Argentina y la música tienen algo especial que Diego García, El Twanguero, ha condensado en ‘Argentina Songbook’. 

La música en Argentina siempre ha sido algo particular, bueno, diferente. Mientras que el país en sí parece no hacer nunca pie y estar hundiéndose de forma crónica desde hace tanto tiempo que ni se recuerda cuándo estuvo bien (como suelen decir los propios argentinos), la música y la literatura han sido siempre baluartes de todo un pueblo. Letra escrita y letra compuesta siempre han sido geniales allí. Argentina sigue siendo a día de hoy el bastión del rock en español cuando en España desaparece y en el resto, salvo en México (y poco más) sobrevive como puede. Es además la patria de escritores diferentes, más raros que un perro verde pero que arrastran a generaciones enteras, como Borges o Cortázar.

Buena parte de ese talento ha quedado condensado en el disco ‘Argentina Songbook’, del guitarrista español Diego García, alias el Twanguero, que ha recorrido un camino musical que va desde Gardel a Fito Páez pasando por Óscar Alemán, Salgán, Yupanqui, Cuchi Leguizamón, Spinetta, Charly García, Piazzolla, Andrés Calamaro o Cerati, todos recuperados a través de la guitarra de García, que ha hecho suyo el sonido twang de los años 50 y ha traducido a su estilo el legado de sus contemporáneos y antecesores. Algunos incluso le han ayudado, como es el caso de Calamaro y Páez, pero también españoles como Diego El Cigala y Enrique Bunbury.

Diego García, el Twangero

 

Con muchos de ellos ya ha trabajado en el pasado, y ‘Argentina Songbook’ es la excusa perfecta para juntarse de nuevo y en un peloteo mutuo dejar un bonito recuerdo. Tango, rock y folklore argentino son la base de un álbum grabado con músicos como Sergio Verdinelli, Mariano Otero, Gastón Baremberg. Parte del proceso de grabación del disco está recogido en un documental grabado por el director Javier Pistani que ha ido en paralelo a la música.

El Twanguero agarró su primera guitarra cuando apenas tenía una década, pasó por el consabido conservatorio en Valencia pero luego siguió un camino muy particular, como apoyo de muchos músicos como Santiago Auserón, El Cigala, Calamaro o Jaime Urrutia. Fue secundario antes que protagonista, hasta ahora. En su haber solitario tiene ya tres discos, ‘Octopus’, ‘Twanguero’ y ‘The Brooklyn Sessions’, al que suma ‘Argentina Songbook’.