Comparten reparto por tercera vez en los últimos tres años en ‘Plan de escape’. Los dos estrellas del cine de acción más ultramusculadas han sellado las paces al final de unas carreras paralelas con muchas semejanzas y alguna diferencia.
“Nos llegamos a odiar profundamente durante veinte años, aunque eso también me enseñó lo difícil que es encontrar un enemigo tan duro de roer como Arnold. A medida que te vas haciendo mayor, ves las cosas desde otra perspectiva y acabas restando importancia a este tipo de confrontaciones. De hecho, estoy seguro de que esa gran rivalidad que teníamos es la que nos ha ayudado a tener tanto éxito. La competencia siempre te hace sacar lo mejor de ti”, resumía Sylvester Stallone en una reciente entrevista al diario The New York Post con motivo de la promoción de ‘Plan de escape’ (Mikael Hafström), que se estrena en este Puente de la Constitución en España.
‘Plan de escape’ supone la tercera colaboración en los últimos tres años entre las dos estrellas del cine de cine más musculadas de la historia, Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, tras ‘Los mercenarios’ (‘The expendables’) (2010), donde ‘Gobernator’ hacía un cameo con Stallone compaginando labores de actuación y dirección, y ‘Los mercenarios 2’ (2012), de Simon West. Tan amigos se han hecho que han rodado en los últimos meses una tercera parte de ‘Los mercenarios’, con Patrick Hughes como realizador.
Entre tanto mercenario, Stallone y Schwarzenegger estrecharon aún más su renacida amistad en un proyecto independiente de la saga, ‘Plan de escape’, una película ambientada en el mundo carcelario. Stallone interpreta a un experto en seguridad penitenciaria que se enfrentará a su mayor reto: fugarse de ‘La Tumba’, una prisión perfecta diseñada por su propia mente. Contará con la ayuda del líder de los internos, un enigmático Schwarzenegger.
‘La Tumba’ se ha convertido en un búnker del que es imposible salir y donde impera la violencia de los vigilantes. Destacan las presencias del exfutbolista inglés Vinnie Jones y de Jim Caviezel, el pérfido alcaide de la prisión. Vincent D’Onofrio, el rapero ’50 Cent’ y Amy Ryan completan el reparto. ‘Plan de escape’ es la excusa perfecta para comparar las carreras de dos actores enemistados durante mucho tiempo pero que, sin embargo, cuentan con una trayectoria profesional con muchos aspectos comunes y alguno, por supuesto, también diferente.
Misma generación con raíces europeas
Michael Sylvester Gardenzio Stallone (Sylvester Stallone) (Nueva York-Estados Unidos, 1946) y Arnold Alois Schwarzenegger (Arnold Schwarzenegger) (Graz-Austria, 1947) comparten generación. Se aproximan ya a los 70 años. Sus raíces, a pesar de que Stallone, apodado ‘Sly’, es neoyorquino, también son similares. Sus familias son de procedencia europea. Schwarzenegger, nacionalizado estadounidense, incluso nació en el Viejo Continente. No se trasladó a Estados Unidos hasta que cumplió 21 años. Stallone, sin embargo, nunca se movió de América pero su padre, como delata su apellido, nació en Italia, en concreto en la provincia de Bari.
La figura paterna ha influido profundamente en las vidas de ambas estrellas del cine de acción. Schwarzenegger se crió en una familia católica con dificultades económicas y con una educación muy estricta. Su padre, policía de profesión y de pasado nazi, ejerció una dura presión sobre el futuro ‘Terminator’. “Le dejaba que me golpeara para que se quedara conforme, pero llegó un momento en el que me rebelé”, ha recordado Schwarzenegger. No asistió al entierro de su padre.
Sylvester Stallone procede también de una familia problemática. Su hermano mayor llegó a pasar su infancia con padres de acogida. Los padres de Stallone se divorciaron cuando tenía once años. Se quedó, en un principio, con su padre y se convirtió en un muchacho rebelde deseoso de captar la atención, lo que le supuso hasta una docena de expulsiones en colegios. A diferencia de Schwarzenegger, sí acompañó a su padre cuando murió en julio de 2011.
Los poderosos físicos de Schwarzenegger y Stallone no son solo producto de la genética. Antes de llegar al mundo del cine, destacaron como deportistas, aunque en disciplinas diferentes. Schwarzenegger (188 centímetros) jugó de niño, como buen europeo, al fútbol. El estadio del equipo de su ciudad natal, el Sturm Graz, lleva incluso su nombre. No obstante, el deporte que le cambió la vida y le abrió las puertas del éxito fue el culturismo, donde es uno de los grandes mitos. Ganó en siete ocasiones el título de Mister Olympia, la competición de culturismo más importante del mundo.
