La consultora del mercado del arte Artprice publica esta semana los datos acumulados de 2013: 8.737 millones de euros sólo en subastas.
Detrás de toda cifra económica hay siempre una serie de razones de peso. Detrás de la reciente decisión de bajar el IVA sólo y exclusivamente al mercado del arte por parte del gobierno del PP hay también una realidad económica: es un negocio de altos vuelos, para una élite y que compensa mimar para evitar que se produzca una caída del consumo de los coleccionistas y de las subastas. También para que no se forme un mercado negro alternativo (como ya está más que demostrado) donde para evitar la sangría fiscal se compra fuera de España o en las “partes de atrás de las galerías”.
Cuando sobre la mesa hay casi 9.000 millones de euros las cosas se tornan un poco más complejas, las normas se rompen y hay muchas preguntas. Que esta cifra tremenda, la más alta en mucho tiempo, se dé en plena crisis económica dice mucho de cómo funciona y quién opera en el mercado del arte. Según Artprice.com a esos 8.737 millones de euros hay que sumar una cifra algo más indeterminada que emana de las comisiones de las casas de subastas y los impuestos, lo que, siempre según esta consultora y sus informes, supondría casi una quinta parte más a añadir. Las diferencias son importantes porque la carga fiscal de ese dinero es muy importante.
Subasta en Christie’s de ‘Tres estudios de Lucien Freud’ (en la pared), la obra más cara
Según Artprice.com el precio de muchos cuadros de gran nivel se ha disparado porque se aprovecha la situación: en plena crisis se ponen en circulación muchas obras para que sus dueños, a veces acosados por esa misma crisis, obtengan liquidez rápida. Y para comprar hay muchos coleccionistas dispuestos a poner dinero sobre la mesa. Sólo en 2013 se superó en 878 ocasiones el precio del millón de dólares por un cuadro. El más caro del año pasado fue el tríptico ‘Tres estudios de Lucien Freud’ de Francis Bacon, uno de los más cotizados del mundo. Igualmente la escultura batió sus propios récords, como es el caso de Jeff Koons: su celebérrimo ‘Balloon dog (Orange)’ terminó vendido por nada menos que 42,5 millones de euros, una de las más de 22.500 esculturas vendidas en un solo año.
También marcaron precios altos obras de diferentes formatos de Jason Pollock, Andy Warhol, Pablo Picasso o Edvard Munch. Pujas como ésta supusieron que el volumen de negocio aumentara un 13%. No obstante, hay que avisar al lector que estas cifras no incluyen las ventas directas de galería a comprador, sino sólo el movimiento de dinero a través de las casas de subastas legales. La vorágine ha sido tal que ya no hay formatos o géneros que no sean susceptibles de especulación: dibujos, esculturas e incluso obra gráfica se une a la pintura, la estrella de este tipo de negocio.
‘Balloon dog (Orange)’, la escultura más cara vendida el año pasado, de Jeff Koons
Especialmente sujeta a la marea ha, quedado la fotografía contemporánea, que en apenas diez años ha subido casi un 25% su precio medio, antes un formato menor, pero todavía más sorprendente es saber que el dibujo aumentó su precio en una década por encima del 180%, lo que supone que ha entrado en el mercado del arte una gran cantidad de material nuevo antes desechado. En algunos medios se apunta a China: en Asia el dibujo tradicional y contemporáneo tiene una gran aceptación por los coleccionistas, lo que habría desequilibrado la balanza a su favor e incluso arrastrado a coleccionistas occidentales.
Los diez grandes de la venta en subasta (por dinero en ventas en dólares):
Andy Warhol (367 millones de dólares)
Pablo Picasso (361)
Zhang Daqian (291,6)
Jean-Michel Basquiat (250)
Qi Baishi (230)
Francis Bacon (195,7)
Gerhard Richter (165,8)
Roy Lichtenstein (140,5)
Zao Wou-Ki (139,5)
Claude Monet (137,6).