Nada más posmoderno y propio del siglo XXI que celebrar el Día del Orgullo Friki, al que nos sumamos desde El Corso con un recordatorio de lo que caracteriza esta centuria. 

Con las religiones en retroceso o escorándose hacia el extremismo, la política desprestigiada y la mezcla de culturas a nivel mundial no hay nada más típico de nuestro tiempo, el del posmodernismo estructural, que celebrar una forma de ser más adolescente y víctima del síndrome de Peter Pan de la que nos podemos imaginar. El Día del Orugllo Friki se celebra hoy en España, y miles de personas vivirán 24 horas colgados del universo simbólico y mitológico formado por Star Wars, Star Trek, El Señor de los Anillos, Juego de Tronos, el cómic, el cine, las series de televisión, los videojuegos o la literatura. Y por si acaso, por si no nos habíamos dado cuenta, el éxito mundial de una serie como The Big Bang Theory, impensable hace unos años y que hoy define muy bien a un sector muy amplio del público.

La fecha no es al azar, tiene un proceso: fue un 25 de mayo cuando George Lucas salió de la apatía de décadas para estrenar en 1997 la primera entrega de la segunda trilogía (pero que en realidad es el primer episodio de la saga; de todas formas no coincide con el día de Star Wars, que se celebra el 4 de mayo), fue entonces cuando se escogió la fecha, la misma que no significa nada para mucha gente pero que existe con la misma dignidad que una misa al aire libre o un mitin de un partido político. Ya puestos a creer mentiras, ¿por qué no una bien elaborada? Por muchos peros que se le puedan buscar existe y es un fenómeno creciente que empieza a engarzarse con la cultura popular.

Todo se moviliza a través de la web oficial (http://www.orgullofriki.com) y las redes sociales, fundamentales para que desde 2006 se haya hecho más o menos oficial la celebración de todo tipo de actividades; no obstante, siguen teniendo más peso en Facebook o Twitter que en el mundo físico, pero los “frikis” gastan dinero porque son sobre todo mitómanos: en EEUU lo saben desde hace años y la industria cultural y mediática los mima porque saben que habrá dinero. La cultura friki ligada al cómic, los videojuegos, el cine, la TV o la literatura es consumista y profesa lo que los americanos llaman “cult”, la pasión por coleccionar y poseer algo que les identifique como diferentes frente al resto.

Día del Orugllo Friki 2014

Una de las imágenes (más o menos) oficiales de este año (de la web Orgullo Friki)

Cada año se elige a una serie de personajes que hoy en día tienen tanto o más tirón que cualquier profeta religioso antiguo por muy inventado que sean: para 2014 son sobre todo los malvados de esos universos, como Darth Vader, Doctor Maligno, Joker… Este grupo no oculta nunca cierto aire de infantilismo púber o un profundo síndrome de Peter Pan que caracteriza a la mayor parte. No es casualidad que la media de edad ronde la treintena y se acerque cada vez más a la cuarentena: coincide en el tiempo con el estreno de la saga Star Wars, con la llegada a España de la producción de cómic americano de finales de la Edad de Plata o de los 80, cuando Spielberg, Lucas y Reitman tomaron al asalto Hollywood y propulsaron el género fantástico y de ciencia-ficción después de décadas de ostracismo.

En la web, además de una relación de actos conmemorativos, se desarrolla buena parte de esa cultura consumista: hay merchandising específico, sobre todo camisetas, todo tipo de mensajes que incluso han llegado hasta los medios de comunicación, donde probablemente hoy se verá en muchos canales alguna referencia a ellos (en algunos canales por satélite incluso se han celebrado días especiales con programación específica, como en TNT). Porque si hay dinero por medio entonces el sistema les prestará atención. Un simple dato: desde hace años Warner Bros, Disney y New Line Cinema han organizado pases especiales y estrenos pensados específicamente para los fans de sus sagas en nuestro país, porque saben que hay tirón. España va en paralelo a otros países donde ha calado este “cult” en Europa como Alemania y Gran Bretaña, mientras que Francia o Italia siguen un camino algo más lento. No hay que olvidar que el país vecino al otro lado de los Pirineos es la cuna del cómic europeo, y que su potente industria del entretenimiento tiene sus propios iconos.

Arriba, emblema del canal TNT, y sobre estas líneas, el universo friki en una de las series de culto, Los Simpson