Durante siete días (del 18 al 26 de noviembre) Madrid será la sede de la cinematografía underground y el trampolín de jóvenes creadores reunidos en este festival que gira sobre el cine de culto y en pequeño formato. Un festival pequeño para creadores pequeños o que empiezan, y que es una de las mejores ventanas a la creatividad libre en el mundo audiovisual.
Nacido alrededor del Festimad, ha evolucionado para convertirse en una ventana mucho más agresiva, minoritaria y diferenciada, para lo bueno y para lo malo. La programación del festival, se distribuye en 12 espacios culturales de la ciudad, como el Centro de Arte Reina Sofía, el FNAC de Callao, la Sala Berlanga o el mítico local del barrio de Malasaña La Vía Láctea (donde será la fiesta de inauguración), en los que se espera acudan más de 12.500 espectadores, cuota de público de la pasada edición. Entre concursos de cortos y presentaciones de películas, habrá fiestas, conciertos y muchas actividades paralelas: desde lo último de Paul Naschy antes de morir a la retrospectiva de la leyenda Vincent Price. Todas las demás actividades lógicas del festival, desde presentación de cortos a rescate de viejos títulos de culto, se mantendrán.
En esta edición hay novedad: el Home Cinemad, pensado para poder ver el festival desde casa. El método es sencillo: convertir la casa propia en una sala del festival, con proyección de películas y actividades paralelas. Tiene que tener una capacidad mínima para 10 personas, y el dueño deberá atender a los espectadores. Una forma de vincular al público, de crear una conexión más directa entre el festival y sus fans y así poder asegurar a largo plazo la existencia del propio festival.