No hace falta esperar a que se estrene ‘The Hobbit’, porque los fans de Tolkien y Peter Jackson realizaron en 2010 su propia precuela de la saga de ‘El Señor de los Anillos’, con apenas 30.000 euros, siguiendo la misma línea de estilo visual y de producción, y mucha, mucha, mucha pasión y ganas. Es ‘Born of hope’.

Por Luis Cadenas Borges

Sólo hace falta mu­cha voluntad y 28.000 euros para convertirse en el remedo inglés y totalmente ama­teur de Peter Jackson. ‘Born of hope’, una auténtica ‘pre­cuela’ de ‘El Señor de los Ani­llos’ ya es un éxito en la red, una demostración de que in­ternet es una revolución con­tinua mucho más grande de lo que la gente imaginaba. No sólo ya es un mundo virtual, una dimensión nueva en la ci­vilización, sino que ya le hace la competencia directa al cine tradicional.


El motor de toda esta histo­ria es Kate Madison, actriz aficionada de Cambridge con 31 años que guarda, carac­terizada, cierto parecido con Eowyn, uno de los personajes de la trilogía en el cine (me­nos en los libros). Fue ella la que, atraída por la interpreta­ción, decidió hacer su versión de la obra del Tolkien, a fin de cuentas un habitante del Ox­bridge (Oxford y Cambridge) como ella. Ahorró durante años y con 8.800 euros puso en marcha un trailer inicial para captar más inversores y fanáticos tolkinianos. Lo col­gó en Youtube y a partir de ahí la bola de nieve creció hasta alcanzar los 28.000 euros, con aportaciones mínimas de 3 euros hasta montantes más grandes.

Con la milésima par­te del presupuesto que tuviera Peter Jackson en su día para hacer la trilogía en Nueva Zelanda, Madison rodó en los bosques del sur de Inglaterra esta película que tiró de ami­gos, conocidos, fans, socios… cualquier cosa, desde maqui­lladores trabajando gratis has­ta supermercados que aporta­ron comida gratis del sobrante del día. Al final 400 personas se pusieron en marcha para rodarla. Resultado: 70 minu­tos de película de gran calidad que, sinceramente, y hablan­do en castizo, da el pego por completo. La clave es el argu­mento, que narra la vida de Arathorn, padre de Aragorn, y porque sigue la línea de dise­ño y estilo visual de la trilogía original.

La crítica, salvando las distancias logísticas, inclu­so ha alabado el ímpetu y la inventiva. Como en los viejos tiempos. Otra clave: el guión no lo escribió Madison, sino que fue confeccionado por in­ternet entre los fans requeri­dos por ella y un acérrimo fan de Estados Unidos, siempre a dos manos y a través de webs. Así que mientras Guillermo del Toro y Jackson convier­ten Nueva Zelanda una vez más en la Tierra Media con los productores asustados por la cantidad de dígitos del pro­yecto, Kate Madison espera pacientemente a que el nú­mero de visitas a su web para ver la película (ya supera el millón) aumente para ver si le ofrecen un cameo en ‘The Hobbit’.