Termina una etapa en el DA2, puede que algo más; más de cinco años de exposiciones, una imagen reconocible en el mundo del arte, un trabajo hecho con lo mínimo y una sombra en el futuro

Por Luis Cadenas Borges

FOTOS: David Arranz (propiedad del DA2)

Las exposiciones colectivas también han sido una de las bazas del DA2. Recordaremos tres de ellas. ‘Rock my religion’ (octubre a diciembre de 2008), un viaje expositivo dentro de Explorafoto 2008 que tomaba su título de una obra de Dan Graham, y en la que se diseccionó cómo el rock y la música ha condicionado la vida contemporánea, creando nuevos modelos de vida marcados por la velocidad, el exceso y la transgresión. La exposición, dentro del gran festival de fotografía, reunió a cerca de 60 artistas y repasó el diálogo y las influencias culturales y subculturales entre música y el arte. Si vamos más atrás llegamos a ‘Idilio’ (junio – septiembre de 2007), que formó parte del Festival de las Artes de aquel año y que también fue uno de los puntos de inflexión en cuanto a calidad y ambición en el DA2. El eje de aquella exposición, mil veces mentada por Panera y otros, era la idea del lugar paradisíaco, del idilio, de la utopía. Cada persona tiene un lugar feliz, un punto del universo real o ficticio en el que es y se siente completo; la pregunta que vertebraba todo era qué había quedado de esa idea en un mundo hiperrealista y donde la información lo controla y consume todo. Y ante todo planteaba la fina línea que hay entre lo utópico y lo distópico, es decir, entre el sueño de la pesadilla en la que muchos “mundos felices” se convirtieron. Porque la felicidad no es plena, y la exposición lo recordaba y metía a conciencia en la cabeza del visitante.

Y finalmente, ‘Barrocos y Neobarrocos’, una carta de presentación de más de un año, entre octubre de 2004 y enero de 2006, que reunió en aquella especie de semilla de trabajo del DA2 a muchos de los artistas que en años posteriores volverían en solitario o en otras exposiciones. Fue el caso de Tmori, Franz Ackermann, Judith Barry (de la que se hizo una retrospectiva en 2008, Erwin Olaf, Tony Oursler, Rosefeldt y muchos otros. ‘Barrocos y Neobarrocos’, un exceso completo del arte, fue la simiente regada con muchos años de trabajo posterior a aquel 2005 en el que el DA2 arrancó de nuevo para ser lo que fue después. Llamar a aquella exposición ‘El infierno de lo bello’ decía mucho de la idea central de la muestra: vivimos, muchas veces sin saberlo, nuevos tiempos de barroquismo o “neo” barroquismo que marcan la estética de los tiempos. Porque son tiempos de artificio, de teatralidad excesiva en los que la idea hegeliana del “gran teatro del mundo” cobra especial protagonismo y fuerza. Casi una reencarnación del siglo XVII en pleno siglo XXI. Todo se llena de ornamentación, de alegorías, impulsos viscerales, la tendencia al exceso, a lo dionisíaco, a lo grotesco, a la máscara, al travestismo, a la pintura expandida… El gran teatro del mundo que sirvió de carta de presentación mundial para el DA2, un centro que ha terminado por ser conocido desde Los Ángeles a Centroeuropa por una simple razón: porque más allá de las críticas quedó el trabajo de unos pocos.

Sin pedagogía no hay vanguardia

Hacer una lista de todas las exposiciones ocuparía muchas páginas de esta revista; sólo exposiciones y cursos la cifra supera las 81 según Arteinformado desde la red, y más de cien según la institución. Lo que une a todas es una labor de forja, como un buen escultor que con cincel y martillo va tallando las cabezas de los visitantes, lentamente, para que al final el resultado sea una obra casi perfecta. Ha sido uno de los mantras de mucha gente: no se trata sólo de exhibir la vanguardia, las nuevas creaciones de los artistas que alimentan el circuito del arte (muy lucrativo, por cierto, no mantenido, como sugieren los legos de la materia que siguen los tópicos y no el razonamiento). Se trata también de hacer de Miguel Ángel con un David cualquiera que somos los demás. Si por algo era conocido Panera era por su conocimiento de los temas que abordaba, por saber lo que hacía, y también por ser capaz de instruir. Muchos aprendieron escuchándole, que por algo es profesor también, pero esa faceta se tradujo también en un aspecto del DA2 celebrado por muchas familias, como con los talleres infantiles, pero también por los visitantes. Uno de los temas más importantes de todo centro de arte es la formación, y eso lo han tenido claro muchos de los directores de otros centros: supongo que al Reina Sofía de Madrid nadie le dirá que no debe excederse en los folletos ni en nada parecido. Lo que hay es un déficit absoluto de pedagogía en la mayor parte de las instituciones culturales, en manos muchas veces de funcionarios que no hacen su parte en este sentido.

Por eso durante estos años con cada gran exposición se desarrollaba una tarea paralela en forma de talleres infantiles, pero también en la labor de un responsable de didáctica que era como un imán para colegios, asociaciones culturales, de vecinos y todo tipo de colectivos que recalaban en un centro que, a mi parecer, seguía estando fuera del circuito oficial de la ciudad. Es un tema muchas veces hablado, pero que muchos siguen sin ver muy claro. El futuro del DA2 debería pasar decisivamente por hacer esa labor que había estado realizando “en silencio”, discretamente, una forma de inculcar los valores del arte contemporáneo, tan injustamente maltratado y que debería ser reconocido formalmente. Ya que se unen ambas fundaciones, quizás sería el buen camino. Porque una cosa está clara: NADIE hará ya esa labor si no está el DA2, nadie. Pero, a buen seguro, que el futuro de la vieja cárcel convertida en oasis cultural tiene a las Parcas tejiendo otros hilos. Y quizás sea mejor no saber dónde van.

Dirección:

Avenida de la Aldehuela s/n

37003 Salamanca

Tel: +34923184916 Fax: +34923183235

email: da2@ciudaddecultura.org

Horario

Martes a Viernes de 12.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00

Sábados, Domingos y Festivos de 12.00 a 15.00 y de 17.00 a 21.00

Lunes cerrado (excepto Festivos)

La entrada al Museo es gratuita