Aparece una renovada y más poderosa forma de conducir con base en la Xbox One, la quinta edición de la gran franquicia del automovilismo y que gana en realismo y potencial gracias a una novedosa inteligencia artificial que imita al humano.
FOTOS: Turn 10 Studios / Forza Motorsport 5 Web / Xbox One
Hacía tiempo que no hablábamos de videojuegos, esa parte del ocio electrónico, de la tecnología doméstica, que más nos encandila y que da más dinero, de largo. Más que la música y el cine, y más que muchas aplicaciones informáticas. El añadido que hace en la publicidad Turn 10 Studios, promotor junto a Microsoft del juego, es directo y sencillo: “Donde se conducen los sueños”. Lo malo es que no llegará al mercado hasta finales de noviembre, cuando la Xbox One ya esté en venta. No obstante, el juego fue presentado recientemente en la feria E3 a mediados del pasado mes de junio y llenó de ilusión a muchos jugadores, especialmente los que ya quedaron enganchados con la cuarta versión. Forza Motorsport 5 será uno de los primeros videojuegos en llegar a Xbox One, un gran salto para una franquicia con casi una década de vida. Un cambio fundamental para el lanzamiento de la nueva versión de Xbox ya que el Forza Motorsport es un gran cebo para los futuros jugadores y clientes.
Lo que se pudo ver en la presentación fue que este año el juego ha elegido a McLaren para su promoción, especialmente el nuevo modelo superdeportivo, el P1, si bien entre los coches habrá cientos de ellos de todas las marcas, igual que en entregas anteriores. No obstante, en el trailer se aprecia que el garaje ha renovado: también están presentes el Pagani Huayra y el nuevo Ferrari F12 Berlinetta, y en la presentación los responsables del estudio informaron de que al inmenso garaje de decenas de coches se añadirán modelos monoplazas de la Fórmula 1 y la Indycar. En las demostraciones se apreciaron los grandes avances en cuanto a motores gráficos (60 imágenes por segundo, muy por encima de lo habitual, con más calidad incluso que en el cine), con especial detalle a las texturas de las pinturas metalizadas, el asfalto o los detalles de la conducción; podemos ver las costuras de los asientos y hasta las marcas en la piel de los pilotos con un grado de detalle increíble. También destacarán los efectos de iluminación.
También gana la sensibilidad en los mandos de la Xbox One, consola que será el hogar de esta gran franquicia que siempre ha destacado por el hiperrealismo a la hora de conducir. Una de las ventajas de la quinta edición es que la “nube” hará de “sombra” para cargar de información directa a la hora de jugar. Es decir, que o te conectas o no juegas. Gracias a esa tecnología cloud de Xbox One el jugador no sólo competirá contra la máquina sino contra clones de nuestro perfil de juego. Es decir, que podremos competir contra nosotros mismos porque la máquina nos replicará. Es el llamado Drivatar, una inteligencia artificial que se estrena con este juego para Xbox One.
Esta IA guardará en la nube todos los patrones de comportamiento del jugador: cómo gira, por dónde toma las curvas, cuándo es agresivo, cuándo conservador, cómo reacciona a los ataques de sus adversarios… un gran patrón de comportamiento que luego se volverá contra nosotros o contra otros, ya que la máquina permitirá usar el perfil del usuario para competir online contra otros incluso cuando la consola esté apagada. Forza Motorsport 5 hará de campo de pruebas de este tipo de desarrollo virtual: si funciona sin problemas se aplicará a otros tipos de juego como los shooters y poder crear así una gran red de inteligencias artificiales capaces de jugar por su cuenta, multiplicando los desafíos para los jugadores on line. Esto supondría, entre otras cosas, poner fin al modo de jugador solitario de toda la vida, ya que siempre estaríamos conectados y jugando contra sombras o humanos reales, o nuestras propias sombras contra otras. Se acabó el modo tradicional de juego.
Igual de fundamental es el tema del mando: por muy efectivo que sea no sustituye realmente a un volante y la presión de pilotar, pero ha mejorado y mucho: el diseño de los gatillos son similares a los del mando de Xbox 360 para ganar en ergonomía y disfrute de conducción porque se adaptan mejor a la labor de conducir; la vibración será localizada, un aspecto que permitirá a la máquina simular la presión sobre el volante y la dirección, el viento, la fuerza de los giros en las curvas: la conducción será realista a través de las puntas de los dedos. No será como subirse a un P1 de verdad como el que usaron en la presentación de E3, pero se acerca cada vez más.
La saga Forza Motorsport
En los múltiples videojuegos de carrera o automovilismo que han existido siempre han destacado un puñado por su potencia y su buena elaboración: Gran Turismo, toda la saga oficial de Fórmula 1, los viejos juegos de rally como el Colin McRae y desde 2005 la gran franquicia Forza Motorsport, desarrollada por Turn 10 Studios y que ha trabajado para Microsoft desde entonces. La gran diferencia de este invento era que se trataba de un simulador, no un juego de carreras arcade. Desde el principio la franquicia apostó por el realismo en todo lo relacionado con la conducción, desde fuerzas físicas al daño de las estructuras, y sobre todo la dosis de normalidad que supone tener un accidente y que el jugador no se recupere al instante mágicamente. También sorprendió la capacidad del juego para tener un garaje inmenso y dividido, además, por los mismos segmentos de la industria, desde el A (el turismo pequeño) a la R (coches de carreras construidos sólo para eso, para correr). El jugador tenía circuitos urbanos y deportivos, carreras, apuestas, desafíos y una ilimitada cantidad de opciones para hacer lo que quisiera, incluyendo la personalización del coche con un taller improvisado que incluye nuevas pinturas. Era un simulador en toda regla, con las tintas cargadas hacia la competición, pero un simulador después de todo. Las siguientes entregas no hicieron más que aumentar su éxito: la segunda apareció en 2007, la tercera en 2009 y la cuarta, con el añadido de las voces de Jeremy Clarkson y James May en el tutorial de coches, en 2011 y con más de 500 coches diferentes para jugar.
Microsoft sube la apuesta con Xbox One
Y finalmente, llegó: la Xbox One de Microsoft aterrizó ante todos para ser mucho más que una consola, más bien un “centro de ocio” multimedia que puede cambiar el mercado. Microsoft quiere darle una al mercado con la Xbox One, un “todo en uno” que lo convierte más en un ordenador de puro ocio multimedia (donde los juegos son sólo un aspecto más) que en una consola más. La Xbox One unifica videojuegos, internet, llamadas telefónicas (a través de la inclusión del programa Skype), televisión. Funciona bajo prácticamente cualquier iluminación, reconoce con precisión un simple giro de muñeca y es capaz de separar la voz humana del ruido de fondo aislándola. Permite navegar por una interfaz rápida y sencilla, cambiar de canales y activar contenidos simplemente a través de órdenes habladas, sin necesidad de mandos. Tal es su integración que a través de sus palabras los usuarios podrán encender la consola, aunque se encuentre en modo reposo. La nueva Xbox One multiplica por ocho la potencia que disponía la Xbox 360 con una CPU de 8 núcleos, 8 GB de memoria RAM, 500 GB de disco duro interno, Blueray, Wifi, USB 3.0 y HDMI. En cuanto al Kinect, el mando de mano, ha sido rediseñado para ser el canal de reconocimiento de voz y también para reconocer más gestos del usuario; podrá siempre regresar al menú principal, que toma el aspecto de la última generación de Windows, simulando que se sujeta la pantalla con dos manos y con un movimiento de abrir y cerrar, que equivale a la función de zoom, muy parecido al de Apple.