The big wedding’ (‘La gran boda’) se apunta a un clásico. ¿Cuántas películas han girado alrededor del archiconocido ‘sí, quiero’?

Un clásico que nunca falla en la cartelera para regocijo de millones de espectadores de todo el mundo. Ya tenemos boda en las salas de cine. Estamos invitados. El enlace se celebrará este 1 de mayo en las pantallas españolas. Los contrayentes son, en esta ocasión, dos nuevas estrellas: la norteamericana Amanda Seyfried y el británico Ben Barnes.

A la boda no faltará un sólido reparto experto en estas lides: Robert de Niro (‘Los padres de ella’), Diane Keaton (‘El padre de la novia’), Katherine Heigl (’27 vestidos’), Robin Williams (‘Hasta que el cura nos separe’) y Susan Sarandon (‘Desmadre de padre’). Se ruega acudir provisto de un buen paquete de palomitas y de ganas de reír y llorar de emoción. ‘The big wedding’ (‘La gran boda’), con el debutante Justin Zackham como maestro de ceremonia, es la gran apuesta en 2013 de un género que funciona como pocos en taquilla. Pocos se resisten al encanto de asistir a una glamurosa boda cinematográfica, un argumento que, pese a sus limitaciones argumentales, no se agota y no cansa a sus incondicionales.

¿Dónde arranca esta pasión? Las bodas siempre han estado presentes en el cine. Todo un clásico como ‘El Padrino’ (Francis Ford Coppola) (1972) arranca con la boda de la hija de Vito Corleone, Connie. En ‘Solo ante el peligro’ (Fred Zinnemann) (1952), Gary Cooper se casa con Grace Kelly horas antes de que tenga que probar su honradez para hacer frente al regreso de la banda de Frank Miller. Antes de partir hacia el horror de la guerra de Vietnam, John Savage se casa con su novia en ‘El cazador’ (Michael Cimino) (1978). Sus amigos de destino, Robert de Niro y Christopher Walken, no faltan a la cita. Otro gran clásico, ‘El graduado’ (Mike Nichols) (1967) concluye con Dustin Hoffman ‘robando’ a la misma novia, Katharine Ross, y huyendo en un autobús. 

 

‘El graduado’ (1967)

No obstante, el uso de las bodas como argumento principal del filme es más reciente y se debe a dos grandes éxitos comerciales con títulos bien ilustrativos: el remake de ‘El padre de la novia’ (Charles Shyer) (1991) y ‘Cuatro bodas y un funeral’ (Mike Newell) (1994). Steve Martin se convirtió en el rostro del sufridor padre que tiene que ‘decir adiós’ a su hija, Kimberly Williams. ‘El padre de la novia’ arrasó en Estados Unidos, con una recaudación cercana a los 89 millones de dólares en 1991. Todo un ‘hit’. Newell no se quedó atrás. Contó con un presupuesto modesto, 4.4 millones de dólares. El filme recaudó 245 millones de dólares. Hugh Grant enamoró al público femenino y Andie McDowell al masculino.

‘Cuatro bodas y un funeral’ y el remake de ‘El padre de la novia’ recuperaron un género que había aparecido en filmes del Hollywood dorado como ‘Historias de Filadelfia’ (George Cukor) (1940), con Cary Grant, Katharine Hepburn y James Stewart protagonizando una clásica comedia de enredos ambientada, en esta ocasión, en una boda. Tampoco podemos olvidar la versión original de ‘El padre de la novia’ (Vincente Minnelli) (1950), con Spencer Tracy, Liz Taylor y Joan Bennett.

‘Cuatro bodas y un funeral’ (1994) y ‘El padre de la novia’ (1991)

Las bodas, sin embargo, se han multiplicado en las salas de cine en las dos últimas décadas de la mano de ‘Cuatro bodas y un funeral’ y el remake de ‘El padre de la novia’ con proyectos amables para el espectador, con innumerables comedias románticas, y muy rentables en taquilla. Como ejemplos: ‘La boda de Muriel’ (1994), ‘La boda de mi mejor amigo’ (1997), ‘In & Out’ (1997), ‘El chico ideal’ (1998), ‘Novia a la fuga’ (1999), ‘Planes de boda’ (2001), ‘Mi gran boda griega’ (2002), ‘American Pie 3: ¡Menuda boda!’ (2003), ‘De boda en boda. Los cazanovias’ (2005), ‘¡Mamma Mia! (2008)’, ’27 vestidos’ (2008) o ‘Bridesmaids. La boda de mi mejer amiga’ (2011). Toda una videoteca para románticos. Absténgase de cuestionarlos si quiere seducirlos.

Siempre podrá invitarlos después a ver otras películas de enlaces matrimoniales con algo más de historia y exotismo. Si quiere sorprender a su pareja, alquile, por ejemplo, ‘El banquete de boda’ (Ang Lee) (1993), en Manhattan pero con dos gais taiwaneses como protagonistas, o ‘La boda del Monzón’ (Mira Nair) (2001), en Nueva Delhi.

Si es un romántico empedernido pero quiere ofrecer a su chica o chico algo más que una comedia facilona, sus opciones son filmes como ese precioso cuento llamada ‘La princesa prometida’ (Rob Reiner) (1987) o la bellísima historia de amor de ‘El hijo de la novia’ (2001), del argentino Juan José Campanella.

 

‘La boda de mi mejor amigo’ (1997)

Puede tener, en cambio, cierto sentido crítico o incluso irónico. Eso sí, asegúrese de que su pareja también lo comparta antes de invitarla a veraco Plaza) (201Kill Bill: Volumen 2’ (Quentin Tarantino) (2004), ‘La novia cadáver’ (Tim Burton) (2005), ‘Match point’ (Woody Allen) (2005), ‘Melancolía’ (Lars Von Trier) (2011) o  la española ‘[•REC]³ Génesis’ (P2). Allí no encontrarán ceremonias ni historias de amor corrientes.

Si aún se encuentra acompañado, reconcíliese con ‘La gran boda’, el gran enlace cinematográfico del año, ideal para quienes esperan con anhelo y abundante humor el día del ‘sí, quiero’. Y, si tienen ganas de más invitaciones, apunten otros dos enlaces, ambos en España: ‘Tres bodas de más’ (Javier Ruiz Caldera) y ‘La gran familia española’ (Daniel Sánchez Arévalo).

 

‘La novia cadáver’ (2005)