Adaptará la novela ‘Adé: A Love Story’, de la debutante Rebecca Walker, con un amor interracial en Kenia en tiempos de guerra. La ‘ambición rubia’ patinó con sus dos primeras películas: ‘Filth and Wisdom’ y ‘W.E.’.
“¿Será que Madonna va en serio? Si es así, su película es más irrisoria de lo que teníamos derecho a pensar: una locura extravagante, el pavo que soñó que era un pavo real (…). ¡Qué película tan tonta, acicalada, fatalmente llevada a cabo… apenas se puede catalogar, en absoluto, como dirección”. The Guardian resumió el sentir de la mayoría de la prensa especializada tras sufrir con Madonna en el Festival de Venecia de 2011. Fuera de concurso había presentado su segundo largometraje como directora, ‘W.E.’, un ridículo pastiche, supuestamente experimental, que mezcla dos inconexas historias de amor: la relación de un matrimonio actual y la verídica renuncia al trono del Rey Eduardo VIII por una divorciada estadounidense (Wallis Simpson).
Madonna tuvo la desdicha de presentar su ‘película’ tras ‘Un dios salvaje’, de Roman Polanski. Y las comparaciones no pudieron ser más sonrojantes. “El segundo intento de Madonna de dirigir una película te deja deseando que encuentre otras salidas creativas para aquellas veces en que se aburra de su vida de estrella del pop”, deseaba Los Ángeles Times tras asistir a la proyección de “la teletienda de Sotheby’s New York” (la famosa empresa de subastas), como definió The Telegraph a ‘W.E.’. Pero Madonna tampoco es que se quedara muy traumatizada con las críticas. Delante de la prensa se marcó un órdago en Venecia: “No hay tanta diferencia entre dirigir y componer”.
La ‘ambición rubia’, que a sus 55 años tiene cada vez complicado competir con las princesas del pop, vuelve a dirigir. Tras ‘Filth and Wisdom’ (2008), su ópera prima, una comedia musical de bajo presupuesto que pasó muy desapercibida, y ‘W.E.’ (2011), adaptará la novela ‘Adé: A Love Story’, de la debutante Rebecca Walker, hija de Alice Walker, la ganadora del Premio Pulitzer en 1983 por ‘El Color Púrpura’. Walker narra una historia de amor interracial entre una universitaria estadounidense (Farida), que enfermará de malaria, y un joven swahili (Adé) en una isla de la costa keniata mientras estalla una guerra civil.
De momento, el proyecto solo tiene directora y productores confirmados. La autora de ‘Adé: A Love Story’ colaborará con Bruce Cohen y Jessica Leventhal, responsables de ‘El lado bueno de las cosas’ (David O. Russell) (2012). Un equipo y una historia de mayor nivel e interés para que Madonna se reconcilie con el cine con el que ha mantenido una relación muy convulsa desde que debutara, no obstante, con éxito en ‘Buscando a Susan desesperadamente’ (Susan Seidelman) (1986). La estrella del pop se reivindicó como actriz en el papel de Eva Perón en el drama musical ‘Evita’ (Alan Parker) (1996). Una excepción. Su carrera como actriz es casi tan lamentable como su trayectoria como directora.
Madonna tiene el triste honor de acumular dieciséis nominaciones a los Premios Razzie con nueve galardones distribuidos entre las ediciones de 1987 (Peor Actriz por ‘Shanghai Surprise’, de Jim Goddard), 1988 (Peor Actriz por ¿Quién es esa chica?, de .James Foley), 1994 (Peor Actriz por ‘El cuerpo del delito’, de Uli Edel), 1996 (Peor Actriz de Reparto por ‘Four Rooms’, en el segmento de Allison Anders), 2000 (Peor Actriz del Siglo), 2001 (Peor Actriz por ‘Algo casi perfecto’, de John Schlesinger) y 2003 (Peor Actriz por ‘Barridos por la marea’, Peor Actriz de Reparto por ‘Muere otro día’ y Peor Pareja con Andrea Giannini en ‘Barridos por marea’).
La ‘ambición rubia’ no se rinde para conquistar el cine, donde solo ha brillado en ‘Evita’ y en las bandas sonoras de títulos como ‘¿Quién es esa chica?’ (1987), ‘Ellas dan el golpe’ (1992), ‘Un intruso en Harvard’ (1994), ‘Austin Powers 2: La espía que me achuchó’ (1999), ‘Muere otro día’ (2002) e incluso ‘W.E.’ (2011), que le valió un Globo de Oro por el tema ‘Masterpiece’, además de una nominación al Oscar en la categoría de Mejor Vestuario. Madonna no se rinde. La ‘ambición rubia’ está dispuesta a demostrar que tiene sitio en el mundo del cine más allá de cantar y recrear ambientes pijos. ‘Adé: A Love Story’ es su gran oportunidad.