Una y mil veces alabada, la saga ‘Bone’ de Jeff Smith va a tener, desde el 9 de julio, una nueva integral en español, en color, la más completa realizada hasta ahora por Astiberri. Lo que empezó en 1991 como una historia que entremezclaba la épica adulta con personajes cómicos y fuera de lo normal, ya es parte de la Historia del Cómic.

IMÁGENES: Astiberri

Multipremiada. Admirada. Imitada. Con fans acérrimos como Álex de la Iglesia o Frank Miller (por si no se acuerdan, el creador de ‘Sin City’ o ‘300’, por poner un par de ejemplos rápidos). ‘Bone’ se convirtió en un clásico casi en el mismo momento de su aparición, en 1991, editado por el propio autor a través de Cartoon Books, su propia editorial y con la que logró la perfección de poder controlar toda la cadena creativa (y de paso beneficiarse de su explotación). Desde entonces ‘Bone’ acumula más de 40 premios dentro y fuera de EEUU, traducido a 15 idiomas, y supera los 10 millones de ejemplares vendidos en todos los formatos, desde los comic-book tradicionales de los 90 a los tomos reunidos de cartoné de este siglo. Y eso que empezó en blanco y negro; las ediciones en color no llegarían hasta 2004, justo cuando terminó la saga. Lo que hizo Smith fue rediseñar y darle vida cromática a su obra, reunirla en 9 volúmenes, que a su vez ha juntado Astiberri en un solo tomo de 1.376 páginas.

La saga varió con los años, no se estancó: lo que empezó con los tres primos Bone (seres más parecidos a Casper) terminó con una heroína humana, Thorn, luchando contra el Señor de las Langostas por la salvación. Tres son los primos Bone: Fone, el principal personaje (fan irredento de ‘Moby Dick’ y con un valor inversamente proporcional a su estatura), el codicioso Phoney Bone, cuya avaricia y mentiras son la causa de muchos de los problemas de los tres primos; y Smiley Bone, empeñado en ver siempre el lado positivo y despreocupado. Los tres son expulsados de su lugar natal, Boneville. En su exilio atraviesan el desierto y se pierden; cada uno empezará un viaje lento y rocambolesco que los conducirá al mismo lugar, un profundo valle boscoso al otro lado del desierto poblado por humanos, criaturas terroríficas y maravillosas, como langostas gigantes o las mostrorratas por ejemplo, víctimas de su gula continua y que son una constante en la saga. Fone en ese valle se tropezará con una chica hermosa y valiente llamada Thorn y su abuela Ben. Los tres primos terminarán reuniéndose en la ciudad de Barrelhaven, ajenos a la conspiración que se teje en torno a ellos y sin percatarse de que su historia no termina en su nuevo exilio, sino que es el principio de una trama mucho más larga.

De hecho los Bone son una de las razas de ese mundo imaginario que ha sido comparado más de una vez con ‘El Señor de los Anillos’ pero con humor. Como los hobbits, estos seres blancos y pequeños, calvos y de gran nariz, son la espoleta de la historia. Viven en Boneville (que no aparece en la saga pero que por las explicaciones que dan los personajes se supone que es una ciudad moderna con tecnología del siglo XX frente al medievalismo de los que viven en el Valle); es su hogar, hasta que Phoney se presenta a alcalde y rompe la estatua del fundador de la urbe durante su candidatura. El castigo es el exilio mencionado que da inicio a toda la saga. Cada personaje es un arquetipo en sí mismo: Smiley es alegre y tontorrón, Phoney es el desencadenante de toda trama por su continua necesidad de dominar y lucrarse, y Fone representa a la gente corriente colocada en posición de peligro por otros o por el escenario mismo. Thorn en cambio es el contrapunto humano a los Bone, una heroína aguerrida y poderes sobrenaturales de la que Fone se enamora y a la que trata de ayudar a toda costa, aunque eso le suponga estar a punto de perderlo todo. Y de fondo, ese Señor de las Langostas que es el mal arquetípico y omnipresente en cada movimiento.

Otros personajes son Red Dragon, que aparece continuamente para salvar a Fone cuando éste ya no puede valerse de su astucia y agilidad, o Ben, abuela de Thorn y que oculta el verdadero origen de la familia, así como Ted, un insecto hoja que es la primera criatura que se encuentra Fone en el valle, conectado con el Dragón Rojo y que colabora con Fone. Aparece también Lucius Down, habitante de Barrelhaven y que está asociado con la abuela Ben y con su hermana Briar, que forma parte del coro de personajes, tanto como los Veni-Yan, un clan de monjes con un poder que desconcierta en el Valle, tanto como Lord of the Locusts (Señor de las Langostas), un espíritu encerrado en una montaña (¿no les suena de algo, como un gran ojo atrapado en una torre…?) y que utiliza a Hooded One como subalterno y mano ejecutora, ligado a su vez a Thorn y la abuela Ben…, pero hasta aquí podemos leer. Aparece también Kingdok, la líder de los mostrorratas y que ejerce de vasalla del Señor de las Langostas y Hooded One.

