Richard Hamilton ya tiene retrospectiva en el Museo Reina Sofía, que hasta mediados de octubre ocupa las mejores salas del museo.

Todo va lotes en la exhibición de arte en los museos: mientras el Thyssen se abre al arte pop y lo revisa, el Reina Sofía se fija en uno de los patriarcas del movimiento, Richard Hamilton. El británico, fallecido en 2011, podría haber visto cómo el museo de arte contemporáneo le retrataba a la perfección como uno de los padres simbólicos del arte pop en el mundo (hasta el 13 de octubre) a través de sus mejores obras.

Es en realidad una versión española de la que ya hiciera en 1992 la Tate Modern en honor al artista, y contará con 250 obras que abarcan desde los años 50 hasta el año anterior de su muerte y que varían desde el diseño gráfico a las fotografías, instalaciones, dibujos y pinturas, todo mezclado con su interés en la cultura de masas que ha sido el gran pilar del siglo que le tocó vivir antes de que se inaugurara la cultura digital.

Hamilton es diseccionado en esta retrospectiva que promete tener un gran impacto en los medios anglosajones, que incluye igualmente instalaciones como ‘This is Tomorrow’, ‘An Exhibit’, ‘Man Machine and Motion’ o ‘Growth and Form’, de 1951 y que fue la pionera de su carrera. Ha sido especialmente reconstruida por petición del Reina Sofía. Previamente la gran exposición estará en la Tate Modern desde febrero a mayo.

La exposición se divide en catorce apartados que intentan hilvanar la carrera de Hamilton de forma cronológica, con piezas tan destacadas como ‘Just What is it that Makes Today’s Homes So Different, So Appealing?’, o la cubierta del ‘White Album’ de los Beatles, también las series  ‘Swingeing London 67’ y ‘My Marilyn’. Son las grandes obras fundacionales en gran medida del arte pop, algunas de las cuales tienen incluso correspondencia en la exposición del Thyssen-Bornemisza a apenas unos cientos de metros del Reina Sofía.

Una de las últimas fotografías de Hamilton en España 

La importancia de Hamilton en el arte contemporáneo tiene un peso específico, el de haber sido un pionero que abrió caminos, sobre todo en el pop art y como virtual mascarón de proa del posmodernismo en el arte. Más allá de las cómodas etiquetas que clasifican y cartografían a un artista, Hamilton fue un experimentador nato que saltó entre géneros, soportes, formatos y medios para poder expresarse libremente.

Quizás por eso abundan las pinturas junto a las fotografías, las impresiones, el diseño industrial aplicado y todo tipo de géneros, desde las nuevas naturalezas muertas al retrato o la pintura histórica, sin olvidar los guiños a la propaganda publicitaria y política. Se apropió de todo lo que le podía haber hecho falta: cultura pop, iconografía religiosa, política, incluso los métodos de la industria, todo era pasto de su necesidad. Especialmente interesante puede ser el salto que llevó a Hamilton a experimentar con Fra Angelico o Duchamp, un salto de siglos y casi de mundo si se tiene en cuanto que les separan más de 500 años pero que en él se fundieron en una sola línea artística.

My Marylin 1965 - Via Tate Modern

My Marylin (1965) – Via Tate Modern 

Igual de importante fue su relación con los medios de comunicación, fundamentales incluso para entender su arte y que son parte de esa cultural popular y de masas que se extendió y generalizó después de la Segunda Guerra Mundial y que le pilló de lleno en plena madurez creativa. Destacan la fotografía y la experimentación con la televisión, así como sus conexiones con los monstruos sagrados del pop art como Roy Lichtenstein y Warhol, o directamente los “monstruos” deconstructivos como Francis Bacon. Y obviamente la omnipresente Polaroid, antecesora de las cámaras de móviles que daban libertad creativa completa si necesidad de esperar horas en un laboratorio fotográfico.

Hamilton fue, a grandes rasgos, un heterodoxo que saltaba entre cimas y nichos artísticos para crear su propia carrera. Los críticos le definen como un “puente entre la era moderna y la posmoderna”, lo que con el tiempo le convertiría en un maestro influyente (quisiera o no) entre las generaciones surgidas del baby boom posterior a la guerra y que han creado el arte actual. Fue un pionero incluso en el tema de las instalaciones, donde también dejó su marca y todos le siguieron a su estilo.

Swingeing London III 1972 - Via Tate Modern

Swingeing London III (1972) – Via Tate Modern