El deporte también estuvo muy presente en la infancia y juventud de Stallone. Su madre, profesora de danza, tenía un segundo curioso empleo: representaba a luchadoras amateur. Stallone (178 centímetros) pisó muchos gimnasios durante su niñez. Su cuerpo empezó a muscularse y probó con un deporte tan físico como el fútbol americano. Pese a su buen nivel, no llegó a ser profesional. Su afición por el boxeo le ayudaría para, tiempo después, conquistar Hollywood con ‘Rocky’.
El éxito: ‘Conan’ y ‘Rocky’
La fama no fue inmediata. Tanto Schwarzenegger como Stallone tuvieron unos inicios complicados en el mundo del cine. El éxito les llegó con dos personajes musculosos, Conan y Rocky, pero con un camino diferente. Schwarzenegger no conseguía desprenderse del fuerte acento alemán con el que hablaba en inglés. Mientras, Stallone arrastraba las palabras por culpa de las secuelas de un error médico en su nacimiento con un inadecuado uso de los forceps. Como resultado, quedó paralizado un nervio en el rostro de ‘Sly’. De ahí, su inexpresiva expresión facial. A Schwarzenegger, su hieratismo le venía de serie.
Con cuerpos hiperdesarrollados y reducidas aptitudes artísticas, la oportunidad llamó a la puerta del aspirante a actor austriaco con ‘Conan, el bárbaro’ (1982) (John Milius), basada en el personaje de cómic creado por Robert E. Howard. Hasta entonces, su currículo era discreto. Debutó en ‘Hércules en Nueva York’ (Arthur Allan Seidelman) (1970), donde fue doblado. Destacó, con papeles de culturista, en ‘El gran guardaespaldas’ (Bob Rafelson) (1976), protegiendo a Sally Field, y en el filme documental ‘Pumping Iron’ (George Butler y Robert Fiore) (1977). Curiosamente, con su interpretación en ‘El gran guardaespaldas’ ganó su único gran premio: el Globo de Oro como mejor actor debutante.
Stallone no esperó a que le llegara la oportunidad. Apenas si había intervenido en papeles muy secundarios en una docena de filmes destacando su breve presencia en ‘Bananas’ (Woody Allen) (1971). ‘Sly’ incluso tuvo que prestar por su cuerpo, por completo, para ganarse la vida actuando en una película porno. La suerte le cambió con su esfuerzo. Tras asistir a una pelea entre Muhammad Ali y Chuck Wepner, la inspiración apareció. Stallone escribió el guion de ‘Rocky’ (1976), la historia de un fracasado boxeador de Filadelfia que ascendió a lo más alto casi al mismo tiempo que la carrera del actor. ‘Rocky’, dirigida por John G. Avildsen, ganó tres Oscar, incluidos Mejor Película y Mejor Director. Stallone estuvo nominada por partida doble, como Mejor Guionista y Mejor Actor Principal.
La confirmación: ‘Terminator’ y ‘Rambo’
Otros dos personajes icónicos del cine de acción, el T-800 de ‘Terminator’ (Arnold Schwarzenegger) y el boina verde veterano de Vietnam John Rambo (Sylvester Stallone), consolidaron las carreras de las dos estrellas del cine de acción más contundente. Tras protagonizar una secuela de Conan, con el nombre de ‘Conan, el destructor’ (Richard Fleischer) (1984), Schwarzenegger encontró al personaje que ha definido su carrera: el contundente T-800 de ‘Terminator’ (James Cameron) (1984). Nadie mejor que un inexpresivo exculturista para interpretar a una máquina letal.
Conseguida la fama con ‘Rocky’, los siguientes pasos de Stallone fueron muy similares a los de Schwarzenegger tras triunfar con ‘Conan’. ‘Sly’ rodó dos secuelas de ‘Rocky’ y algún filme menor de acción. Antes de que se gastara la cuerda de Rocky Balboa, encontró sustituto: John Rambo, un boina verde, veterano de la Guerra de Vietnam, traumatizado y con problemas de adaptación social. Rambo, un superviviente, se presentó en ‘Acorralado’ (‘First blood’) (Ted Kotcheff) (1982). La violencia del boina verde de Vietnam poco tenía que envidiar a la desplegada por el T-800 de ‘Terminator’.
