Los rodajes internacionales escasean. ‘Exodus: Dioses y Reyes’, que llega este viernes a la cartelera, ‘Juego de Tronos’ y ‘The Gunman’ son apenas tres excepciones.
Ridley Scott es un profundo enamorado de España. El director británico estrena este viernes la esperada superproducción ‘Exodus: Dioses y Reyes’, con 140 millones de presupuesto. Scott ha elegido España, en concreto Almería y Fuerteventura, como escenario de la bíblica historia de Moisés con un reparto compuesto por grandes estrellas del cine estadounidense como Christian Bale (Moisés), Joel Edgerton (Ramsés II), Aaron Paul (Joshua), John Turturro (Seti I), Ben Kingsley (Nun) y Sigourney Weaver (Tuya). La actriz madrileña María Valverde (Zipporah) aparece también en un proyecto con mucho sabor español.
Scott rodó ‘Exodus: Dioses y Reyes’ entre los meses de octubre de 2013 y enero de 2014. Prácticamente la totalidad de las localizaciones exteriores se ubican en Almería y Fuerteventura. El espectador local tendrá un motivo más para acudir al cine para ver la última película de Ridley Scott: detectar los escenarios autóctonos. Son muchos y variados.
Almería recuperó en el pasado otoño su pasado y casi olvidado esplendor cinematográfico como antigua cuna del western y de muchas de las grandes superproducciones de Hollywood. La provincia andaluza ha acogido más de cuatrocientos rodajes, muchos de ellos internacionales.
Dos rodajes españoles de Sergio Leone: ‘El bueno, el feo y el malo’ y ‘Hasta que llegó su hora’
Sergio Leone encontró en el Desierto de Tabernas el lugar idóneo para su Trilogía del Dólar, emblema del ‘spaghetti-western’: ‘Por un Puñado de Dólares’ (1964), ‘La Muerte Tenía un Precio’ (1965) y ‘El Bueno, el Feo y el Malo’ (1966). Leone, que regresó a Almería para rodar también parte de ‘Hasta que Llegó su Hora’ (1968), ubicó el Salvaje Oeste en los áridos paisajes almerienses, muy cerca del Mediterráneo. Pero el director italiano no había descubierto nada que el cine no hubiera ya explotado.
Almería fue el perfecto plató de decenas de películas, en especial de un innumerable número de cintas B hijas del ‘spaghetti western’, entre los cincuenta y los setenta. Antes que Leone, John Sturges rodó en el Desierto de Tabernas el western ‘Fort Bravo’ (1954). Tabernas se llenó de caballos, diligencias, vaqueros, tiroteos y poblados del Far West.
Pero Almería no solo ha vivido del Oeste. La elección de Ridley Scott en ‘Exodus: Dioses y Reyes’ es el ejemplo más reciente pero, ni mucho menos, el único: ‘Rey de Reyes’ (Nicholas Ray, 1961), ‘El Cid’ (Anthony Mann) (con localizaciones repartidas por toda España: Ávila, Burgos, Madrid, Toledo, León, Palencia, La Rioja, Valladolid, Girona, Castellón y Cuenca), ‘Lawrence de Arabia’ (David Lean, 1962), ‘Cleopatra’ (Joseph L. Mankiewicz, 1963), ‘La Colina’ (Sidney Lumet, 1965), ‘Cómo Gané la Guerra’ (Richard Lester, 1967), ‘Patton’ (Franklin J. Schaffner, 1970), ‘Sol Rojo’ (Terence Young, 1971), ‘El Reportero’ (Michelangelo Antonioni, 1975), ‘Conan: El Bárbaro’ (John Milius, 1982), ‘Nunca Digas Nunca Jamás’ (Irwin Kershner, 1983), ‘Las Aventuras del Barón Munchausen’ (Terry Gilliam, 1988), ‘Indiana Jones y la Última Cruzada’ (Steven Spielberg, 1989)…
Tabernas significa el principal ejemplo de lo que España puede hacer (y ha hecho) por el cine. La realidad, no obstante, es distinta y se parece más a lo que retrató Álex de la Iglesia en ‘800 Balas’ (2002): escenarios de películas míticas reducidos a atracciones turísticas que han perdido gran parte de su encanto.
Ridley Scott ha recuperado, momentáneamente, los días de gloria del cine en Almería. Egipto ha saltado al extremo oriental de la Península Ibérica. El rodaje de ‘Exodus: Dioses y Reyes’ arrancó en Almería el 22 de octubre de 2013. El trabajo previo estaba hecho: unos decorados en la explanada de la Sierra de Alhamilla y unos multitudinarios casting para contratar a extras. Las previsiones se desbordaron. Solo en el casting de Almería se presentaron 10.000 personas. “No esperábamos tanta gente, pero con el gran número de figurantes que necesitábamos fue una gran sorpresa”. Ridley Scott ha agradecido el interés (el elevado desempleo de la zona, 35%, obliga).
A fin de cuentas, a ‘Exodus: Dioses y Reyes’ se la conoce ya como la película de los 8.000 extras. El cheque era tentador: 80 euros diarios. Y no solo ha habido extras. ‘Exodus: Dioses y Reyes’ propició 500 contratos laborales en Almería y otros 400 en Fuerteventura, con una duración de entre tres y cuatro meses, para preparar el rodaje y garantizar un exitoso desarrollo.
Además de la Sierra de Alhamilla, el rodaje se efectuó en el Desierto de Tabernas, las canteras de Macael y Pechina y la playa de Rodalquilar. La famosa batalla de Qadesh (año 1272 AC) entre las tropas de Ramsés II y los hititas de Muwatallis II (70.000 combatientes y seis carros de guerra) se recreó en las proximidades del poblado de Fort Bravo en Tabernas.
Y donde no llegó Almería, apareció Fuerteventura, que recibió el rodaje a finales de noviembre de 2013. Las dunas de Corralejo se transformaron en el desierto del Sinaí con el pueblo judío escapando de Ramsés II. La espectacular escena en la que Moisés abre el Mar Rojo se trata, en realidad, de las playas de El Cotillo, Pozo Negro y La Barca de Fuerteventura.
Ya antes del estreno, ‘Exodus: Dioses y Reyes’ ha sido un enorme éxito para España. El impacto económico aproximado “del rodaje internacional más importante en los últimos diez años” alcanza los 43 millones de euros, según los cálculos de la Andalucía Film Commission, una de las 25 oficinas que conforman Spain Film Commision, entidad que agrupa a todas las Film Commissions/Offices autonómicas, provinciales, insulares y locales que actúan en España para atraer productores al territorio español para que utilicen sus localizaciones como lugar de rodaje, para generar tanto beneficio económico como turístico.
Ojalá todos los directores y productores tuvieran la generosidad de Ridley Scott, que se siente muy cómodo en España, como si estuviera en su mismo hogar. Alicante fue una de las localizaciones de ‘El Consejero’ (2013), su penúltimo filme. Scott rodó en municipios como Altea, Villajoyosa, San Vicente del Raspeig y la capital alicantina con un Ayuntamiento transformado en los juzgados de Ciudad Juárez. En Alicante, en concreto en la Ciudad de la Luz, también realizó las escenas acuáticas de ‘Prometheus’ (2012).
La pasión por España del director británico arrancó hace más de dos décadas con ‘1492: La Conquista del Paraíso’ (1992). Entonces, se atrevió con el descubrimiento de América cuando se cumplía su quinto centenario. Y, como no podía ser de otra manera, vino a España. Rodó, entre otros lugares, en Sevilla, Salamanca y Trujillo (Cáceres). Más de una década después, regresó a España con ‘El Reino de los Cielos’ (2005) para plasmar la Tercera Cruzada en Tierra Santa. El director británico escogió entonces Sevilla, Ávila, Segovia, Palma del Río (Córdoba) y el majestuoso castillo oscense de Loarre.
