto de culto para los niños criados en la posguerra.

Oskar Santos no quiere repetir errores con ‘Zipi y Zape y el club de la canica’ y ha modernizado la historia de Escobar: “Sentí que había una vigencia de los personajes, porque lo que representan Zipi y Zape, la búsqueda de la diversión frente a la aburrida disciplina, es algo universal de cualquier niño del mundo, pero las peripecias y el contexto del cómic no tendrían sentido en una película actual”, explicó en el recién concluido Festival de San Sebastián, que ha estrenado la película en España tras un primer visionado en todo el mundo en el Festival de Toronto. Ahora será el turno para los espectadores, que se encontrarán una historia vagamente inspirada en los Zipi y Zape originales que comparten protagonismo con otros tres niños (Matilda, Micro y Filo). Zipi, Zape, Matilda, Micro y Filo conforman el Club de la Canica, un grupo de ‘resistencia’ infantil en el severo colegio Esperanza, controlado por el temible Falconetti, interpretado por Javier Gutiérrez, que ha prohibido los juegos y los juguetes.

Ni rastro de personajes esenciales del cómic como los padres de los niños, Don Pantuflo Zapatilla y Doña Jaimita Llobregat, los abuelos Zapatilla, el superdotado primo Sapientín Empollinez, el profesor Don Minervo, el niño listo de la clase Peloto Chívatez, los Señores Plómez (amigos de la familia Zapatilla), el doctor Pildorín, las mascotas de los Zapatilla (los perros Toby y Pachín) o el ‘Manitas de Uranio’, un ladrón frustrado por Zipi y Zape al más puro estilo ‘Solo en casa’. Oskar Santos se ha quedado solo con los hermanos Zapatilla y los ha situado, además, en un contexto histórico y geográfico diferente: en el siglo XXI y en un colegio para niños conflictivos. Todo un salto desde el tebeo original.

“Imaginé una película de aventuras del estilo de las que yo veía en la época en que leía los cómic de Zipi y Zape. Películas como ‘ET’, ‘Regreso al futuro’ o ‘Los Gonnies’, que es una grandísima referencia a esta película”. Zipi y Zape son, de esta manera, “el punto de partida de una película de aventuras de un grupo de cinco amigos” obligados a pasar el verano en un colegio que esconde un turbio misterio. Una arriesgada adaptación, muy alejada de la historia original de Zipi y Zape, para una película que cuenta con un notable presupuesto, seis millones de euros, con la producción de Zeta Cinema, MOD Producciones, Atresmedia Cine y Kowalski Films en asociación con ETB; la participación de Antena3TV, La Sexta, Canal + y CTB Film Company; el apoyo del ICAA Audiovisual S.G.R.; y la financiación del ICO. Buena Vista Internacional distribuirá, por su parte, ‘Zipi y Zape y el club de la canica’.

Oskar Santos ha elegido a dos actores debutantes, Raúl Rivas (Zipi) y Daniel Cerezo (Zape), que han superado un casting de más de cinco mil candidatos para interpretar a la pareja de hermanos creada por Escobar hace más de sesenta años. Matilda, tercer integrante del Club de la Canica se entrometerá entre ambos como deseada conquista amorosa. Es la sobrina del malvado Falconetti, una chica guapa, dulce, simpática y aventurera. Claudia Vega, protagonista de la original ‘EVA’ (Kike Maillo) interpreta a Matilda. El Club de la Canica se completa con el cerebro del grupo, ‘Micro’, encarnado por Marcos Ruiz, el futuro Iñigo de Balboa en la adaptación televisiva de ‘Alatriste’; y con el rollizo Filo, con Christian Mulas, conocido por la reciente ‘Combustión’, de Daniel Calparsoso.

Con ellos, Oskar Santos, que debutó con ‘El mal ajeno’, un thriller producido por Alejandro Amenábar, escrito por Daniel Sánchez Arévalo e interpretado por Belén Rueda, Eduardo Noriega, Angie Cepeda y Clara Lago, llegará este viernes a los cines españoles para mostrar a los Zipi y Zape del siglo XXI. Sin la compañía de sus padres y sin calabazas y bicicletas de por medio, pero con la colaboración de tres amigos para derrotar, con una estética deudora de los Gonnies de Richard Donner, al malvado Falconetti. ‘El Club de la Canica’ es la primera gran travesura cinematográfica de Zipi y Zape, los gemelos más conocidos del tebeo español.