Sin momento tampón de por medio y menos morbo que en el libro, llega al cine la adaptación de la primera novela de la exitosa trilogía de E.L. James. Un bombazo de la literatura erótica con Dakota Johnson y Jamie Dornan como protagonistas.
San Valentín se adelanta este año un día en la cartelera española y de medio mundo con el esperadísimo estreno de ‘Cincuenta Sombras de Grey’, adaptación de Universal Pictures y Focus Features de la homónima y provocadora primera novela de E.L. James, pseudónimo de la londinense Erika Mitchell. La historia de amor (sexo y dominación) entre la ingenua Anastasia ‘Ana’ Steele, alumna de último curso de Literatura Inglesa en la Universidad de Vancouver (Estado de Washington), y el arrogante e irresistible (27 años) empresario de Seattle Christian Grey ha superado, con creces, los límites clásicos de lo que conocemos como un best-seller.
El éxito en la taquilla está más que asegurado con una preventa histórica: 4,5 millones de entradas en todo el mundo, 180.000 en España. El primer tráiler oficial de ‘Cincuenta Sombras de Grey’ fue el más visto en Youtube en el año 2014. Todo el mundo quiere ver ‘Cincuenta Sombras de Grey’, que se ha permitido el lujo de un estreno mundial ayer, 11 de febrero, en la Berlinale, un certamen reservado al cine de autor. La continuidad en el cine está, prácticamente, asegurada con la próxima adaptación de las dos secuelas literarias.
“Básicamente es una sencilla historia de amor entre una joven sin experiencia, mucho más fuerte de lo que ella cree, y un hombre profundamente herido en el pasado, y sobre el poder sanador del amor incondicional. Se habló mucho de las escenas sexuales, pero lo que realmente atrajo a los seguidores de la trilogía fue la historia de amor”, ha subrayado E.L. James durante la extensa y extenuante campaña de promoción del filme. La Trilogía, compuesta por ‘Cincuenta Sombras de Grey’ (2011), ‘Cincuenta Sombras Más Oscuras’ (2012) y ‘Cincuenta Sombras Liberadas’ (2012), ha sido traducida a 52 idiomas y ha vendido ya más de cien millones de ejemplares. En España, está disponible en la Editorial Grijalbo. E.L. James se ha convertido en la escritora más rica del mundo, según Forbes, incluso por delante de J.K. Rowling, madre de la saga de Harry Potter. La revista ‘Time’ certificó su fama con su presencia en la lista de las cien personas más influyentes del mundo del año 2012.
El éxito le llegó a E.L. James de la manera más inesperada, con una novela on-line, titulada ‘Master of the Universe’, publicada por capítulos gratuitamente en la web fanfiction.net. Los lectores eran admiradores de la saga romántica vampírica ‘Crepúsculo’. Incluso en un primer momento, la autora conservó los nombres de los protagonistas (Isabella y Edward) de ‘Crepúsculo’. La adquisición de los derechos por parte de la editorial Random House-Vintage Books (no sin polémica) obligó a la autora a reformular la historia, eliminando toda referencia a ‘Crepúsculo’, con nuevos personajes. Así nacieron Anastasia ‘Ana’ Steele, Christian Grey y ‘Cincuenta Sombras de Grey’ que, inmediatamente, sedujo a un público, en especial femenino, ávido de la tradicional historia de la Cenicienta pero con un morboso contexto (que nada tiene que ver con los cuentos infantiles) de BDSM (bondage, disciplina y dominación, sumisión y sadismo y masoquismo).
Y es que, por más que E.L. James infravalore el peso del BDSM en el éxito de la Trilogía (de escaso valor literario), más que por el amor, ‘Cincuenta Sombras de Grey’ le debe casi toda la fama al sexo, a un tipo concreto de prácticas sexuales que solo aparecen en los sueños (húmedos, por supuesto) más perversos de una inmensa mayoría de lectoras (y lectores, que por supuesto también los hay).
¿Quieren ejemplos?
El primer encuentro carnal entre ‘Ana’ y Christian es un juego de niños para lo que luego vendrá. A fin de cuenta, una tímida aproximación a Michael Douglas y Glenn Close en ‘Atracción Fatal’ (Adrian Lyne, 1987). Anastasia Steele (narradora de ‘Cincuenta Sombras de Grey’) cae por primera vez en las manos del controlador Grey:
“Se abalanza sobre mí y me empuja contra la pared del ascensor. Antes de que me dé cuenta, me sujeta las dos muñecas con una mano, me las levanta por encima de la cabeza y me inmoviliza contra la pared con las caderas. Madre mía. Con la otra mano me agarra del pelo, tira hacia abajo para levantarme la cara y pega sus labios a los míos. Casi me hace daño. Gimo, lo que le permite aprovechar la ocasión para meterme la lengua y recorrerme la boca con experta pericia. Nunca me han besado así. Mi lengua acaricia tímidamente la suya y se une a ella en una lenta y erótica danza de roces y sensaciones, de sacudidas y empujes. Levanta la mano y me agarra la mandíbula para que no mueva la cara. Estoy indefensa, con las manos unidas por encima de la cabeza, la cara sujeta y sus caderas inmovilizándome. Siento su erección contra mi vientre. Dios mío… Me desea. Christian Grey, el dios griego, me desea, y yo lo deseo a él, aquí… ahora, en el ascensor”.
