Un poquito más allá, otro salto mortal de la realidad y la literatura. Juan José Domínguez Torres (Salamanca, 1978), es uno de esos ejemplos de que la realidad supera la ficción, o mejor dicho, la alimenta para convertir a un policía nacional destinado en Canarias y luego en Salamanca en un escritor de novela negra con ‘El elemento prescindible’. A la primera, diana: en una editorial canaria especializada en sacar nuevos talentos, en que un policía en activo dé ese paso que muchos han pensado: escribir sobre la realidad que ha tenido, a veces, que protagonizar por su trabajo. Toda la experiencia y también toda la facilidad, por conocer de primera mano el mundo del crimen y de cómo funciona la policía por dentro.
Presentada hace cuatro meses, con ventas en Canarias, Madrid y El Corte Inglés de Salamanca, ‘El elemento prescindible’ es un thriller policíaco del que hablaremos más largo y tendido en el próximo número de mayo de El Corso, y que según su autor es producto del primer atrevimiento a retratar ese mundo vivido e imaginado, una versión paralela y sin nombrar de Las Palmas. Ser policía “ayuda a la hora de hacerlo más creible”. Cinco meses de trabajo para un autor que está convencido de que en el futuro “ganarán los escritores que trabajen por encargo”. Pesimista, pero con muchos planes, como la segunda y tercera novela.
‘El elemento prescindible’ aborda la historia de un agente, Antonio Acera, que cumple con los cánones del antihéroe del género: a disgusto con su trabajo, con mala fortuna, tendencia a la depresión, un matrimonio en peligro… hasta que ingresa por un giro inesperado en un cuerpo de investigadores especializados llamado La Secta. A partir de ahí, los ingredientes típicos, una mezcla de thriller, corrupción y grandes dosis de literatura de acción para llegar lejos. Perfecta para ser llevada al cine.
“Era mucho más sencillo dedicarme a lo que me dedico, y hacer lo segundo como hobby, que hacerlo al revés”, dice J. J. Domínguez, que parte de la modestia del novel, del que ha terminado por fin la novela, ya que “normalmente cuando llevas un par de centenas de folios empiezas a pensar que lo puedes hacer mejor y vuelves a empezar. Donde yo trabajaba antes, en Canarias, conocí a una escritora que me explicó cosas del mundillo y me ayudó a terminar y presentar la novela, moverla un poco. El desconocimiento al terminar no me llevaba al final del camino. Hice mucho relato anteriormente”.
Domínguez agrega que en la novela “realmente no hay investigación, hay que considerarlo más un thriller con mucha más acción. Es una historia hecha para agradar tanto a la gente de la profesión como al público en general. Para explicar los entresijos que hay en los cuerpos (policiales). Tiene fundamentos reales en cuanto a cómo funcionan ciertas cosas pero que es totalmente ficción. Inspirada en algo que ocurrió en mi etapa anterior en Las Palmas, pero ficción”. “Ayuda mucho en realidad a hacer las cosas más creíbles, sobre todo con la gente que conoce cualquier tipo de escenario policial”, sin embargo, ese conocimiento es muy general, ya que “somos miles de policías en la calle, y cualquiera que esté algo de tiempo en la calle puede contar lo mismo. Se trata más de hacer algo diferente, interesante, que no sea el día a día”.
El día a día de Domínguez y de otros escritores de género negro puede seguirse en su blog, escritoennegro.blogspot.com. Más información en www.beginbook.com