Abel Ferrara y Gérard Depardieu han enloquecido al expresidente del FMI, con un polémico retrato de un depravado adicto al sexo. La demanda no ha tardado.
“Mi cliente me ha dado instrucciones para presentar una demanda por difamación por las insinuaciones que contiene la cinta (…). Se basará en el conjunto de los extractos sobre la violación y la manera en que Dominique Strauss-Kahn es tratado”. Strauss-Kahn (Neuilly-sur-Seine, Francia, 1949) no ha necesitado ver la película para sentirse “asustado y asqueado”.
Abel Ferrara y Gérard Depardieu han sacudido el Festival de Cannes sin necesidad de competir por la Palma de Oro y pasearse con glamour por la Croisette. Ha bastado una proyección simultánea en una sala alquilada en Cannes y en una pantalla en la playa del Hotel Carlton. El estreno de ‘Welcome to New York’ ha acaparado la atención de mucho más que el mundo del cine. Un retrato de un depravado adicto al sexo al frente del poder financiero mundial. Aunque, eso sí, sin citar su nombre.
El personaje de Depardieu, claramente inspirado en DSK (acrónico por el que se conocía al poderoso presidente del FMI entre 2007 y 2011, cambia de apellido: Devereaux. Una precaución extendida al papel de Jacqueline Bisset. La exmujer de DSK, la influyente periodista Anne Sinclair (Nueva York, Estados Unidos, 1948), ha pasado a llamarse Simone. Todo sea para evitar futuros problemas legales. El filme incluso comienza con una nota aclaratoria:
“Esta película se inspira en un caso judicial cuyas vistas públicas fueron filmadas, retransmitidas y comentadas por los medios de comunicación del mundo entero… Sin embargo, los personajes y las escenas de la vida privada son enteramente ficticios”.
Una estrategia que no ha servido, sin embargo, de nada. DSK está que se sube por las paredes. No ha tardado en enfrentarse a los responsables de su sórdido biopic, centrado en su escandalosa acusación de violación a una limpiadora guineana, Nafissatou Diallo, del exclusivo Hotel Sofitel de Nueva York el 14 de mayo de 2011. Las autoridades estadounidenses ni le dejaron salir del país y detuvieron a DSK en la cabina de primera clase de un avión de Air France con rumbo a París.
Un mayúsculo escándalo que destapó una lujuriosa vida que poco tiene que envidiar a Jordan Belfort, el desenfrenado bróker de ‘El Lobo de Wall Street’ del dúo Martin Scorsese-Leonardo DiCaprio. La biografía de Belfort rivaliza en excesos con el gerente del FMI, un judío francés que planeaba su asalto al Elíseo contra Sarkozy. Su incontrolado apetito sexual con la trabajadora del Hotel Sofitel de Nueva York le costó su carrera política, su prestigio personal y algo más.
DSK salvó el juicio penal, absuelto por falta de pruebas, pero abonó una onerosa indemnización a la limpiadora guineana cifrada, por algunos medios de comunicación, en seis millones dólares. El precio de salir desnudo de la ducha y obligar a la trabajadora del hotel a practicarle, supuestamente, una felación. Sexo consentido para DSK y su equipo legal. Una visión muy distinta para Nafissatou Diallo, que aceptó el dinero para cerrar una dolorosa etapa.
Gérard Depardieu y su risa interior
Abel Ferrera y Gérard Depardieu se lo han impedido al vigoroso Strauss-Kahn, que incluso ha acusado al director de antisemita por los diálogos de la película. El actor francés, antes de los títulos de crédito, justifica delante de los espectadores su presencia en ‘Welcome to New York’: “Acepté el papel porque no me cae bien (…). No me fío de los políticos. Además prefiero interpretar a alguien que no me caiga bien. Me río por dentro”. Depardieu desnuda, en todos los sentidos, a Devereaux, alter ego de DSK. El actor francés se emplea a fondo y con ganas, dispuesto a aceptar un papel que apenas le ha reportado 100.000 euros, muy por debajo de su caché.
Ferrara, con una polémica filmografía con títulos como ‘El Rey de Nueva York’ (1990), ‘Teniente Corrupto’ (1992) o ‘The Funeral’ (1996), ha recuperado al mejor Depardieu, alejado de la polémica generada por su recién adquirida ciudadanía rusa para pagar menos impuestos que en Francia. ‘Welcome to New York’ “es una película que habla sobre sexo y dinero, que es de lo que hablan las grandes tragedias”. Porque, para el intérprete galo, la historia que relata Abel Ferrara contiene todos los elementos de “una tragedia de dimensiones shakesperianas”.
“El tipo llega a la habitación. Hay dos amigos, tres mujeres en ropa interior. En la película hicimos lo mismo, solo rodamos”, ha replicado Ferrara, que ha financiado el proyecto, con un ajustado presupuesto de tres millones de dólares, a través de su productora, Wild Bunch, y aportaciones de inversores privados. “Pero, a pesar de lo que algunos dicen, no se trata de porno. Es una historia real que hemos reinterpretado (…). No es porno en absoluto, para que sea porno tienes que ver una gran polla levantada así (brazo en alto)”, ha expuesto grafícamente Depardieu en Cannes.
“Nunca me cuestioné la moralidad de mi personaje. Lo que vi es que este hombre no es como yo en absoluto, pero puedo entenderle. Y puedo entender cómo se vuelve cada vez más y más loco (:..). Sabes que estás enfermo, pero no quieres ir al doctor”, ha analizado el actor francés al antiguo mandamás de la economía mundial. Explicaciones que no han convencido, en absoluto, a DSK, en palabras prestadas a sus representantes legales.
Jean Veil, abogado de DSK, ha ironizado sobre la ausencia de ‘Welcome to New York’ en la programación oficial del Festival de Cannes. Y ha encontrado la respuesta. La película “es una mierda. Creo que es porque el filme es muy malo y por eso lo han rechazado los dirigentes de Cannes”. Viel también se ha acordado del productor, Vincent Maraval: “Se ha presentado como un cornudo cinematográfico para tratar de aprovechar el Festival de Cannes haciendo creer que era una película maldita, pero en realidad es como una caca de perro, todo el mundo la rodea para que no se te pegue a la suela”.
Un exabrupto que, lejos de apagar el revuelo levantado por el filme de Ferrara y Depardieu, promete convertir a ‘Welcome to New York’ en un fenómeno en la red. La película, que no se exhibirá en las salas de cine, ya está disponible en media Europa en plataformas de Video On Demand. En España, DSK no ha podido evitar que su lujuriosa vida esté a golpe de clic en plataformas digitales como Filmin, Yomvi, iTunes, Wuaki.TV, Nubeox y Ono. Por menos de cuatro euros, el Lobo de DSK al desnudo.
Comparativa entre el plano de la película y la fotografía real con DSK