Atapuerca y sus yacimientos de homínidos no entienden de tiempos, ideologías, movimientos o presupuestos: la ciencia avanza y consigue desentrañar el ADN humano más antiguo hasta la fecha. 

La aplicación de nuevas técnicas genéticas ha permitido al os investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania) secuenciar casi por completo el ADN mitocondrial de un homínido de hace 400.000 años proveniente de la Sima de los Huesos en Atapuerca. Hasta allí fueron enviados los restos extraídos por los equipos españoles de antropólogos y arqueólogos; el objetivo era claro, ser capaces de tener una secuencia lo más fidedigna posible de cómo éramos hace casi medio millón de años y poder comparar, encontrar el punto de salto evolutivo.

El equipo alemán, dirigido por Matthias Meyer, en coordinación con el español, logró desarrollar nuevas técnicas en genética para poder extraer y secuenciar el ADN degradado. El primer experimento real fue en coordinación con el propio Arsuaga, y eligieron el esqueleto de un oso cavernario de Atapuerca. Resultó ser un éxito, así que se atrevieron con uno de los homínidos: extrajeron de un fémur el ADN y secuenciaron el genoma de las mitocondrias o ADNmt, una pequeña parte del genoma que se pasa a la descendencia a lo largo de la línea materna y se produce en muchas copias por célula. La forma más útil y sencilla de poder rastrear nuestros orígenes, siempre por vía materna.

A partir de ahí llegó la tercera fase: comparar ese ADN con otros. Los resultados fueron interesantes: primero con los neandertales, sin demasiados resultados (si bien mantienen rasgos semejantes, no tienen relación), luego con los homínidos del yacimiento de Denisova, en Asia, con nuestro ADN actual y con simios que se desarrollaron en paralelo a la especie humana. Esas comparativas han permitido descubrir que los pobladores de Atapuerca vivieron hace unos 400.000 años en las cuevas y están relacionados con los de Denisova a través de un ancestro común. Es importante porque este grupo asiático tiene unos 700.000 años de antigüedad y estaba entroncado con los neandertales.

 

La inacabable Sima de los Huesos

La llamada Sima de los Huesos es uno de los mejores y más complejos yacimientos de homínidos del mundo, un “depósito” dentro del sistema de cuevas naturales de Atapuerca que fue utilizado por sucesivas generaciones e incluso especies, homínidas o no, como refugio o almacén. Allí se han encontrado el mayor número del mundo de fósiles de homínidos del Pleistoceno medio, unos 28 esqueletos, después de dos décadas largas de trabajo de los equipos nacionales dirigidos, entre otros, por Juan Luis Arsuaga. Los fósiles se han clasificado como ‘Homo heidelbergensis’, pero también llevan rasgos típicos de los neandertales.