‘Conan’, con dos películas, y ‘Terminator’, con tres, por un lado, y ‘Rocky’, con seis filmes, y ‘Rambo’, con cuatro, son las sagas que han definido las carreras artísticas de, respectivamente, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, hasta coincidir en ‘Los mercenarios’. Pero su currículo es mucho más amplio. Ambos actores multiplicaron sus presencias en proyectos de acción, a cada cual más espectacular y violento, para rivalizar durante dos décadas por el reinado del género.
Victoria austriaca
Schwarzenegger supo elegir mejor con películas muy taquilleras dirigidas por maestros del cine de acción: ‘Comando’ (Mark L. Lester) (1986), ‘Depredador’ (John McTiernan) (1987), ‘Danko: Calor rojo’ (Walter Hill) (1988), ‘Desafío total’ (Paul Verhoeven) (1990), ‘El último gran héroe’ (John McTiernan) (1993) y ‘Mentiras arriesgadas’ (James Cameron) (1994). Después llegarían eficaces blockbuster más artesanales como ‘Eraser’ (Chuck Russell) (1996), ‘El fin de los días’ (Peter Hyams) (1999), ‘El sexto día’ (Roger Spottiswoode) (2000) y ‘Daño colateral’ (Andrew Davis) (2002). Schwarzenegger solo fracasó con ‘Batman & Robin’ (Joel Schumacher) (1997) con un gélido malvado como su nombre: Mr. Freeze.
Schwarzenegger y Sharon Stone en ‘Desafío Total’ (1990)
Stallone en ‘Cobra’ (1986)
Stallone afrontó una irregular etapa. Triunfó con ‘Cobra’ (George P. Cosmatos) (1986), ‘Tango y Cash’ (Andrei Konchalovsky) (1989), ‘Máximo riesgo’ (Renny Harlin) (1993), ‘Demolition Man’ (Marco Brambilla) (1993) e incluso ‘Pánico en el túnel’ (Rob Cohen) (1996). Títulos, en todo caso, de menor relevancia que los protagonizados por Arnold Schwarzenegger. Stallone encajó, además, varios reveses del público: ‘Yo, el halcón’ (Menahem Golan) (1986), ‘Encerrado’ (John Flynn) (1989), ‘El especialista’ (Luis Llosa) (1994), ‘Asesinos’ (Richard Donner) (1995), ‘Juez Dredd’ (1995), ‘Get Carter’ (Stephen T. Kay) (2000), ‘Driven’ (Renny Harlin) (2001), ‘D-Tox’ (Jim Gillespie) (2002), ‘El protector’ (Martyn Burke) (2002) y ‘Shade: Juego de asesinos’ (Damian Nieman) (2003).
Stallone tiene el dudoso honor de ostenta el record de mayor número de nominaciones a los Premios Razzie como Peor Actor, con un total de trece candidaturas. En cuatro ocasiones, se llevó la ‘victoria’. El nombre de Arnold Schwarzenegger ha aparecido en la lista de nominados en cuatro ocasiones. Pero el actor de origen austriaco ha eludido un Premio que, más allá de su carácter festivo, no impulsa, precisamente, una carrera. Los Razzie no han tenido piedad con ‘Sly’ y su rictus paralizado. Justo es también reconocer, no obstante, su notable interpretación en ‘Cop Land’ (James Mangold) (1997). Stallone demuestra que sabe actuar. Interpreta a un discreto policía de Garrison (Nueva Jersey), un pueblo donde viven muchos compañeros de profesión. Replica con convicción a Robert de Niro, Harvey Keitel y Ray Liotta y a un grupo de policías corruptos.
Dos duros metidos en la comedia
Buena parte de las nominaciones de ambos intérpretes a los Razzie se deben a una idéntica y desigual apuesta artística: sus incursiones en el género de la comedia, siempre con elementos de acción. Schwarzenegger se estrenó como improbable gemelo de Danny DeVito en ‘Los gemelos golpean dos veces’ (Ivan Reitman) (1988). Con los mismos compañeros, más la incorporación de Emma Thompson, probó seis años después con otro argumento delirante en ‘Junior’, donde interpretaba al primer hombre embarazado. ¡Ideas de Hollywood!
Su experiencia en la comedia resultó más fructífera en ‘Poli de guardería’ (1990), de nuevo con Ivan Reitman. Ahora bien, Schwarzenegger ha mostrado su notable vis cómica en proyectos de acción como la saga ‘Terminator’ o ‘Mentiras arriesgadas’, siempre con James Cameron, con su afición por el vals, los interrogatorios a los ligues de su mujer y los streap-tease de pega.
