Esta primavera aparecía en español el tercer volumen de la saga ‘Black Hammer’ creada por Jeff Lemire, Dean Ormston y Dave Stewart, subtitulado ‘La edad sombría. Parte 1’ y que promete mantener en futuras entregas el mismo tono crepuscular que trata de recuperar el género para hacerlo más profundo.

IMÁGENES: Astiberri

La saga ‘Black Hammer’ arrancaba como un horizonte nebuloso sobre el que se posa un Sol moribundo: un grupo de superhéroes jubilados agrupados en una granja que esconde muchos secretos. La historia en sí no era nueva (los héroes veteranos apartados o incluso exiliados es algo ya habitual en el género), pero sí que era novedoso el tono y la ambientación, donde el superhéroe es quizás demasiado humano, inmerso en un mundo donde lo sobrenatural y lo real aceptado se funden. Arrancó con un primer tomo que encandiló a lectores, críticos y a la propia industria: ganó en 2017 el Premio Eisner a la mejor serie nueva, y necesita dedos en las manos para sumar galardones por estos tres volúmenes que podrían terminar (qué raro…) en una serie de TV o en el cine gracias a Legendary Entertainment. Originalmente la editorial Dark Horse le dio el visto bueno a Lemire en 2008, pero tardó otros ocho años más por el ritmo de trabajo de Lemire.

Jeff Lemire, el creador de esta nueva muesca en la complicada historia cultural de la figura del superhéroe (que en realidad es la figura clásica del héroe llevada al extremo moderno por el cómic norteamericano) junto con Dean Ormston, es en realidad una revisión completa de ese arquetipo tan querido en la civilización occidental. A fin de cuentas gran parte de nuestros valores culturales definitorios se fundamentan en la visión del humano superior moral, emocional e intelectualmente surgido de la literatura clásica griega. Los Batman, X-Men o Vengadores de hoy son la visión extrema de Aquiles o Ulises, con la diferencia de que mientras aquellos emanaban de forma natural de la cultura griega, en el siglo XXI son una respuesta al mundo y sus riesgos, una forma de sentirnos cómodos y de reflejarnos en un ente superior. Pero ahí termina todo: ‘Black Hammer’ juega más a humanizar todo lo posible a esos héroes, atrapados en un lugar concreto en el espacio-tiempo, en el mundo rural, obligados a convivir como puedan. No es una saga al uso, no es el universo urbano y excesivo de Marvel y DC, es otro tipo de historia mucho más íntima y simbólica que ha logrado revitalizar un género masticado ya hasta el exceso y al que la vampirización del cine y la TV no hace ningún bien.

Jeff Lemire, autor de ‘Essex County’ y guionista de ‘Descender’, creó junto con Dean Ormston una historia de deconstrucción del superhéroe, llena de épica y melancolía en la línea de la doblez del cómic contemporáneo de la escuela norteamericana: vanaglorio al héroe, sacudo al héroe. En el segundo tomo incluso reclutaron a uno de los mejores autores de cómic que ha dado este lado del mar recientemente, David Rubín, que ayudó a cimentar la saga y darle un aire aún más épico. Lemire afirma que “con ‘Black Hammer’, decidió escribir una carta de amor a todos los cómics de superhéroes que adoraba, pero anclarla en la sensibilidad independiente del trabajo que estaba haciendo entonces (…). ‘Black Hammer’ es mi propia versión de los superhéroes, filtrada a través de todo lo que me gusta hacer: historias humanas con raíces que tratan de la familia y la vida en los pueblos”.

La saga tiene muchos elementos estructurales del género: una ciudad-escenario que es el objeto de salvaguarda (Spiral City, enésima versión de Metrópolis, Gotham, Nueva York, Londres…), héroes protectores, enemigos perversos, reconocimiento público… y retiro. ‘Black Hammer’ toma su título de uno de los ex superhéroes que llevan una década atrapados en una misteriosa granja de la que no pueden escapar. En su momento, salvaron a Spiral City de la destrucción a manos de un Anti-Dios, pero desaparecieron, se les dio por muertos y acabaron cayendo en el olvido. En realidad quedaron recluidos en Rockwood, un pueblo fuera del tiempo y el espacio, como una burbuja en el continuo. Poco después de llegar, Black Hammer muere. Para la mayoría ya se han convertido en leyendas urbanas… Son seres al margen de la normalidad. Nunca encajaron realmente en el mundo, y lo saben.

