La antecesora de la literatura fantástica infantil (Harry Potter mediante) ya tiene versión en castellano: la editorial Berenice va a publicar en España ‘Los chicos del ferrocarril’, de Edith Nesbit.
Icono de la literatura inglesa, autora que está detrás de varias generaciones de lectores (y autores) británicos o anglófonos repartidos por todo el mundo, por fin tiene su versión en español a través de una de sus novelas, ‘Los chicos del ferrocarril’. No es una autora más: Nesbit es la pionera del género infantil-juvenil en Inglaterra y está considerada el antecedente de toda la ristra de autores del la llamada ‘literatura young adult’ anglosajona.
El libro, publicado en 1906, no ha dejado de editarse generación tras generación en Gran Bretaña, país lector donde los haya. Esta novela fue de las primeras en incluir esos temas típicamente adultos en un contexto de menores (política, espionaje, terror…) que son los antecedentes de toda esa literatura posterior que tantos buenos réditos ha dado.
Edith Nesbit en la juventud y la madurez
La historia de ‘Los chicos del ferrocarril’ arranca cuando el padre de Roberta, Peter y Phyllis, funcionario del Foreign Office, desaparece de forma inesperada, y en extrañas circunstancias por un caso de espionaje. La familia abandona Londres para irse a vivir a un pueblecito de la campiña donde Su madre tiene que abandonar su feliz y holgada vida familiar en Londres para ir a vivir a una pequeña casita en una aldea en el campo. En el mundo rural, y alrededor de una estación de trenes, encuentran un nuevo mundo para crecer, pero sin olvidar nunca la desaparición del padre.
Edith Nesbit (1858-1924) fue una escritora y poetisa inglesa con vida viajera: recorrió toda Inglaterra y pasó por España y Francia. Fue una de las primeras grandes feministas británicas, acostumbrada a desafiar a la sociedad y que se atrevió a fumar en público, lo que la llevó a la tumba con el tiempo: murió de cáncer de pulmón. Contribuyó a fundar la socialista Sociedad Fabiana (cantera del Partido Laborista inglés) y fue una escritora de género: romance, poesía, terror, teatro, crítica literaria… Revolucionó la literatura infantil al fusionar sus tramas con componentes típicamente adultos y ser de las primeras en combinar realismo con mundo mágico en el mismo plano. Ha servido de inspiración para otros autores como C. S. Lewis (‘Las Crónicas de Narnia’) y J. K. Rowling (la saga de Harry Potter).