Stallone, que ha tenido la desdicha de caer en la parodia humorística por sus problemas de dicción y su rostro pétreo, mostró su faceta de cómico en ‘Oscar. ¡Quita las manos!’ (John Landis) (1991), un remake de ‘Oscar, una maleta, dos maletas, tres maletas’ (Edouard Molinero) (1966). ‘Sly’ interpreta a un mafioso que ha prometido a su padre, antes de morir, reformarse. Lógicamente, nadie le creerá y las tentaciones serán constantes. Un año después, en 1992, repitió en la comedia con ‘¡Alto! o mi madre dispara’ (Roger Spotiswoode) con Estelle Getty, la más veterana de ‘Las Chicas de Oro’, como compañera de reparto.
‘Copland’ y ‘Poli de guardería’
Política y familia
Schwarzenegger y Stallone han evidenciado también sus divergencias en la vida personal. Schwarzenegger, que acogió Estados Unidos como la tierra de los sueños, se metió en política en el bando de los Republicanos pese a estar casado durante 25 años con una sobrina del demócrata John Fitzgerald Kennedy: Maria Shriver. Un compromiso férreo que culminó con la candidatura y victoria en las elecciones a Gobernador de California. Schwarzenegger, más moderado que sus compañeros en temas sociales como los matrimonios homosexuales o la investigación con células madre, aparcó el cine entre noviembre de 2003 y enero de 2011 para dirigir el estado más populoso y rico del país. Stallone no ha entrado en política pero es un declarado simpatizante del Partido Demócrata al que ha aportado fondos en campañas electorales.
‘Sly’, por su parte, ha tenido una agitada vida sentimental. Se ha casado en tres ocasiones: Sasha Czack (1974-1985), la despampanante artista danesa Brigitte Nielsen (1985-1987) y Jennifer Flavin (1997-actualmente). Es padre de cinco hijos. El mayor, Sage, falleció en el verano de 2012 por un ataque al corazón. Schwarzenegger había tenido hasta ahora una vida más tranquila. Ha estado casado entre 1986 y 2011 con la periodista Maria Shriver con la que ha tenido cuatro hijos. Una inoportuna infidelidad con la asistenta de la casa, que quedó, además, embarazada, rompió una de las parejas famosas más estables de Estados Unidos. “Creo que fue lo más estúpido que hice en toda mi relación. Fue terrible. Le hice un daño tremendo a Maria y un daño increíble a los niños”, ha admitido Schwarzenegger.
Amistad reforzada
Muchos piruetas han dado ambos actores en las últimas tres décadas hasta presumir en la actualidad de una sólida amistad refrendada en la saga ‘Los mercenarios’ y en ‘Plan de escape’. La complicidad y la química entre los antiguos enemigos son evidentes. “Parte del rodaje tuvo lugar en un edificio de la NASA. Una vez llamé al control de seguridad para decirles: ‘Hay un sospechoso en una camioneta negra (en la que se encontraba Schwarzenegger)’. Le arrestaron, le desnudaron y le registraron por completo. Luego él se vengó y me hizo lo mismo a mí. Arnold es un fanfarrón que no acepta las bromas”, ha ironizado Stallone.
“La verdad es que tengo que romper una lanza en favor de Arnold porque lo cierto es que es mucho mejor que yo en las escenas cómicas de la película y mucho más versátil a la hora de incorporar otros géneros en sus filmes de acción. Por ejemplo, en ‘Terminator’ logró aterrorizar y hacer reír a la gente a partes iguales gracias a frases que han permanecido en la historia del cine, como la de ‘Hasta la vista, baby’. Para serte sincero, sé que ‘Rambo’ no era precisamente el tipo más chistoso y simpático del mundo”, ha subrayado a la revista ‘Nuts’.
“Sylvester tiene mucho más mérito que yo en sus triunfos porque ha querido complementar su trabajo interpretativo involucrándose también en la producción de sus películas. No estoy de acuerdo con él en lo de que tengo un gran sentido del humor, pero es verdad que nos divertimos mucho rodando la película”, ha replicado Schwarzenegger. Las dos estrellas más musculadas del cine de acción han pasado de enemigos acérrimos a amigos íntimos. En este Puente de la Constitución, les podremos ver ayudándose para fugarse de una cruel prisión en ‘Plan de escape’.
Rodaje de ‘Plan de escape’