Kim Dotcom, alias del dueño y fundador de Megaupload, empieza a tener respiro. Un juez ha declarado nula la orden de expropiación de bienes que hubo tras su detención, por lo que los vericuetos legales serán el primer paso para su larga lucha contra el FBI y las majors americanas.

El comisionado de la Policía neozelandesa, Peter Marshall, admitió que la orden fue “prematura” y que presentó la “orden incorrecta” para decomisar los bienes del informático alemán sin aviso, sin darle la oportunidad para preparar su defensa, según el escrito oficial. “La orden de este Tribunal del 18 de enero de 2012 para el registro de la orden de restricción extranjera es nula e inválida y no tiene efectos legales”, reza el fallo de la juez Judith Potter emitido el viernes pasado.

La decisión abre la posibilidad para que Dotcom, quien se encuentra en libertad condicional a la espera del inicio en agosto próximo de su proceso de extradición a EEUU, país que le persigue por la presión al FBI de discográficas y productoras de cine, pueda recuperar los bienes confiscados y acceder a las cuentas que fueron congeladas, base de su costosa defensa legal. EEUU quiere juzgar a siete ejecutivos de Megaupload, entre ellos a Dotcom y los tres directivos detenidos en Nueva Zelanda, de diversos delitos por piratería informática, crimen organizado y blanqueo de dinero.

La detención

Dotcom y otros tres directivos de Megaupload fueron detenidos el 20 de enero en las afueras de Auckland (Nueva Zelanda) como parte de un operativo internacional contra la piratería informática que también implicó el cierre del portal, la confiscación de sus bienes y detenciones en Europa.

Una nueva orden ha sido otorgada de forma temporal, aunque en su fallo del viernes la magistrada ha indicado que pronto se pronunciará sobre este caso que enfrentan al comisionado de la policía y a Dotcom, su socio Bram van der Kolk y Megastuff. Las autoridades de Washington acusan al portal de descargas de daños a la propiedad intelectual superiores a 500 millones de dólares (379 millones de euros) y de haber conseguido de manera ilícita ingresos de más de 175 millones de dólares (133 millones de euros).