Pero, en realidad, ‘Exodus: Dioses y Reyes’ es un espejismo, una demostración de lo que podría ser España, un plató de rodaje único que, desgraciadamente, está perdiendo interés. Una ocasión más perdida para crear riqueza porque la cultura cuenta, de sobra, con una enorme dimensión económica.
Tras ‘Exodus: Dioses y Reyes’, España ha acogido dos importantes proyectos internacionales más: ‘The Gunman’ (Pierre Morel), con Sean Penn, Javier Bardem e Idris Elba, y todo un fenómeno social como la serie ‘Juego de Tronos’ (HBO).
‘The Gunman’, una coproducción franco-estadounidense, se aposentó este último verano en Barcelona, Caldes d’Estrac, Igualada y Òdena. Y el rodaje no fue, precisamente, una alfombra para los productores pese a que los ingresos en Barcelona han sido de treinta millones de euros y los impuestos recaudados por el Estado de unos cinco millones. El Ayuntamiento de la Ciudad Condal impidió que se usara La Monumental para una corrida de toros. Conocida es la prohibición en Cataluña de las corridas. ¿Afecta a las películas? Pues sí. Los productores tuvieron que cambiar los toros por bueyes y completar los planos cortos en otros escenarios. Sin duda, una chapuza y una ‘bonita’ manera de espantar futuros rodajes en una ciudad con un cartel internacional muy atractivo.
Los errores políticos pueden provocar que ‘Exodus: Dioses y Reyes’, ‘The Gunman’ y ‘Juego de Tronos’ sean excepciones en España. HBO se estableció en el pasado mes de octubre en España para filmar en Sevilla, Osuna y Córdoba escenas de la quinta temporada de ‘Juego de Tronos’, que se estrenará el próximo 5 de abril. El interés ha sido máximo, incluso muy superior al de ‘Exodus: Dioses y Reyes’, con hasta 85.000 inscritos en los casting para participar como extras.
Pero…
‘Juego de Tronos’ no volverá, previsiblemente, a España. “Resulta cara”.
“El sector ha perdido mucho negocio por no haber incentivos fiscales antes. España es carísima en rodaje y en costes de vida incluso en comparación con Alemania, Francia o Inglaterra”, han lamentado los productores de la serie de HBO que han puesto como ejemplo a otros países mediterráneos como Croacia e incluso a Marruecos, que “ofrece los mismos paisajes pero mucho más barato”.
El sector está preocupado. “En los últimos diez años, solo se han rodado en España alrededor de un 20% de los proyectos potencialmente interesados en hacerlo”. Era una de las principales conclusiones de una jornada de Spain Film Comission con la Secretaría de Estado de Cultura en marzo de 2013.
Según apunta Spain Film Comission, los rodajes cinematográficos y audiovisuales generan “un extraordinario impacto en la economía de los territorios que los acogen. Tienen importantes efectos -directos, indirectos e inducidos- sobre sectores económicos muy diversos: industria audiovisual, turismo y servicios de variada índole y, por tanto, sobre el empleo, la economía y la riqueza de un territorio”.
Su efecto multiplicador sobre la economía local es “incuestionable y ha sido testado a través de numerosos estudios internacionales. De acuerdo con algunos, el impacto económico es tal que por cada euro público invertido en forma de incentivo fiscal se obtiene un impacto directo de entre 4 y 6 euros y un impacto total -incluyendo beneficios directos, indirectos e inducidos- que puede rondar los 15 euros”.
Y ¿cuál ha sido la respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy? La de siempre, despreciar (algún día deberá explicar la verdadera razón) los beneficios económicos de los rodajes internacionales.
España parte con una clara desventaja. Desde el Gobierno se ha protagonizado un nuevo desplante a la cultura, un desplante que representa la pérdida de decenas de millones de euros (¡cómo si sobraran!) Piensen en los beneficios generados por ‘Exodus: Dioses y Reyes’, ‘Juego de Tronos’ y ‘The Gunman’. Piensen en ellos…, y olvídense de ellos porque igual no vuelven a repetirse en los próximos años.
