La temperatura de la Tierra hoy en día es más cálida de lo que ha estado durante entre el 70 al 80% del tiempo durante los últimos 11.300 años, según concluye una investigación con datos de 73 sitios en todo el mundo.

Mientras los incrédulos persisten e incluso periodistas de relevancia como Paco González dudan de las informaciones que cada año refuerzan y dan más peso a la teoría del cambio climático (miedo al futuro e ignorancia se combinan demasiado en los medios), la Universidad Estatal de Oregón y la Universidad de Harvard han publicado un estudio en ‘Science’ que deja bien claro, con datos, que vivimos la época más caliente de media de los últimos 12.000 años. En ese estudio se ha reconstruido las variaciones térmicas atmosféricas desde la última glaciación y el resultado es sobrecogedor: la subida actual es la más crítica.

Ciertos comportamientos cínicos y asustadizos de los medios de comunicación restan importancia a un hecho que crece por momentos, y es que el planeta se recalienta; no el subsuelo, sino más bien la atmósfera por incidencia del efecto humano: somos cerillas junto a un barreño de gasolina. La proyección de la temperatura global para el año 2100 es muy preocupante, más cuando prácticamente todos los modelos climáticos evaluados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) demuestran que las temperaturas superarán las más altas durante este período de 11.300 años conocido como el Holoceno, bajo todos los posibles escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero.

La investigación, financiada por el Programa de Paleoclima de la Fundación Nacional de Ciencia y firmada por Shaun Marcott, investigador postdoctoral de la Tierra, el Océano y las Ciencias de la Atmósfera en la Universidad del Estado de Oregón, revela que el foco se colocó sobre todo en los últimos dos milenios, el lapso de tiempo en el que la actividad humana sí ha sido realmente agresiva sobre el medio. El otro autor, Peter Clark, asegura que “muchas reconstrucciones de temperatura anteriores son de carácter regional y no se sitúan en un contexto global”, como este estudio que proporciona una perspectiva mucho más amplia. “Cuando se combinan los datos de sitios de todo el mundo, se pueden promediar esas anomalías regionales y tener una idea clara de la historia de la temperatura global de la Tierra“, añade.

Los modelos climáticos proyectan que la temperatura global subirá entre 2 a 11,5 grados para finales de este siglo, en gran parte por la magnitud de las emisiones de carbono. “Lo más preocupante es que este calentamiento será significativamente mayor que en cualquier otro momento durante los últimos 11.300 años”, afirma Clark a las agencias de noticias, quien remarcó que muchos otros estudios previos y paralelos al suyo demuestran que las variaciones son más por la actividad humana que por las naturales por posición respecto al sol u otras causas no humanas. Lo dicho, somos como cerillas junto a un barreño de gasolina.