‘Kill the trumpet player’ supondrá el debut en la dirección del actor, que está negociando con Ewan McGregor y Zoë Saldana.
Clint Eastwood, un declarado melómano, rodó ‘Bird’ (1988) con Forest Whitaker para recordar al genial saxofonista de jazz Charlie Parker. La maravillosa interpretación de Whitaker fue recompensa con la Palma de Oro al mejor actor en el Festival de Cannes. Taylor Hackford se atrevió en 2004 con otra leyenda del blues, el jazz y el soul: Ray Charles. Jamie Foxx bordó el papel. Ganó el Oscar con ‘Ray’. Ahora es el turno para otro de los clásicos de la música negra: el trompetista de jazz Miles Davis. Don Cheadle (Kansas City, 1964) ha elegido la vida de Davis para debutar en la dirección con ‘Kill the trumpet player’.
Cheadle compaginará las labores de dirección con las de interpretación. Encarnará a Miles Davis, sin duda su proyecto más ambicioso y su papel más complicado en toda su carrera. Poco se conoce, de momento, de ‘Kill the trumpet player’ salvo que contará con la financiación de BiFrost Pictures y con un guion de Stephen J. Rivele y Chris Wilkinson, que se encargaron junto con Oliver Stone de la escritura de otro ambicioso biopic: ‘Nixon’ (1995). Además, según Screen Daily, Don Cheadle está negociando con Ewan McGregor y Zoë Saldana para incorporarse a la película con papeles que no han sido precisados.
Don Cheadle
Miles Davis (Alton-Illinois, 1926) es una de las grandes figuras universales del jazz junto con Louis Armstrong, Charlie Parker, Duke Ellington y John Coltrane. Falleció en 1991, en Santa Mónica (California), a los 65 años tras una vida intensa en lo musical y, también, en lo personal, con numerosos problemas con el consumo de drogas y múltiples relaciones sentimentales. Criado en una acomodada familia negra en un barrio blanco de Saint Louis, se trasladó, aconsejado por Charlie Parker, a Nueva York, ya con su primera mujer, Irene, aunque nunca llegó a casarse con ella.
En Nueva York, vivió muy cercó de la famosa Calle 52, epicentro del mundo del jazz. Davis se hizo asiduo del Birdland, el local donde tocaba su ídolo: Charlie Parker. En Nueva York, asistió a la batalla musical entre los puristas del jazz (el swing) y los renovadores (el bebop). Y tomó parte. Miles fue, precisamente, uno de los grandes representantes del bebop.
El éxito no fue, sin embargo, ni instantáneo ni sencillo en su país. Miles Davis se marchó antes, a finales de la década de los cuarenta, a Francia. Allí, su música sí triunfó. En París, conoció, además, al gran amor de su vida: Juliette Gréco, si bien regresó a Nueva York sin ella. Una vuelta a casa que fue una pesadilla. Miles Davis era todavía un desconocido en unos Estados Unidos donde imperaba el racismo, como le recordó con saña un policía con una paliza en el aeropuerto. La depresión aumentó y, como hiciera su mentor Charlie Parker, cayó en el consumo masivo de heroína. Una adicción que pagó caro, con el abandono de su mujer y sus tres hijos.
Fueron años complicados para Miles Davis que incluso ingresó en prisión por una demanda económica de su exmujer. Davis regresó, posteriormente, a Saint Louis para superar, con la ayuda de su padre, su adicción a la heroína y triunfar en el mundo de la música. La colaboración de Gil Evans resultó esencial para que el genial trompetista derrotara a sus demonios interiores y se dedicara por completo a su concepto renovador del jazz que le llevaría, posteriormente, a otros estilos como el ‘cool’, el ‘hardbop’ y la fusión con el rock. Recuperó la ilusión por la música gracias al saxofonista John Coltrane con el que formó un insuperable quinteto, junto con Red Garland, Paul Chambers y Philly Joe Jones. Gracias a los arreglos del canadiense Gil Evans consiguió, por fin, el reconocimiento del público entre 1955 y 1956.
Miles Davis y Don Cheadle
Su carrera musical se desarrolló con una premisa muy clara: “El ayer está muerto”. Miles Davis, que encontró durante unos años la estabilidad sentimental con la bailarina Frances Taylor, siempre buscó un sonido nuevo. De esa época se corresponde su mejor álbum, ‘Kind of blue’, publicado en 1959, con la colaboración de John Coltrane (saxo), Paul Chambers (contrabajo), Julian ‘Cannonball’ Adderley (saxofón alto), Jimmy Cobb (batería) y Bill Evans (piano). En ‘Kind of blue’ brillaba su estilo ‘cool’ nacido en las raíces del be-bop. Firmó su obra maestra en una carrera de altibajos marcada por su huraña personalidad, sus frecuentes caídas en las drogas, sus numerosas relaciones con mujeres y su genial concepción del jazz, siempre atento a las nuevas propuestas.
Miles Davis saltará al cine de la mano de Don Cheadle, conocido en especial por papeles en películas de notable calidad como ‘Traffic’ (Steven Sodebergh) (2000), ‘Hotel Ruanda’ (Terry George) (2004), que le valió una nominación a los Oscar, ‘Crash’ (Paul Haggis) (2005) y ‘El vuelo’ (Robert Zemeckis) (2012) y por su participación en la saga de ‘Ocean’s Eleven’. Cheadle se encargará delante y detrás de las cámaras de ‘Kill the trumpet player’, el biopic de una de las figuras esenciales en la historia del jazz con uno de las personalidades más complejas del mundo de la música: Miles Davis.