El CSIC, máxima institución científica que hay en España, pública, empieza a vislumbrar su negro futuro con el enésimo ajuste de cuentas preparado por el Estado, tan malo como para poner en guardia a científicos y organizaciones laborales.
Los sindicatos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) CC.OO, UGT y CSIF, han pedido al presidente del máximo órgano de investigación de España, Emilio Lora Tamayo, que les envíe el informe del Ministerio de Economía y Competitividad que Tamayo presentará este miércoles ante el
Consejo Rector y que servirá de base para un plan de ajuste de la institución. Tamayo presentará este informe el miércoles a esta institución directiva, formada por por representantes del ministerio, sindicatos y altos cargos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y se anunciará dicho plan de ajuste.
El CSIC quiere ver qué se cuenta de ellos para poder hacer aportaciones al futuro plan de ajuste que, según han señalado, no incluiría un expediente de regulación de empleo, sino medidas de ahorro y de racionalización de gasto, así como vías para incrementar los ingresos, después de que el Consejo haya alcanzado un déficit de 140 millones de euros.
La principal preocupación de los sindicatos radica en que, según sus previsiones, tras los recortes emprendidos a la I+D+i desde 2009 y por consiguiente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2013 será un año en el que la institución deberá debatirse entre pagar los salarios a sus trabajadores o bien abonar los gastos ordinarios del CSIC, como son el agua y la luz.