Sin hacer spoilers, la saga evolucionó considerablemente a lo largo de los años, y si bien los Bone (especialmente Fone) mantuvieron su peso protagonista, Thorn alcanza poco a poco una predominancia en paralelo a la madurez de la propia historia, que arrancó a principios de los 90 destinada para un público infantil “crecidito” (a partir de los 9 o 10 años) y que culminó apuntando más hacia los que ya son adolescentes. Casi podría decirse que Smith hizo evolucionar la historia a la par que crecían los niños que compraron el primero número. La mezcla de humor (muchas veces socarrón y ácido) con épica y fantasía es uno de los pilares de la saga junto con un estilo visual clásico inspirado en el ‘Pogo’ de Walt Kelly, uno de los referentes del propio Smith. A eso se suma un indisimulado tributo mucho más que simbólico a Tolkien, desde la configuración de la historia y los personajes a los giros de la trama. Pero lo que realmente vertebra toda la obra de Smith es un juego a dos manos: la épica a un lado, el humor al otro. Las referencias son continuas.

Boneville es en realidad el mundo moderno del que vienen los Bone, cuya actitud socarrona, virtuosa (Fone Bone), viciada (Phoney Bone) o despreocupada (Smiley) contrasta con el mundo humano del valle, en plena Edad Media, sin tecnología, con el trueque como forma de comercio y acosado por supersticiones, amenazas, fantasía y brujería, por no hablar del Bestiario creado por Smith para ese escenario. Boneville es un lugar mitológico para los humanos, mientras que los Bone consideran el valle un sitio atrasado en contraste con su mundo natal (supuestamente con una tecnología mucho más avanzada). Además existe un contraste entre el humor de los Bone y la épica seria de los humanos y su mundo: son dos caras de la misma moneda. Los personajes representan esa dualidad y el lector moderno atraviesa con los Bone esa maraña de fantasía épica. Humor y trascendencia unidas suelen dar buenos resultados si están equilibrados: ‘Bone’ es un buen ejemplo. No es un clásico moderno por nada.

¿Quién es Jeff Smith?

Jeff Smith nació en McKees Rocks (Pensilvania, 1960) y creció en Columbus (Ohio), donde vive en la actualidad. Como autor de cómic a doble mano (guionista y dibujante) es conocido principalmente por la serie ‘Bone’, que empezó a autoeditar en 1991 y que finalizaría en 2004 con otras editoriales. Su estilo como dibujante está inspirado en la época clásica de la animación o por Walt Kelly (autor del cómic ‘Pogo’). Los personajes de ‘Bone’ nacieron cuando Smith apenas era un niño, en 1970. Durante su época como estudiante publicó varias historias ligadas a estos personajes del futuro ‘Bone’ en el periódico universitario The Lantern. En Columbus conoció a Jim Kammerud, director de cine de animación, con el que años más tarde fundaría el estudio Character Builders para animación, el cual dejó en 1992. Ese año ya tenía su propia compañía, Cartoon Books, con la que autoeditó la primera versión de ‘Bone’ en 55 pequeños volúmenes que luego serían recopilados en varias integrales.

De ese universo nació también ‘Stupid, stupid Rat-tails’ que publicaría en España la editorial Astiberri en 2007; en 2002 Smith también publicó la precuela de su saga, ‘Rose’ (2008 en España). ‘Bone’ ha sido publicada íntegramente en castellano por Astiberri tanto en el blanco y negro original como en color, así como en edición de bolsillo. Sus creaciones más recientes son ‘RASL’, una serie de ciencia-ficción dura y descarnada sobre un ladrón de arte interdimensional, que consta de dos tomos, ambos publicados por Astiberri, y ‘Tuki’, serie ambientada en la prehistoria sobre el primer humano que salió de África. La obra de Jeff Smith ha sido objeto de varias exposiciones antológicas en el Wexner Center for the Arts y en la Universidad del Estado de Ohio.

La adaptación la hará Netflix

En octubre de 2019 la plataforma Netflix anunció que se encargaría de la adaptación, en formato de serie de animación, de la saga ‘Bone’ de Jeff Smith, después de varios intentos y más de un quebradero de cabeza. En animación 2-D a la vieja usanza y cuidando al máximo el estilo, una exigencia continua de Smith con la que es la obra de su vida. El anuncio de Netflix no da más detalles: ni se especifica el equipo creativo ni una posible fecha de estreno, aunque sí que lo destinará a su público infantil, por más que en los últimos volúmenes ‘Bone’ derive hacia un tono más adulto. Tuvo que ser el propio autor el que confirmara vía Twitter que no era una broma después de muchos años de idas y venidas con Warner y varios más para poder llevar a pantalla un cómic que ya es un clásico contemporáneo. Todo empezó a finales de los 90, cuando todavía no había terminado de explorar la saga Jeff Smith, que le duraría hasta 2004.

Los primeros en intentarlo fueron Nickelodeon (especializado en animación) y Paramount, coaligadas para crear una película de animación que en poco tiempo se fue a la cuneta por la obsesión de la primera productora por introducir cambios argumentales e incluso música pop. ‘Bone’, argumentaba Smith, podría haber empezado para un público infantil, pero con los años había crecido para superar el listón de edad, como si acompañara en el propio crecimiento a los que se engancharon de pequeños en 1991. De hecho el eje de la saga cambió hacia un personaje secundario, Thorn. En 2008 llegaría el segundo intento con P. J. Hogan como director y Animal Logic como productora, que convertiría la saga en una trilogía de animación 3-D. Pero pasaron los años y no se llegó a nada. Finalmente será Netflix, que recupera la idea de la serie de TV, la que se ha llevado el premio.