Pero ‘Cincuenta Sombras de Grey’ no debe su éxito a ‘inocentes’ pasajes como el del ascensor entre Anastasia y Christian. La relación va a más, mucho más lejos. Grey no es un hombre normal con una ‘Sala Roja’ donde desata sus ocultos deseos:
-¿Eres un sádico?
-Soy un Amo.
Sus ojos grises se vuelven abrasadores, intensos.
-¿Qué significa eso? -le pregunto en un susurro.
-Significa que quiero que te rindas a mí en todo voluntariamente.
Lo miro frunciendo el ceño, intentando asimilar la idea.
-¿Por qué iba a hacer algo así?
-Por complacerme -murmura ladeando la cabeza.
Grey pide una relación única con contrato, normas y límites incluidos.
Normas.
Obediencia: La Sumisa obedecerá inmediatamente todas las instrucciones del Amo, sin dudar, sin reservas y de forma expeditiva. La Sumisa aceptará toda actividad sexual que el Amo considere oportuna y placentera, excepto las actividades contempladas en los límites infranqueables. Lo hará con entusiasmo y sin dudar.
Sueño: La Sumisa garantizará que duerme como mínimo siete horas diarias cuando no esté con el Amo.
Comida: Para cuidar su salud y su bienestar, la Sumisa comerá frecuentemente los alimentos incluidos en una lista. La Sumisa no comerá entre horas, a excepción de fruta.
Ropa: Durante la vigencia del contrato, la Sumisa solo llevará ropa que el Amo haya aprobado. El Amo ofrecerá a la Sumisa un presupuesto para ropa, que la Sumisa debe utilizar. El Amo acompañará a la Sumisa a comprar ropa cuando sea necesario. Si el Amo así lo exige, mientras el contrato esté vigente, la Sumisa se pondrá los adornos que le exija el Amo, en su presencia o en cualquier otro momento que el Amo considere oportuno.
Ejercicio: El Amo proporcionará a la Sumisa un entrenador personal cuatro veces por semana, en sesiones de una hora, a horas convenidas por el entrenador personal y la Sumisa. El entrenador personal informará al Amo de los avances de la Sumisa.
Higiene personal y belleza: La Sumisa estará limpia y depilada en todo momento. La Sumisa irá a un salón de belleza elegido por el Amo cuando este lo decida y se someterá a cualquier tratamiento que el Amo considere oportuno.
Seguridad personal: La Sumisa no beberá en exceso, ni fumará, ni tomará sustancias psicotrópicas, ni correrá riesgos innecesarios.
Cualidades personales: La Sumisa solo mantendrá relaciones sexuales con el Amo. La Sumisa se comportará en todo momento con respeto y humildad. Debe comprender que su conducta influye directamente en la del Amo. Será responsable de cualquier fechoría, maldad y mala conducta que lleve a cabo cuando el Amo no esté presente.
El incumplimiento de cualquiera de las normas anteriores será inmediatamente castigado, y el Amo determinará la naturaleza del castigo.
Y, además, límites infranqueables:
Actos con fuego.
Actos con orina, defecación y excrementos.
Actos con agujas, cuchillos, perforaciones y sangre.
Actos con instrumental médico ginecológico.
Actos con niños y animales.
Actos que dejen marcas permanentes en la piel.
Actos relativos al control de la respiración.
Actividad que implique contacto directo con corriente eléctrica (tanto alterna como continua), fuego o llamas en el cuerpo.
La directora londinense Sam Taylor-Johnson, con una única película previa, el biopic juvenil de John Lennon, ‘Nowhere Boy’ (2009), es la encargada del ingente reto de no decepcionar a más de cien millones de lectores. Reto que comparte con Dakota Johnson (Anastasia ‘Ana’ Steele), hija de Melanie Griffith (que ha anunciado que no verá la película) y Don Johnson, y el modelo Jamie Dornan (Christian Grey).
Dakota Johnson (25 años), en su primer gran papel protagonista, fue una elección rápida. “Buscaban a alguien con cierto desenfado y humor para un material bastante dramático. Creo que por eso me escogieron”. “Dakota es una actriz fantástica. Ha conseguido la combinación de inocencia, deseo y resistencia de Ana. Ilumina cualquier escena en la que aparece”, ha corroborado E.L. James.
Más complicado fue encontrar a Christian Grey. No apareció hasta octubre de 2013: el modelo norirlandés (32 años) Jamie Dornan, nombrado Torso de Oro por The New York Times. Dornan triunfa actualmente como un asesino en serie en The Fall’ (BBC), al lado de Gillian Anderson (‘Expedientes-X’). Charlie Hunnam había sido la primera elección. Según la versión oficial, la apretada agenda del actor, protagonista de la serie ‘Hijos de la Anarquía’ (FOX), le dejó sin papel. La extraoficial, le pudo la presión de ser Grey.
