Malos vientos para Apple, que ve uno de sus sueños caer (su gran sede en forma de anillo soñada por Steve Jobs) y de paso su patio doméstico, EEUU, en manos de su gran rival, Android. 

Primer revés. Android ya está presente en el 51,7 % de los ‘smartphones’ en Estados Unidos; es decir, que en cuanto al software le ha ganado la batalla a la manzana. Mal día para dejar de fumar en Cupertino, sede de Apple, que dirían los castizos. Eso sí, la manzana mordida se resiste a dejarse pisar en el terreno de los teléfonos, el hardware puro y duro, donde tiene el 38,9% de cuota en EEUU, la más alta de todas (por ahora). Es más, esta cifra supone que ha crecido un 3,9% respecto al periodo anterior de 2012.

Comscore ha hecho públicos los datos de su último estudio de MobiLens en el que investigan las tendencias y el comportamiento de los usuarios de móviles de EEUU y otro grupo de mercados grandes y selectos que mueven el negocio (Reino Unido, Alemania, Francia, España, Italia, Canadá y Japón). Comscore ha analizado tanto la cuota de los sistemas operativos como la cuota por fabricantes desde diciembre de 2012 a febrero de 2013.

Según estos datos, en cuanto a fabricantes, Apple y Samsung siguen manteniéndose su lucha particular por el primer puesto. Dentro y fuera de los tribunales. Samsung, por su parte, cuenta con el 21,3 % de los terminales, es decir, un 1% más que el año pasado. El tercero en discordia es HTC, que cayó un 1,7% y se quedó con el 9,3% de cuota de mercado. Esto sin contar el impacto de mercado del HTC One, que salió a la venta hace apenas un par de semanas. Motorola (8,4%) y LG (6,8%) finalizan el top 5 de las marcas fabricantes de terminales móviles creado por MobiLens.

Android lucha contra Apple en su propia casa

El proyecto Campus de Apple en Cupertino

Segundo golpe

El tan ansiado y soñado proyecto arquitectónico y tecnológico de Steve Jobs, el nuevo Campus Apple en la zona de Cupertino con forma de anillo, está en el limbo después de que, una vez ausente el Pope de todos (que los arrollaba con su personalidad), los accionistas hayan decidido que su coste (más de 5.000 millones de dólares) es excesivo y que habrá que reformarlo. De construirse hubiera sido el segundo edificio más grande de EEUU, aproximadamente el 65% del tamaño del Pentágono (el edificio más grande del planeta).

Uno de los que no se ha mordido la lengua es Keith Goddard, director ejecutivo de Capital Advisors Inc. y propietario de 30.537 acciones de Apple, ha declarado que “haría falta que algo me convenciese para entender por qué 5.000 millones de dólares es el número correcto para un proyecto como este”. Según él, el aumento sería “echar sal en la herida” para un proyecto que “la mayoría” calificaría de “extravagante”, y más cuando “están siendo tan tacaños sobre los dividendos”.

Y es que hasta el final Steve Jobs quiso darle fuerza al proyecto; en su última aparición pública mostró varias representaciones de una sede destinada a albergar más de 12.000 empleados en un único edificio circular calificándola como “algo similar a una nave espacial”. El proyecto cuenta con cuatro pisos de forma anular en 260,13 kilómetros cuadrados, además de 71 hectáreas de árboles donde, a día de hoy, tan sólo hay aparcamientos. Así que, a medio hacer, con puyas sobre su forma de rosquilla y su altísimo coste, empieza a bajarse el telón.

Planos del futuro edificio y la zona del Campus de Apple

Uno de los problemas está precisamente en el soterramiento de los parkings del edificio, y en los preparativos de la zona, ya que se tienen que derribar gran número de edificios adyacentes para hacer el gran edificio. Estos derribos empezarían en breve, lo que supone retrasos en los planes iniciales: la mudanza sería en 2016. Además, el presupuesto original se ha visto incrementado en algo menos de 3.000 millones de dólares (2.324 millones de euros) en los últimos dos años. Esto se debe al aumento de la escala del proyecto de 6.000 a 13.000 empleados, utilizando la misma cantidad de terreno.

Más problemas: el techo de la nave espacial tendrá 6.503 metros cuadrados de paneles solares que generarán hasta 8 megavatios de energía, suficientes para abastecer a unos 4.000 hogares. Además está previsto algún tipo de alimentación por energía eólica y otros métodos para ahorrar energía y reducir la polución. Pero no es ése el problema: era la obsesión de Jobs por la perfección lo que mata el presupuesto, cargado por los costes de interiores que incluyen pulir todas las paredes para “una suavidad sobrenatural”, y la particular madera interior, que debía ser de una especie específica de arce, y sólo se utilizarán de la más fina calidad, del centro de los árboles. La mano de Jobs se nota, para lo bueno, y para lo malo.