Un fresco antiguo de un ‘Ecceo Homo’ se ha convertido en el mayor ejemplo de que el trabajo debe ser siempre cosa de expertos, de lo contrario se producen atentados contra el patrimonio artístico que ya no tienen solución.
El pequeño mural se encuentra en uno de los muros del Santuario de la Misericordia en Borja (Zaragoza), una pequeña iglesia prototípica del siglo XVI en el arte español. El templo está en la hospedería del mismo nombre, y tenía un valor concreto para la población, que cuenta con patrimonio artístico encomiable pero en mal estado. Esta pintura era mucho más reciente, no tenía tanta importancia, pero no dejaba de ser patrimonio cultural. La autoría de la pintura de ‘Ecce Homo’ se atribuye a Elías García Martínez, un artista del siglo XIX natural de Requena y profesor de la Escuela de Arte de Zaragoza, cuyos familiares todavía guardan relación con Borja.
Tenía que haber sido restaurado por expertos, pero no por una amateur de 80 y pico años que, con buena intención (pero catastróficas consecuencias), intentó hacer un arreglillo que luego se transformó en una chapuza que ha sobrecogido a todo el municipio y circula por la red como uno de los mayores chistes pensados.
La artífice del estropicio es, según Juan María de Ojeda, concejal de Cultura de Borja, una vecina octogenaria que actuó de forma espontánea y “sin pedir permiso a nadie”. Al parecer, cuando a la anciana le entraron los nervios al ver que aquello se le había ido de las manos, avisó al responsable del patrimonio cultural del municipio para confesar los daños que había causado. A pesar de ser una obra sin gran importancia, y que tampoco forma parte de ningún conjunto pictórico ni retablo, el pueblo lamenta el destrozo de la pieza, que sí tenía cierto valor sentimental, ya que el autor, que veraneaba en la zona, decidió pintarla para legársela al pueblo que tantos buenos días le había dado.
La noticia salió a la luz el pasado 7 de agosto, en el blog del Centro de Estudios Borjanos, donde se documenta con fotografías la evolución de la obra y la relación que tenía la familia del pintor con la capital de la comarca de Campo de Borja. El Ayuntamiento se puso en contacto con los familiares del pintor, que tenían pensado legar un boceto original del dibujo también al pueblo, y que ahora se han encontrado con el desastre. El municipio quiere averiguar cómo lo hizo la anciana, qué tipo de pinturas uso, para así poder intentar arreglar la chapuza y que los restauradores logren salvar lo que puedan.
La obra original y el estado en el que ha quedado