Este año va a apretarse en estrenos como nunca, porque no sólo estrenará los que le tocarían, sino casi todo 2020. La pandemia ha obligado a posponer una y otra vez los estrenos que más ingresos generan, lo que prepara al público para un regreso paulatino a los cine este año, o bien hacia un nuevo modelo de negocio donde comprar una entrada sea más un lujo y una vieja moda. Los retrasos son continuos, y no paran: desde que este reportaje se publicara en el número 84 de la revista El Corso algunas películas han vuelto a retrasarse aún más. Os damos nuevas fechas actualizadas y os contamos lo que ha ocurrido entre productoras y distribuidoras.

IMÁGENES: Warner Bros / Universal / Disney / Marvel / Legendary Pictures

Es muy posible que el Covid-19 haya conseguido algo más que arrasar millones de vidas, poner patas arriba la economía mundial y puesto en un brete universal a toda la Humanidad. Probablemente ha impulsado definitivamente el teletrabajo y dado una excusa magnífica para la automatización del trabajo. También ha puesto en evidencia la problemática de los viejos sistemas de distribución de contenidos audiovisuales (cine y TV): los contables y los ejecutivos han caído en la cuenta de que las plataformas de pago por visión son el futuro. Un mañana donde ninguna pandemia pueda hacerles descarrilar, donde lograrán siempre beneficios (por los cánones de pago por cliente), y controlarán mucho mejor todo el proceso: no necesitarían distribuidores (cadenas de cine o cadenas de TV). Una tragedia les ha mostrado el camino. Pero todo cambio tiene también perdedores. Pero no sólo por el medio: los sucesivos confinamientos obligaron a retrasar rodajes, suspenderlos temporalmente… cada agenda fue congelada y pospuesta para terminar más adelante, por lo que todos miraron hacia invierno primero, y 2021 después.

El coronavirus hizo saltar por los aires en la primavera de 2020 todo el calendario de estrenos de las majors, no importaba si era pequeña, media o grande, desde las indies a gigantes como Disney. Todos hincaron la rodilla. Pero algunos consiguieron crecer, como las plataformas Netflix, Amazon Prime Video, Apple TV, Hulu… etc, etc. Y una de las que podría sentir el subidón cósmico de disponer en breve de un catálogo descomunal de estrenos, HBO Max, propiedad de Warner, que en diciembre decidió estrenar todos sus productos a la vez en su plataforma y en los cines, que seguirían bajo estrictos controles de espacio. Menos asientos, menos dinero. Pero en el mundo digital no existen asientos, sólo cuentas de clientes que pagan religiosamente y que, si les gusta algo, multiplican los beneficios. Una decisión, de cara a 2021, que le ha supuesto la rebelión de directores como Dennis Villeneuve (que verá su versión de ‘Dune’ afectada) o Christopher Nolan, más productoras asociadas como Legendary Pictures, que va a demandar a Warner.

Entre las afectadas de la decisión de Warner están, además de ‘Dune’, futuros taquillazos como ‘Matrix 4’ (con toda la legión de fans que arrastra años después), ‘The Suicide Squad’, ‘Godzilla vs Kong’ o la adaptación del musical ‘In the Heights’ realizada por Lin-Manuel Miranda. Según Ann Sarnoff, la directora ejecutiva, “ante el momento sin precedentes […] necesitábamos una solución creativa para atender” un negocio que de paralizarse a la espera de los cines simplemente arrastraría consigo a toda la industria. Según Sarnoff es una decisión de un año, alto temporal, pero huele a movimiento general. Porque Warner no es el único estudio en restringir el tiempo de salto entre salas y salones de casa: Universal (que también ha pospuesto muchos estrenos) lo rebajó a 17 días en su negociación con la distribuidora AMC, la mas poderosa de EEUU. Eso sí, lo hizo pactando. En este caso Warner ha decidido que es su producción y que por lo tanto no tiene necesidad de consultar nada. Y detrás, también en un movimiento unilateral, Disney ha hecho lo propio.

El bicho. El virus que lo ha trastocado todo. Y eso incluyó el retraso de todos los estrenos de 2020 hacia 2021, incluso 2022. Más: como en un efecto dominó, ha obligado a retrasar todos los rodajes pensados por gigantes como Marvel Pictures y Disney para el MCU y otras franquicias. Sin embargo la compañía-pulpo del ratón ha encontrado una salida propia: Disney +, su plataforma, que va a engordar su catálogo exponencialmente porque los ejecutivos decidieron estrenar directamente en streaming sus últimas producciones, como ‘Mulan’, que estaba prevista para el pasado 27 de marzo y terminó estrenándose a finales del verano en streaming a un precio extra de 30 dólares, un negocio redondo para la compañía, que ya cobra un canon mensual a cada cliente. De los grandes estrenos de las majors sólo una se ha librado: ‘Wonder Woman 1984’, que se estrenó el 25 de diciembre en un puñado de cines al mismo tiempo que veía la luz en HBO Max. Una excepción en una norma que incluso ha empujado el estreno de ‘The Batman’ hasta 2022.

