El museo presenta hasta el 2 de octubre en el Palacio de Cristal del Parque del Retirno la exposición ‘El cohete y el abismo’ del mexicano Damián Ortega, dibujante y artista plástico.

Construir y de-construir, establecer analogías, transferir imágenes y conceptos a otros contextos para interrogar críticamente sus referencias son algunas de las operaciones que Damián Ortega (Ciudad de México, 1967) materializa en sus proyectos. Los espacios donde presenta sus instalaciones, performances, esculturas y vídeos se convierten en situaciones dinámicas accionadas por prácticas de acumulación, concentración y dispersión en las que el movimiento cinético y la suspensión de elementos están a menudo presentes. Inspirándose en un poema de Vicente Huidobro, ‘El cohete y el abismo’ es el título elegido por el artista para esta exposición, funcionando como alegoría de los referentes en los que se basan las obras presentadas en la muestra.

Así, ‘Torre Latinoamericana’ toma su nombre de uno de los edificios más altos de Ciudad de México, convertida por el artista en un péndulo, invirtiéndola y colgándola de un cable de acero desde el punto más elevado del Palacio de Cristal; ‘Monumento’, una escultura blanda de lona que mide trece metros, suspendida del techo sobre la que Ortega ha diseñado el famoso buque Titanic con lápiz de cera y tinta de plotter. El navío se precipita sobre el suelo, en un gesto detenido, enterrando su proa en un montículo de arena que caricaturiza el naufragio poniendo en cuestión su condición de símbolo y monumento;  y ‘Los pensamientos de Yamasaki’, una instalación formada por numerosos elementos serigrafiados con imágenes y textos que el artista encontró en su investigación sobre el proyecto urbanístico Pruitt-Igoe (San Luis, Misuri, 1954-1955), así como objetos que aluden a la memoria de aquellos que habitaron el complejo de edificios del arquitecto Minoru Yamasaki, que acabó convirtiéndose en paradigma del fracaso de la arquitectura moderna.

Damián Ortega se inicia como dibujante de historietas para periódicos en los años ochenta, abordando la escena política con acidez. Sus inquietudes plásticas dan un giro cuando se incorpora al Taller de los Viernes en Tlalpan (activo de 1987 a 1992), una suerte de escuela autónoma, donde entra en contacto con una comunidad creativa plural y alternativa al muralismo reaccionario dominante en México en aquel momento. En este marco realiza sus primeras esculturas, conservando el tono irónico de su anterior ocupación. A lo largo de su producción Ortega se interesa por situaciones específicas y objetos cotidianos que altera y transforma para problematizar nociones más amplias, como los discursos económicos, sociales y políticos que articulan la materia y las relaciones en las que esta se ve inserta. Es precisamente la materia a muy diversos niveles, desde su composición y comportamiento molecular hasta los discursos que le dan forman o la sitúan en dinámicas de propiedad o jerarquías, el centro de sus investigaciones.

En este sentido, la arquitectura cuenta con un lugar privilegiado. De ella el artista destaca su condición de piel, de frontera que divide el espacio y determina la percepción del mismo. La altura de una construcción, por ejemplo, pone en cuestión las leyes de la gravedad y, al mismo tiempo, describe un entramado discursivo, es el lenguaje de intereses diversos. Obras como ‘Materia y espíritu’ (2004), ‘Piel’ (2007) o ‘Pirámide invertida’ (2009-2010) exploran esta doble condición de lo arquitectónico, física y simbólica. Con ‘De la serie Torre Latino’ (2007) parte de una construcción concreta, la Torre Latinoamericana, obra de Augusto H. Álvarez, edificada entre 1949 y 1956, y considerada uno de los exponentes más relevantes de la arquitectura moderna en México.

Damián Ortega cuenta con una dilatada carrera. Ha sido objeto de exposiciones individuales en centros de arte y museos de todo el mundo, como en el Hangar Bicocca de Milán (2015), el Museo Jumex de México D. F. (2014), el Museum of Contemporary Art de Los Ángeles (2005), la Tate Modern de Londres (2005), la Kunsthalle de Basel (2004) o el ICA de Filadelfia (2002). Asimismo ha participado en la 50ª Bienal de Venecia (2003) y la 27ª Bienal de São Paulo (2006). De forma paralela, desarrolla una importante labor editorial como coeditor y colaborador de la revista Casper Magazine entre 1998 y 1999, y como editor del proyecto Alias, que difunde la obra y el pensamiento de autores significativos para el arte contemporáneo que no habían sido antes publicados en habla hispana.

‘El cohete y el abismo’ – Damián Ortega

Fecha: hasta el 2 de octubre

Lugar: Parque del Retiro, Palacio de Cristal

Organización: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía