Treinta años después, Metallica reedita su disco más icónico, remasterizado, con decenas de extras de la producción que fue un antes y un después del heavy metal, y del rock en general, que marcó los años 90 y que sigue siendo uno de los álbumes más vendidos del género. Y lo más importante: creó un ejemplo a seguir para decenas de nuevas bandas.

IMÁGENES: Elektra Records / Warner Music / Wikimeda Commons

En 1991, mientras Nirvana y el grunge ya rompían desde Seattle, cuando aún quedaba un poco para ver emerger a Radiohead, y el hip hop tomaba forma para adueñarse de casi todo, una banda de rock con diez años de carrera y cuatro discos de estudio, publicó ‘Black Album’. Metallica acababa de poner los cimientos de su leyenda, aún en pie 30 años después. Aquel disco tenía doble virtud: era comercial y su calidad cautivó a la crítica. Los dos extremos del negocio bien atados en doce canciones con una portada oscura, azabache, minimalista. Fue el primer número 1 de Metallica en EEUU (cuatro semanas), en otros diez países, y una fábrica de singles que se repetían una y otra vez en las radios, como ‘Enter the Sandman’, ‘Nothing else matters’ o ‘The Unforgiven’, por citar tres legendarias.

Aunque hoy es conocido como ‘Black Album’, en su momento se editó como ‘Metallica’, el quinto de la banda. Un pequeño guiño inverso al ‘The White Album’ de los Beatles, pero con marcadas diferencias: negro casi absoluto, con los cuatro miembros de entonces de la banda (Lars Ulrich, James Hetfield, Jason Newsted y Kirk Hammett) y un lema libertario, ‘Don’t tread on me’, inscrito en la bandera revolucionaria americana de Gadsden, y que también usaron para bautizar una de las canciones del disco. Fue una producción importante porque innovó técnicas de grabación con la percusión para dotar al sonido el ambiente de un directo, consiguiendo un ambiente sonoro mucho más auténtico. Fue tal el gancho que sería el listón para las bandas de toda la década de los 90: literalmente querían “el sonido del Black Album”. Mejoró la calidad de sonido del bajo, indispensable pero olvidado y que aquí tomó un peso y una importancia enorme.

El éxito arrollador les abrió las puertas de la fama y el predominio en las giras para grandes estadios. Metieron el heavy metal en los grandes circuitos de música más allá del pop y el disco se ha mantenido como uno de los 500 mejores de la Historia de la Música contemporánea año tras año. No se trata de un álbum de debut salvaje que se convierte en una cima insuperable y un lastre psicológico para una banda o un músico. Fue el producto de la madurez a fuego lento de una década larga de sesiones de estudio, conciertos y romperse la cabeza para crear algo casi perfecto. Tanto que para muchos es el mejor disco de rock de la Historia, lo que puede ser mucho si tenemos en cuenta lo que nació en los años 70. Pero queda como el referente mítico que buscan todas las bandas que vinieron después.

Treinta años después es tiempo para celebrar un estilo y una forma de hacer música que ya no existe: un disco así no volverá. El sonido ha cambiado, el rock (entre arrinconado y mestizado en exceso) ya no tiene ese poder con las masas y tampoco la industria que alumbró ese álbum es la misma. Quizás por eso abundan los homenajes nostálgicos. Lo que la banda ha realizado es una reedición en toda regla que lanza este mes de septiembre, disponible en múltiples formatos: Doble LP de Vinilo de 180 grs., CD, Edición Expandida de 3 CDs, Digital y Caja Deluxe de Edición Limitada (contiene el álbum remasterizado en 2LPs de 180 grs., un picture disc, 3 LPs en directo, 14 CDs (con pre-mezclas, maquetas, entrevistas, conciertos en directo), 6 DVDs (con descartes, imágenes “making of”, videos oficiales, conciertos), un libreto de tapa dura de 120 páginas, cuatro pases de gira laminados, tres litografías, tres púas de guitarra, un cordón/colgante de Metallica, una carpeta con letras de canciones y una tarjeta de descarga. Traducción: caja registradora en marcha.

Las doce canciones originales fueron ‘Enter Sandman’, ‘Sad But True’, ‘Holier Than Thou’, ‘The Unforgiven’, ‘Wherever I May Roam’, ‘Don’t Tread on Me’, ‘Through the Never’, ‘Nothing Else Matter’, ‘Of Wolf and Man’, ‘The God That Failed’, ‘My Friend of Misery’ y ‘The Struggle Within’. El compendio que les convirtió en la banda que es hoy, el culmen de diez años de trabajo desde que los dos fundadores originales, Lars Ulrich y James Hetfield, se juntaran en Los Ángeles en 1981. Ambos fueron también los principales compositores y letristas, salvo en el caso de ‘Enter Sandman’, que incluyó a Kirk Hammett, que también colaboró en ‘The Unforgiven’, ‘Through the Never’ y ‘Of Wolf and Man’. Jason Newsted, que fue parte de la banda en su origen, participaría en ‘My friend of misery’. En su primera semana rompió todos los techos del heavy metal vender medio millón de discos en EEUU, cifras propias de otros géneros de masas.

‘Metallica Blacklist’: homenaje a sí mismos

Además de la reedición remasterizada del ‘Black Album’, la banda ha preparado un homenaje mirándose al espejo y tendiendo la mano a versiones de todos los géneros musicales. Metallica y una lista larguísima de colaboradores de todo tipo (50) que volvieron a grabar el álbum desde esa nueva perspectiva, incluyendo una alocada versión de ‘Enter Sandman’ junto a Juanes y otra todavía más alejada de ellos de ‘Nothing else matters’ con Myley Cyrus y Elton John. Y eso son sólo dos ejemplos. Este segundo trabajo sale a la par que la reedición del original, el 10 de septiembre, disponible en Digital, 4 CDs y una edición limitada de 7 LPs en vinilo.

‘The Metallica Blacklist’ celebra la influencia de la banda y su trabajo en uno de los proyectos más ambiciosos de su carrera, con la posibilidad de abrir su obra a músicos que apenas tienen relación con el rock de la banda; no sólo son los estilos, son las edades: las generaciones saltan y los miembros de Metallica tienen incluso edad para ser padres de algunos, sin apenas conexión cultural, pero que tienen en común el reconocimiento por un disco que hizo historia en el rock. Se repartieron las canciones y el resultado es un experimento único, multitudinario y transversal.

Colaboraciones coordinadas con doce temas fundacionales del rock contemporáneo que se tradujeron, por la abultada lista country, electrónica y hip hop compartiendo su amor por estas canciones junto a punks, indies, iconos del rock, del metal, de la world music y muchos otros estilos dedicando sus interpretaciones a más de 50 buenas causas: todos los ingresos por venta, descarga o stream del álbum se destinarán, a partes iguales, entre las organizaciones caritativas escogidas por los artistas y la Fundación de Metallica, All Within My Hands.