Alberto Rodríguez, tras brillar en San Sebastián, estrena este viernes ‘La Isla Mínima’, soberbia demostración de un género en plena forma con éxitos pasados, presentes y futuros como ‘Bajo Sospecha’, ‘La Ignorancia de la Sangre’ y ‘Fuego’.

‘La Isla Mínima’, una producción de Atípica Films, Sacromonte Films y Atresmedia Cine, “es una película con un corte clásico, en cuanto a la investigación y al desarrollo de los personajes, pero con un mar de fondo revuelto, denso, cenagoso, impenetrable… casi como el lecho de la propia marisma. Es la película más cercana al género que he dirigido pero, al mismo tiempo, tiene una identidad propia que la hace distinta, especial”, resume Alberto Rodríguez, director de ‘La Isla Mínima’, que apunta a Concha de Oro en el Festival de San Sebastián. El filme se estrena este viernes y confirma la excelente salud del género policiaco en el cine español.

Alberto Rodríguez tiene experiencia cercana y muy positiva: ‘Grupo 7’ (2012), Goya al Mejor Actor de Reparto (Julián Villagrán) y Goya al Mejor Actor Revelación (Joaquín Núñez). El director sevillano, tras las comedias ‘El Factor Pilgrim’ (2000), codirigida con Santi Amodeo, y ‘El Traje’ (2002) y los dramas ‘7 vírgenes’ (2005) y ‘After’ (2009), se sumergía en el género policíaco con una trama con cuatro expeditivos y corruptos agentes de narcotráfico en la Sevilla anterior a la Expo 1992. Antonio de la Torre, como un veterano e implacable agente, y Mario Casas, el nuevo e ingenuo del grupo, elevan al filme.

“Me gusta mucho el género negro. Creo que trata siempre de personas al límite y que los personajes en estas películas son más atractivos. No entiendo que hacer género sea seguir un patrón repetido una y otra vez, hay que seguir un modelo pero se hace mucho más interesante cuando haces que las cosas funcionen de otro modo, cuando eres capaz de acercar el género a tu propio mundo. ‘Grupo 7’ podría verse como el ascenso y caída de una banda de ‘gangsters’, con la diferencia de que nuestros ‘gangsters’ están a este lado de la línea. En la zona que delimita lo legal. Tienen placa”, define Alberto Rodríguez sobre ‘Grupo 7’.

‘La Isla Mínima’ representa un paso más allá. Dos agentes con personalidades antagónicas son enviados en plena Transición, en el año 1980, a investigar la desaparición de dos chicas adolescentes en un remoto pueblo de las marismas del Guadalquivir, que se convierten en un personaje más, al igual que el contexto histórico del relato. “La idea era hacer una película de trama, de suspense (…). El río subterráneo que lleva por debajo (la trama) habla del año 1980, que fue muy tenso, habla del choque que se produce entre un policía que viene del anterior régimen (Javier Gutiérrez) y otro que viene con aires nuevos y renovadores (Raúl Arévalo)”, ha explicado Rodríguez en el Festival de San Sebastián.

El estreno de ‘La Isla Mínima’ coincide con un momento dulce del género policiaco tras el fenómeno que ha supuesto ‘True Detective’, la última joya de HBO con unas geniales interpretaciones de Matthew McConaughey y Woody Harrelson y unos hipnóticos paisajes de Louisiana. ‘La Isla Mínima’ “comenzó hace unos cuantos años, en una exposición de fotos a la que acudí con Alex Catalán, director de fotografía y buen amigo. El fotógrafo sevillano Atín Aya se había dedicado a captar los últimos vestigios de una forma de vida que se desarrolló en las marismas del Guadalquivir durante medio siglo. Muchas de las fotografías eran retratos de lugareños y desprendían una especie de resignación, desconfianza y dureza que acompañaba a aquellos rostros anclados en el pasado y que, con la mecanización del campo, quizás no tendrían sitio en un futuro inmediato. La exposición era el reflejo del fin de un tiempo, de una época. Éste fue mi primer contacto con ‘La Isla Mínima’, un paisaje crepuscular, el decorado de un western de fin de ciclo”, expone Alberto Rodríguez, que se inspira también en ‘2666’, novela póstuma del chileno Roberto Bolaño que se acerca a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, y en cintas del género negro como ‘El Cebo’ (Ladislao Vajda) y ‘Chinatown’ (Roman Polanski).

No habrá paz para los malvados (1)

‘No habrá paz para los malvados’

Un policiaco con todos los elementos necesarios del género: una historia de dos niñas desaparecidas, una investigación, el enfrentamiento moral entre una pareja de policías y una trama oculta que resolver. Pero, además, siguiendo la estela de la histórica ‘Twin Peaks’, de la clásica ‘El Silencio de los Corderos’ o la reciente ‘True Detective’, ‘La Isla Mínima’ surge como una radiografía de una época convulsa que “aumenta la tensión” del relato: “En 1980, había una crisis económica, también había debate territorial sobre cómo debe organizarse España, problemas con leyes como la del aborto. Había una sensación de algo especular, de reflejo de lo que hay ahora en España”. Y, de fondo, el duro paisaje de las marismas: “Un territorio inmenso, muy duro, magnético, pero realmente inhóspito y cruel. Y lo fue”.