Sin embargo, mientras emplean sus habilidades para sobrevivir en este extraño purgatorio, un misterioso desconocido está tratando de llevarlos de vuelta a la acción. Su llegada remueve viejos recuerdos y alimenta nuevas esperanzas en los héroes náufragos, que harán un nuevo intento por escapar de su extraña prisión. En el tercer volumen Lucy Weber ya es la nueva Martillo Negro, dispuesta a acabar con el misterio que envuelve a la granja. Con la nueva entrega dan inicio a esa “edad sombría” con una misión clara: resolver el misterio que lleva diez años agitando las cabezas de los seis ex superhéroes. Tras encontrar la granja, Lucy Weber se ha convertido en la nueva Martillo Negro y en el justo momento en que está a punto de revelar a nuestros héroes cómo acabaron atrapados en la granja y cómo huir de ella, desaparece. Junto a ella, también se esfuma la esperanza de salir de la granja…

La saga ha tenido varios spin-off o vidas paralelas. Cuando un autor crea un universo propio es sencillo tirar de la madeja y dejar salir nuevas creaciones. Hasta ahora figuran ‘Sherlock Frankenstein’ (la razón por la que se reclutó a David Rubín, con guión de Jeff Lemire), centrada en Lucy Weber, ‘Doctor Star’ (con dibujo de Max Fiumara), ‘The Quantum Age’ (con un escenario temporal diferente, en el año 2141 y un grupo de personajes inspirado en los que habitan la granja), y ‘Black Hammer 45’(coescrito por Lemire y Ray Fawkes sobre el escuadrón de Black Hammer durante la Segunda Guerra Mundial). Y hasta aquí podemos leer. ‘Black Hammer’ ya es una de las mejores sagas de nueva creación del presente siglo, antes incluso de su conclusión, más que recomendable para cualquier lector del género.

Los creadores de ‘Black Hammer’

Jeff Lemire (Essex County, Ontario, Canadá, 1976) ha ganado numerosos premios, y su trilogía Essex County, que comprende los títulos ‘Historias de la granja’ (Astiberri, 2008), ‘Historias de fantasmas’ (Astiberri, 2009) y ‘La enfermera rural’ (Astiberri, 2010), destacada en 2011 como la mejor novela canadiense de la década. Ha adquirido una gran popularidad como guionista para DC y en 2015 recibió el encargo del relanzamiento de tres de las series más populares de Marvel: ‘Hawkeye (Ojo de Halcón)’, ‘X-Men’ y ‘Old Man Logan (Lobezno)’. En 2015 también dio inicio a la serie ‘Descender’ (Astiberri, 2016-2017), en colaboración con el dibujante Dustin Nguyen, cuyos derechos cinematográficos han sido adquiridos por Sony y de la que se han editado tres tomos hasta la fecha: ‘Estrellas de hojalata’, ‘Luna Máquina’ y ‘Singularidades’. Su última obra como autor completo es ‘Roughneck’ (2018).

Dean Ormston (Yorkshire, 1961). Fue músico y trabajó en una librería de cómics, y terminó dedicándose profesionalmente al dibujo en 1990 gracias a la revista ‘Judge Dredd Magazine’. Allí conoció al guionista Si Spencer, con quien creó la serie ‘Harke & Burr’ y con quien, años más tarde, realizó ‘Los libros de la magia. Vida en tiempos de guerra’ para el sello Vertigo de DC Entertainment. Su obra más conocida para esta última editorial es ‘Lucifer’, escrita por Mike Carey, y también es el autor de ‘La chica que quería ser Muerte’, junto con Caitlín R. Kiernan.

La razón por la que reclutaron a David Rubín

Dark Horse y Lemire reclutaron a David Rubín para el segundo tomo de la saga (‘Black Hammer. El suceso’) como anticipo necesario del primer spin-off oficial, ‘Sherlock Frankenstein’, donde Rubín recibió todo el peso de la creación visual sobre el guión original del propio Lemire. Ha sido además uno de los grandes hitos de Rubín como dibujante. Ambientado en el mundo de los superhéroes, ‘Sherlock Frankenstein y la legión del mal’ sigue a la periodista Lucy Weber decidida a descubrir qué pasó con su padre: el superhéroe conocido como Martillo Negro. Parece que todas las respuestas se encuentran en el infame asilo para criminales de Spiral City, donde residen algunos de sus más peligrosos supervillanos. A medida que se acerca a la verdad, Lucy descubre los oscuros orígenes de algunos de los mayores enemigos de Black Hammer y cómo se vinculan con el enigma de lo que le pasó al gran héroe de Spiral City.