Cuba ya tiene otro motivo para alegrarse, otro de los suyos ha demostrado que la isla caribeña es un nido de escritores. El último es Leonardo Pandura, nuevo Premio Princesa de Asturias de las Letras, que también dispone de la nacionalidad española, y muy conocido entre los lectores por su personaje el detectivo Mario Conde.
Cada uno de los Premios Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón−, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo, como es tradición en estos premios. Este ha sido el sexto de los ocho Premios Princesa de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigésimo quinta edición. Anteriormente fueron otorgados el Premio Princesa de Asturias de las Artes al cineasta estadounidense Francis Ford Coppola, el de Ciencias Sociales, a la economista franco-estadounidense Esther Duflo, el de Comunicación y Humanidades, al filósofo español Emilio Lledó Íñigo, el de Investigación Científica y Técnica, a las bioquímicas Emmanuelle Charpentier (Francia) y Jennifer Doudna (Estados Unidos) y el de los Deportes a los baloncestistas españoles Pau y Marc Gasol.
Leonardo Padura es pretérito a la Revolución Cubana, que fue lo único que conoció. Nacido en La Habana en 1955, el castrismo es el marco de referencia político, económico y social que vivió durante años en los que se formó como periodista y como escritor. Es autor sobre todo de novelas de género negro, protagonizadas casi todas por el detective Mario Conde, sin paralelismos con el ex banquero y ex preso y que le han dado fama. En 2011 lograba la nacionalidad española por antecedentes familiares. Pero fue en La Habana donde arrancó su vida profesional. Allí estudio Literatura en la Universidad y empezó a escribir en los 80 como periodista en medios oficiales como Juventud Rebelde y más especializados como El Caimán Barbudo.
Fue en el periodismo donde se formó antes de arrancar su otra vida de escriba, esta vez con las novelas, creando al detective Mario Conde en 1991, año en el que publica ‘Pasado perfecto’. La serie de novelas se compone, desde esta primera, por ‘Vientos de cuaresma’ (1992), ‘Máscaras’ (1995), ‘Paisaje de otoño’ (1998), ‘Adiós, Hemingway’ (2001), ‘La neblina de ayer’ (2003) y ‘Herejes’ (2013). Con su novela ‘El hombre que amaba a los perros’ (2009), basada en la historia de Ramón Mercader, asesino de León Trotsky, alcanzó uno de sus mayores éxitos. Pero no sólo se ha dedicado a la novela: en su currículo, además de la carrera periodística, aparece la de guionista, ensayista y editor parcial.
Pero su hábitat natural son las novelas, también donde más crítico se mostraba con la realidad cubana, en esos textos novelados en los que se encuentran las trazas de sus maestros personales: Hammett, Chandler, Vázquez Montalbán y Sciascia. Como él mismo declara “es posible una novela policial que tenga una relación real con el ambiente del país, que denuncie o toque realidades concretas y no solo imaginarias”. Su forma de “interpretar y reflejar la realidad cubana”. Su Mario Conde es un policía de vida desordenada, melancólico, bebedor y angustiado que sueña con ser escritor. Ese perfil triste y derrotado (mucho más habitual en la serie negra) le ha valido el éxito internacional de público y de crítica, con una gran cosecha de premios.
Padura ha recibido, entre otros, el Premio Café Gijón (1995), dos veces el Premio Hammett de la Semana Negra de Gijón (1998 y 2006), el Premio de las Islas (2000), el Prix des Amériques insulaires et de la Guyane, el Premio a la Mejor novela policiaca traducida en Alemania y en Austria (2004), el Premio Raymond Chandler (2009) y el Premio Francesco Gelmi di Caporiaco (2010) por ‘El hombre que amaba a los perros’, obra con la que ha ganado asimismo el Prix Initiales (2011), el de la Crítica del Instituto Cubano del Libro (2011) y el Carbet del Caribe (2011). Premio Nacional de Literatura (Cuba, 2012) y Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza 2014, en 2013 le fue concedida la Orden de las Artes y las Letras de Francia.
Foto: Leonardo Padura (Rafael García – Fundación La Cueva), vía web de la Fundación Princesa de Asturias