La directora de ‘Cincuenta Sombras de Grey’, Sam Taylor-Johnson, ha asegurado que “quería rodar esta película porque me parecía un cuento de hadas con grandes similitudes a los que nos contaban de niñas, pero en una versión para adultos. Una joven conoce a un príncipe inalcanzable. Es un hombre de éxito, fabuloso, rico, pero todo acaba siendo muy diferente. También habla de una chica en un viaje de exploración sexual, una iniciación”.
“En muchos aspectos, la historia de amor entre Christian y Anastasia es totalmente clásica. Se enamoran y se tantean para saber qué harán el uno por el otro, lo que están dispuestos a dar y qué viaje emprenderán. Pero su relación es más extrema que la gran mayoría. Anastasia se enamora de un hombre complicado. Es su primer amor y su primera experiencia sexual. A Christian, la relación le permite volver a sentir, a respirar, a aprender a amar”.
El amor por encima del morbo, al menos para Sam Taylor-Johnson, en connivencia con la visión de E.L. James, que ejerce también como productora del filme.
La realidad es que ‘Cincuenta Sombras de Grey’ ofrece una versión muy dulcificada de lo que se puede leer en el libro. Hay desnudos, pero nada escandalosos. Quienes sueñen con un Christian Grey en todo su esplendor se llevarán una decepción. La ‘Sala Roja’ de Grey, impecablemente recreada, impresiona, pero bastante menos que en el libro.
Sam Taylor-Johnson ha defendido en la Berlinale este enfoque menos polémico: “No he sentido que fuera necesario ser gráficos. Cuando veo películas, el erotismo es algo que acaba con la penetración. En cambio, la parte más erótica es cómo se llega hasta ahí, y en eso me he centrado”. La directora de ‘Cincuenta Sombras de Grey’ ha citado como ejemplos títulos clásicos como ‘El Último Tango en París’ (Bernardo Bertolucci, 1972) “por la profunda oscuridad de su romance”, ‘9 Semanas y Media’ (Adrian Lyne, 1986) y la reciente ‘La Vida de Adèle’ (Abdellatif Kechiche, 2013).
Lo cierto es que se han eliminado algunos momentos míticos de la novela como el del tampón:
Su respiración es entrecortada, como la mía.
-¿Cuándo te ha venido la regla, Anastasia? -me pregunta de repente, mirándome.
-Eh… ayer -mascullo, excitadísima.
-Bien.
Me suelta y me da la vuelta.
-Agárrate al lavabo -me ordena y vuelve a echarme hacia atrás las caderas, como hizo en el cuarto de juegos, de forma que estoy doblada.
Me pasa la mano entre las piernas y tira del cordón azul. ¿Qué? Me quita el tampón con cuidado y lo tira al váter, que tiene cerca. Dios mío. La madre del… Y de golpe me penetra… ¡ah! Piel con piel, moviéndose despacio al principio, suavemente, probándome, empujando… madre mía. Me agarro con fuerza al lavabo, jadeando, pegándome a él, sintiéndolo dentro de mí. Oh, esa dulce agonía… sus manos ancladas a mis caderas. Imprime un ritmo castigador, dentro, fuera, luego me pasa la mano por delante, al clítoris, y me lo masajea… oh, Dios. Noto que me acelero.
-Muy bien, nena -dice con voz ronca mientras empuja con vehemencia, ladeando las caderas, y eso basta para catapultarme a lo más alto.
Pero…, con (como en el libro) o sin (como en la película) tampón, ‘Cincuenta Sombras de Grey’ será la cita ‘ideal’ en este próximo Día de San Valentín.
FICHA TÉCNICA DE ‘CINCUENTA SOMBRAS DE GREY’:
Título original: ‘Fifty Shades of Grey’. Dirección: Sam Taylor-Johnson. País: Estados Unidos. Año: 2015. Duración: 125 minutos. Género: Drama romántico erótico. Reparto: Dakota Johnson (Anastasia ‘Ana’ Steele), Jamie Dornan (Christian Grey), Eloise Mumford (Kate Kavanagh), Victor Rasuk (José Rodríguez), Jennifer Ehle (Carla May Wilks), Dylan Neal (Bob Adams), Marcia Gay Harden (Dra. Grace Trevelyan Grey), Rita Ora (Mia Grey), Luke Grimes (Elliot Grey), Max Martini (Jason Taylor) y Callum Keith Rennie (Ray). Guion: Kelly Marcel, basado en la novela homónima de E.L. James. Producción ejecutiva: Marcus Viscidi y Jeb Brody. Producción: Dana Brunetti, Michael De Luca y E.L. James. Fotografía: Seamus McGarvey. Música: Danny Elfman. Montaje: Debra Neil-Fisher, Lisa Gunning y Anne V. Coates. Diseño de producción: David Wasco. Vestuario: Mark Bridges. Distribuidora: Universal Pictures International Spain.