Apple sigue expandiéndose como una marea: después de ordenadores, móviles y reproductores de música y vídeo llegó la TV y ahora también la radio y la música en streaming. Nace Beats 1, que ayudará a cambiar el presente y futuro de la industria musical.

Hace poco un periodista tituló con sorna un artículo sobre la crisis económica de la industria discográfica y su relación con internet así: “La música salvada en ‘streaming’”. Haciendo juegos de palabras con la fonética en español de algunas palabras en inglés había dado en el clavo: el streaming se ha convertido en una de las pocas vías comerciales para el negocio de la música, la primera y verdadera víctima de los cambios de soporte durante los últimos años. El streaming, la reproducción online de música y vídeos bajo precio (ya sea cuota fija o por pieza), ya es la opción más segura de que todos salgan ganando. El público porque así puede consumir contenidos en forma segura y cuando quieran. La industria porque puede poner un precio al hecho de la reproducción. Y los músicos, porque reciben su parte del pastel como pago por derechos de autor. La opción de que tu música sea escuchada una y otra vez sin fin es muy atractiva para los autores.

Apple tomó nota y ha sacado su radio Beats a la par que la nueva plataforma de streaming de música (Apple Music) que Taylor Swift, con su “o pagas o me voy”, ha conseguido hacer popular. No hay mejor publicidad que un buen follón: quizás Apple y Swift estaban compinchados, pero da igual, el momento mediático ya está listo para que Apple le pegue un mordisco al mundo de la música. Todo empezó cuando compró la empresa que fabricaba los auriculares Beats, que desprendía justo lo que la manzana quiere: modernidad, sofisticación, diseño, estilo y una cierta forma de entender la cultura (de diseño). Beats 1 es su aplicación para escuchar radio online, va insertada en la última actualización de sistema operativo y de forma gratuita para los usuarios. Un buen cebo para enganchar y pasar luego a Apple Music, donde tendrá un precio de 9,99 dólares en EEUU, igual que su gran rival y próxima víctima, Spotify. Así que la guerra ha llegado. Además la compañía va a estrenarse en 100 países a la vez, lo que da cierta idea de sus pretensiones de audiencia mundial.

En medio están los autores y los consumidores. Los primeros han tenido que luchar a brazo partido con las plataformas, que pretendían distribuir pagando miserias. Las continuas idas y venidas de bandas como Radiohead o cantantes como Taylor Swift han ayudado a que el sistema de pagos pase también a las plataformas, si bien todavía muchos crees que es un auténtica miseria. Los tiempos de los royalties de los discos ya han pasado, y de los follones con los diabólicos productores también. Tanto emites, tanto pagas. Automáticamente. Beats 1 es el enganche con Apple Music, y por eso va inserto en el sistema. La idea es sencilla: acortar distancias entre los productores de contenidos y el público. Todavía no ha llegado, pero veremos en poco tiempo a Apple convertida también en discográfica, y si no, al tiempo. Además la plataforma entera de la manzana abre sus puertas (millones de usuarios, software de primera calidad y miles de posibilidades de distribución) a los artistas, que formarán parte de esa estrategia ya que podrán compartir contenidos directamente con sus fans usando Apple de plataforma.

Eso no significa que iTunes desaparezca. Seguirá ahí, pero como lo que es: una tienda para todo, desde música a películas o aplicaciones. Beats 1 funcionará como una radio más: tendrá programaciones, listas, Djs que harán su trabajo (elegir, transmitir, comunicar) y luego todas las características de un emisor de contenidos en streaming. Y con los motores inteligentes de Apple: el programa aprenderá qué le gusta al usuario, establecerá conexiones de estilo, mantendrá al tanto de novedades y creará un mapa musical ad hoc para cada titular. Hay un detalle muy bueno: si te quedas sin internet el programa memoriza tus búsquedas y lo que has escuchado, de tal forma que si no hay conexión puedas seguir escuchando lo mismo hasta que te conectes de nuevo y el sistema se refresque. Además el catálogo, después de apaciguarse las aguas con Swift, es de más de 30 millones de títulos, desde los primeros álbumes de los Beatles a la rubia post-country que con su último disco, ‘1989’, ha roto récords.