Alberto Rodríguez, con ‘La Isla Mínima’, confirma la excelente salud del género policiaco en España con un nombre destacado: Enrique Urbizu y su creación de un personaje único, Santos Trinidad, con un intérprete único, José Coronado, en ‘No Habrá Paz para los Malvados’ (2011), ganadora de seis Premios Goya, incluidos Mejor Película, Director (Urbizu) y Actor (Coronado). Santos Trinidad recuerda al inspector Harry Callahan, prototipo del cine policiaco americano con la pétrea mirada de Clint Eastwood mientras empuña su Magnum 44 Smith & Wesson. Y Harry aún se queda corto: “La película es un thriller moderno, todo músculo y sin un gramo de grasa que, al contrario del cine americano, no te da nada mascado. En comparación, ‘La Caja 507’ es un juego de niños”, valoraba Coronado sobre el papel de su vida. Nadie mejor que el actor madrileño, recurrente policía en el cine y la televisión, para detectar un impactante policiaco.

Brigada Central

‘Brigada Central’

El Crack (2)

‘El Crack’

Coronado ya había colaborado con Urbizu en la mencionada ‘La Caja 507’ (2002), donde interpreta a un antiguo policía vendido a la Mafia. Cine negro puro que comparte alguna de las reglas del género policiaco que Urbizu también bordeó en ‘Todo por la Pasta’ (1991). La frontera entre el cine negro y el policiaco se cruza también en ‘X’ (Luis Marías) (2002), una desasosegante cinta minoritaria protagonizada por Antonio Resines; ‘Nos Miran’ (2002), ópera prima de Norberto López Amado con Carmelo Gómez y una atmósfera insana que atrapa al espectador; y en la saga de ‘El Crack’ (1981) y ‘El Crack Dos’ (1983) de José Luis Garci con el detective, antiguo policía, más duro del cine español hasta la llegada de Santos Trinidad: Germán Areta, con un Alfredo Landa demostrando su capacidad como enorme y versátil actor en un registro dramático.

No faltan otras figuras policiacas como el irreverente José Luis Torrente de Santiago Segura, que el próximo 3 de octubre estrenará la quinta película de la saga más taquillera en la historia del cine español, o su aprendiz, que no alcanzó el triunfo en las salas, Vivancos, con El Gran Wyoming. Y, desde luego, no faltan las numerosas series policiacas de factura española: ‘Brigada Central’ (1989-1992), ‘El Comisario’ (1999-2009), ‘Policías, en el Corazón de la Calle’ (2000-2003), ‘Los Hombres de Paco’ (2005-2010), ‘R.I.S. Científica’ (2007), ‘Desaparecida’ (2007-2008) y su fallido spin-off ‘UCO’ (2009), ‘La Chica de Ayer’ (2009)’, ‘Los Misterios de Laura’ (2009-actualmente), adaptada exitosamente por Warner Bros. para NBC, ‘Homicidios’ (2011) y la vigente ‘El Príncipe’ (2014).

Antena 3 estrenará próximamente ‘Bajo Sospecha’, producción de Bambú que supone su gran apuesta para esta nueva temporada. Una serie policiaca, interpretada por Yon González, Blanca Romero, Pedro Alonso y Alicia Borrachero, entre otros, que parte del día de la Primera Comunión de una niña de siete años, Alicia Vega, que desaparece sin dejar rastro. Tras dos semanas de intensa búsqueda, la Policía solo tiene una cosa en claro: el culpable es uno de los invitados a la ceremonia y miembro de la familia de la niña. Dos agentes se hacen pasar por matrimonio y se infiltran en el pueblo con el objetivo de acercarse a la familia Vega y al resto de sospechosos.

En el cine, Juan Diego Botto se coloca al frente de ‘La Ignorancia de la Sangre’ (Manuel Gómez Pereira), con fecha de estreno para el próximo 14 de noviembre. La película está basada en la novela homónima de Richard Wilson. Botto interpreta al jefe de Homicidios de Sevilla que investiga a la vez el secuestro de un niño por la Mafia rusa y un caso de espionaje que afecta a un amigo que se infiltró en un comando islamista. Paz Vega, Alberto San Juan y Cuca Escribano completan el reparto. Dos semanas después, llegará a la cartelera otro policiaco español, ‘Fuego’ (Luis Marías), con un viejo conocido del género: José Coronado, en la piel de un policía atormentado por la muerte de su esposa en un atentado de ETA en el que su hija quedó mutilada. Una década después, planea vengarse de la familia del etarra. Aida Folch, Leire Berrocal y Gorka Zufiaurre acompañan a Coronado.

“Soy muy buen espectador de cine policiaco y un gran lector de novela negra y, además, teniendo en cuenta que es un género que refleja la parte más sucia y oscura de nuestra sociedad, hasta cierto punto es lógico que el cine negro siempre emerja en épocas de crisis (…). Además ocurre otra cosa también y es que en España le hemos perdido el miedo a servirnos del género”, sentencia Alberto Rodríguez. La excelente recepción a ‘La Isla Mínima’ en el Festival de San Sebastián ratifica la pujanza del género policiaco español en el cine y la televisión. No todo va a ser ‘True Detective’ y Harry Callahan.

La ignorancia de la Sangre pelicula de M.Gómez Pereira Producci

‘La ignorancia de la sangre’

La Isla Mínima (Cartel)