Ya tiene nueva tarea para esta Navidad si pasa por Madrid: será la única vez que pueda ver, si no es viajando al corazón de Alemania, obras de Goya, Murillo y Cano juntas.

Uno de los eternos retornos de la pinacoteca principal de España, Goya, del que atesora un gran legado en forma de cuadros, dibujos para tapices e incluso tapices. Pero hay otros que tienen en su poder parte de su legado. Concretamente sus dibujos. Es el caso de colección de la Kunsthalle de Hamburgo, que desde hace años posee una de las mejores colecciones de dibujo español que existen en el mundo. En la nómina aparece Goya, pero también Murillo, Valdés Leal, Castillo, Cano… y Goya, siempre Goya. En total cerca de doscientas obras que abarcan desde el despertar del arte español de autor en el siglo XVI hasta el XIX con el aragonés universal. La exposición del Prado (hasta el 8 de febrero), sin embargo, reúne una selección de 85 dibujos.

La colección, en su peregrinar por medio mundo, aterriza en España después de su particular historia, cuando fue vendida por lotes en 1891 a los opulentos alemanes que ansiaban arte para enriquecer sus museos. Ya entonces España y Alemania repetían el esquema actual: país relativamente empobrecido con potencia industrial que llenaba los bolsillos de dinero por arte. En aquellos lotes no sólo se colaron trazos goyescos, sino algo mucho más contundente: esbozos de retratos salidos de la mano maestra de Velázquez. La colección vuelve a casa pues para darle mayor peso a una técnica y un formato artístico que durante mucho tiempo sólo fue considerada preparatoria de la pintura, algo no reseñable, hasta que la eclosión del dibujo en el siglo XX como arte independiente (gracias al diseño y, en menor medida, al cómic) ha rescatado parte de su valor. Una ocasión única de poder ver reunido algo que será difícil volver a tener en España en los próximos años.

Destacan el ‘Altar de santa Catalina de Alejandría’ de Alonso Cano, la ‘Asunción de la Virgen’ de Murillo o ‘Pareja con sombrilla en el paseo’ de Goya (sobre estas líneas). La muestra tiene dos grandes núcleos, el primero centrado en los dibujos de Murillo, sus alumnos y contemporáneos, casi todos vinculados a la Academia fundada en Sevilla por el maestro junto con Juan de Valdés Leal y Francisco de Herrera. También hay obras de otros destacados maestros del Siglo de Oro como Alonso Cano o Antonio del Castillo.
Por el otro está Goya, omnipresente. Se trata sobre todo de dibujos realizados a partir de obras originales de Velázquez hoy conservadas en el Prado.

Son parte del largo trabajo preparatorio que hacía Goya para su trabajo de Corte, bien para crear tapices como para estampas populares. Goya, más que imitar a Velázquez, fusionó la visión del sevillano con la suya. Junto a estos, también se podrán contemplar dibujos del ‘Álbum de Madrid’, y preparatorios para su famosa serie de estampas de ‘La Tauromaquia’.
La exposición plantea algunas de las principales cuestiones relacionadas con el mundo del dibujo: los cambios y estudio en el formato, el dibujo como medio de expresión autónomo de la pintura, como medio de expresión en plena formación del artista. Analiza también cómo se coleccionaron en los siglos XVIII y XIX; y recrea el modo en que llegaron a Hamburgo a través del inventario expuesto.

‘El príncipe Baltasar Carlos, cazador’, 1778­-79 (Francisco de Goya) Hamburger Kunsthalle, Kupferstichkabinett. © Hamburger Kunsthalle/bpk. Foto: Christoph Irrgang