La propuesta del Gobierno ha sido cicatera y claramente insuficiente. Las desgravaciones fiscalas han aumentado un pírrico 2%, del 18 al 20%, y eso hasta el primer millón de euros. A partir de esa cantidad, el límite continúa siendo del 18%. Y aún existe un segundo tope: la desgravación total no pasará de un máximo de tres millones de euros. En la práctica, el Gobierno ha cerrado la puerta al dinero de las superproducciones. ¿Por qué? ¿No se podía hacer otra cosa?
Sí. Las desgravaciones en un país nada dudoso de tirar el dinero como Alemania llegan hasta un máximo del 40%, como en Italia y Francia. En Brasil incluso pueden ser del 100%.
“España goza de unas condiciones excepcionales para los rodajes: condiciones naturales y climáticas inmejorables, un legado cultural inagotable, una oferta de profesionales y servicios técnicos de primer orden y modernas infraestructuras de transporte y hostelería. Sin embargo, la ausencia de un incentivo fiscal específico para los rodajes internacionales impide competir en igualdad de condiciones con otros países de nuestro entorno que sí gozan de ellos. Como resultado, numerosas producciones internacionales interesadas en rodar en España acaban instalándose en otros territorios”, advertía Spain Film Comission en plena negociación con un Gobierno que, una vez más, no ha escuchado al mundo de la cultura.
Sin una política de incentivos fiscales atractiva, el esfuerzo de Spain Film Comission será baldío. Spain Film Comission, con la colaboración del actor estadounidense Elijah Wood, que ha rodado en España las recientes ‘Grand Piano’ (Eugenio Mira, 2013) y ‘Open Windows’ (Nacho Vigalondo, 2014) y se puso en Londres a las órdenes de Álex de la Iglesia en ‘Los Crímenes de Oxford’ (2008), grabó un video promocional, distribuido en festivales de todo el mundo en el último año, para incentivar el interés internacional de nuestro país como escenario de películas de todo tipo: 300 días de sol al año, 1.650 millas cuadradas de desierto, 2.600 millas de montañas, 13.450 millas de ríos, montañas nevadas nueves meses al año, 4.900 millas de costa, 2.500 castillos, 63 ciudades con más de 100.000 habitantes, diez zonas climáticas diferentes… Un vídeo con espectaculares vistas aéreas de parajes naturales, urbanos y patrimoniales, que muestra un país moderno con grandes infraestructuras y una industria cultural con técnicos de enorme valía pero…
Sin una política fiscal competitiva. Un error institucional que va a costar millones de euros, que deja a España al borde de quedarse sin rodajes internacionales. ‘Exodus: Dioses y Reyes’, ‘Juego de Tronos’ y ‘The Gunman’ podrían ser casi los últimos.
Si nadie lo remedia en las altas esferas del Estado, España quedará en el archivo como la planicie que cabalgaba Clint Eastwood en la Trilogía del Dólar de Leone, el desierto de Peter O’Toole durante la Primera Guerra Mundial en ‘Lawrence de Arabia’, la irrepetible costa (playa de Monsul de Almería) donde Indiana Jones y su padre se libraban de un ataque aéreo en ‘Indiana Jones y la Última Cruzada’, la misteriosa mansión de Nicole Kidman en ‘Los Otros’, el escenario del amor entre Javier Bardem y Penélope Cruz en ‘Vicky Cristina Barcelona’ y del romance entre Anakin Skywalker y Padmé Amidala en ‘Star Wars: El Ataque de los Clones’, el castillo donde investigaba Sean Connery en ‘El Nombre de la Rosa’ o el museo desde donde se escapa James Bond en ‘El Mundo Nunca es Suficiente’.
España no merece quedarse como un plató ocasional.