‘Californication’ concluirá tras siete temporadas llenas de excesos; de sexo, de mucho sexo, de humor, de mucho humor, pero, sobre todo, de amor entre los personajes de David Duchovny y Natascha McElhone.
Cuando los aficionados a las series aún no nos hemos repuesto de los recientes finales de ‘Dexter’ y ‘Breaking Bad’, llega otro duro adiós. Showtime ha anunciado que la séptima temporada de ‘Californication’, que se estrenará en el próximo mes de abril en Estados Unidos, será la última. El novelista Hank Moody, conocido por su desbordante adicción a las mujeres, al alcohol, a las drogas y, sobre todo, a su exnovia Karen y su hija Becca, encontrará la inspiración para escribir la palabra fin y cerrar una de las series más transgresoras de la historia de la televisión.
‘Californication’ enamoró o ahuyentó, según los límites de moralidad del espectador, al instante. Hank Moody, un personaje confeccionado a la medida del exagente Mulder del FBI de ‘Expedientes X’ David Duchovny, se presenta en todo su esplendor mientras conduce un espectacular deportivo, un Porsche 964 Cabriolet de color negro y con el faro derecho roto, un guiño a la canción ‘One Headlight’ de The Wallflowers. Moody oculta su rostro cansado, con claros síntomas de no haber dormido, bajo unas gafas de sol y sujeta sobre sus labios un cigarrillo.
Lo mejor está por llegar. Con el mítico tema de The Rolling Stones ‘You can’t always get what you want’, entra en una iglesia. Apaga el cigarrillo en la pila bautismal y se dirige a Dios:
-¡Vale, grandullón, tú y yo! Nunca hemos hecho esto antes pero… en momentos desesperados, medidas desesperadas. Me llamo Hank.
-¡Hola Hank!, responde una joven monja.
-Perdone, hermana. Solo quería charlar un poco con su esposo.
-¿Puedo ayudarle en algo?
-No, no, no. No quiero molestar. Muchas gracias.
-No es molestia Hank. Para eso estoy aquí.
-Bueno, se lo contaré. Tengo como una crisis de fe. Sencillamente, no puedo escribir, lo cual es terrible porque, se supone, soy escritor, un escritor profesional. Y no soy capaz de escribir una maldita oración y un predicado. Perdón. Mis disculpas. La he jodido… otra vez. Perdóneme.
-Bueno, normalmente le sugeriría unos cuantos padres nuestro y un par de ave marías pero no creo que eso le sirva.
(Hank mueve negativamente la cabeza).
-¿Qué tal una mamada?
-¿Humm?
-¡Una mamada! ¿Eso le haría sentir mejor?
-¿Una mamada suya?
-Algo me dice que no podría hacérsela usted, Hank.
-No, pero…, ¡es una monja!… (Ella se desviste) Una monja muy guapa.
(Hank tapa con una mano una imagen de Cristo mientras la ‘monja’ se agacha).
-Jesús de mi alma. Hank irá al infierno.
Apenas dos minutos y medio. Tiempo más que suficiente para que ‘Californication’ sorprendiera a los espectadores que buscaban propuestas innovadoras y para que escandalizara a los sectores más conservadores de la sociedad estadounidense. Objetivo cumplido. Poco importó que la felación de la falsa monja fuera en realidad un sueño del promiscuo Hank Moody. Solo en el primer capítulo, cuatro mujeres (sin contar a la monja aficionada al sexo oral) pasaron por su cama, incluida la adolescente hija (16 años) del prometido de su exnovia. ¡Qué currículo!
‘Californication’, con un episodio piloto de media hora de duración, había traspasado más límites que la mayoría de producciones en todas sus temporadas con un lenguaje arriesgado y unas escenas de sexo abundantes y muy explícitas que han acompañado siempre a la serie, al igual que una maravillosa selección musical de canciones del último medio siglo. Sin término medio, ‘Californication’, que se estrenó en España en horario para noctámbulos en Cuatro, encantaba a unos y horrorizaba a otros. No era una propuesta más. A nadie dejaba indiferente.
A pesar del escándalo, ‘Californication’, creada por Tom Kapinos, responsable de una serie tan diferente como ‘Dawson Crece’, encontró su nicho de mercado en la parrilla del canal por cable premium Showtime. Habría sido muy improbable su estreno en abierto en la ABC, la CBS o la NBC, lo cual no evitó que en Estados Unidos se empezaran a poner de moda las camisetas con la leyenda ‘Hank Moody is my hero’. David Duchovny, que ganó un Globo de Oro en 2008, prácticamente se interpreta a sí mismo. Durante la grabación de la serie, ha pasado por una clínica de rehabilitación para tratar su adicción al sexo y se ha divorciado de Téa Leoni tras catorce años de matrimonio debido a sus supuestas infidelidades. Más dinamita para su personaje en ‘Californication’.
Hank Moody, un egoísta brutalmente sincero y un vividor con un alucinante gancho con las mujeres, convertía en inocentes aficionados a otros ilustres hedonistas de la televisión como Charlie Parker (Charlie Sheen) en ‘Dos hombres y medio’ o Greg House (Hugh Laurie) en ‘House’. Ni siquiera el brutal Dexter, con el que ha compartido programación en Showtime, se acercaba a la disoluta vida de Hank Moody mientras buscaba la reconciliación con Karen, interpretada por Natasha McElhone, y verdadero ‘leitmotive’ de la serie junto con la relación con su adolescente hija Becca (Madeleine Martin) y su crisis creativa como novelista tras conseguir el éxito con su primer libro, ‘God hates us all’ (‘Dios nos odia a todos’), adaptado de forma cursi al cine con la película ‘A crazy little thing called love’ (‘Esa pequeña y loca cosa llamada amor’).
“Con su única mezcla de lirismo y excesos, ‘Californication’ ha sido una de nuestras innovadoras series insignia. Siempre estaremos en deuda con Tom Kapinos por liderar la carga creativa de esta memorable comedia y a David Duchovny por conseguir entretenernos con un hedonista como Hank Moody. Tom ha planeado cuidadosamente el último episodio de la andadura de Hank y lo ha llevado a una conclusión bonita y satisfactoria tanto para nuevos seguidores como para fieles seguidores de la serie”, ha avanzado David Nevins, presidente de Showtime Entertainment sobre su producción actualmente más longeva.
La séptima y última temporada de ‘Californication’, que contará con las novedades de Heather Graham, una antigua amiga, y Michael Imperioli, el sobrino de Tony Soprano en ‘Los Sorprano’, un productor de televisión y nuevo jefe de Duchovny, mostrará a Hank Moody trabajando como guionista de una serie policiaca de televisión basada en la inédita película ‘Santa Monica Cop’ que escribió en pasadas temporadas. Al mismo tiempo, la historia de amor entre Hank y Karen se acercará a un final. Solo Duchovny tiene la palabra fin en sus manos. En 2014, sabremos cómo llegaremos hasta ella y nos despediremos de ese dulce placer culpable llamado ‘Californication’ y de nuestro héroe Hank.