Lo que viene ahora es el largo proceso de retrasos y fechas aproximadas de estreno. Tomen nota. ‘Venom 2’, con Tom Hardy de personaje principal, y que ha reclutado a Woody Harrelson en el personaje de Carnage, no verá la luz hasta el 25 de junio próximo. En el mismo género, ‘Black Widow’, después de varios retrasos consecutivos, ha fijado para el 28 de mayo su estreno, como parte del efecto dominó del MCU de Marvel que va a tener consecuencias claras para los fans: esperar o darse de alta en Disney +. ‘The King’s Man: la primera misión’ pospone el estreno al 26 de febrero, y ‘Morbius’ (dentro del universo de Spiderman) ha vuelto a ser retrasada, ahora ya para el 21 de enero de 2022, una de las nuevas apuestas de esta franquicia. El thriller de terror fantástico, ‘Un lugar tranquilo 2’, para el 23 de abril; ‘Cruella’ el 28 de mayo, ‘Jungle Cruise’ (con Dwayne Johnson) para el 6 de agosto, ‘The Suicide Squad’ para ese mismo día, ‘Godzilla vs Kong’ para el 21 de mayo y ‘Misión Imposible 7’ el 19 de noviembre. Más: la novena película de ‘Fast & Furious’ por fin ha conseguido fecha, el 28 de mayo próximo, después de ser pospuesta hasta tres veces.

Y entonces llegamos a ese concepto difuso llamado “hype”, es decir, algo vendido como maravilloso y revolucionario que se hace esperar y se demora, que crea una enorme expectación, tan alta que cuando llega el contenido real crea una ola inversa de negatividad o decepción. No tiene por qué, pero algo parecido le ha ocurrido a ‘Dune’, que ahora supuestamente va a ser pospuesta hasta el 1 de octubre (a la espera de otro golpe de timón de los ejecutivos de Warner) y a la saga Bond, que llega con meses de retraso en la entrega de la última película con Daniel Craig, ‘No time to die’ (‘Sin tiempo para morir’). Coincidió con el mes de abril, y ahora llegará mucho más tarde: el 8 de octubre de este 2021. Por el camino quedan los trailer más anticipados desde que se tiene memoria (más de un año), y con tiempo para polémicas estériles que sólo sirven para exhibir el racismo y sexismo de parte del público: la elección de Lashana Lynch para interpretar al nuevo 007 por esta película, una mujer negra. Lo demás ya se lo pueden imaginar. Algo parecido le puede pasar a ‘Top Gun Maverick’, que lleva incluso más tiempo de espera que Bond, y que ahora verá la luz en julio de este año.

El éxito económico de Netflix primero, y del resto de competidoras después, es un recordatorio de que las empresas no son ONG para una visión romántica de un oficio que hace mucho que dejó de ser un arte. El pulso entre los dos modelos del mismo negocio había tenido consecuencias, como las estrictas normas de la Academia de EEUU de cara a los Oscar y otros premios, que ahora, virus mediante, simplemente dejan de tener sentido. Para sobrevivir la industria audiovisual busca otros canales, y lo que es temporal puede no serlo del todo. Basta con que el público se adapte para que ir al cine deje de ser un evento común para pasar a lujo. La experiencia cinematográfica es ilusionante en un gran cine, pero mucha otra gente que no tiene esa visión y lo que quiere es calidad y tranquilidad. ¿Qué mejor sitio que el sofá de casa? Y que le salga más barato: ¿merece la pena pagar un canon mensual y algún que otro pago extra puntual por tener decenas de películas y series a disposición? El tiempo dirá.

Y Warner enfureció a todos

Lo que podría ser una decisión plausible en una época excepcional se ha convertido en el inicio de una resistencia que pasará incluso por los tribunales. Al menos, mientras se escribía este reportaje, ya había una productora, Legendary Pictures, que tenía pensado demandar a Warner por decidir unilateralmente, sin previo aviso, que estrenará 17 películas en los cines en formato reducido pero que la liberará al mismo tiempo en su plataforma HBO Max. El estudio confirmó que en EEUU las películas estarán disponibles durante un mes para los suscriptores de HBO Max sin cargo extra; cine y finalmente, según el sistema convencional, regresarán a la plataforma digital. En otras circunstancias quizás fuera una decisión inteligente ante el avance imparable del nuevo marco tecnológico, en el que el streaming es el futuro del negocio audiovisual. El problema es que HBO Max sólo está disponible, por ahora, en EEUU, por lo que la distribución en el resto del mundo tendrá que ser por ahora limitada y en cines. Esto ha enfurecido a las poderosas cadenas de cines, como AMC, que aseguró que no estrenaría nada de WarnerMedia Studios en 2021.

A la rebelión de muchos directores y actores (entre ellos Christopher Nolan y Denis Villeneuve) se une el enfado corporativo de Legendary Pictures, asociada en la producción de ‘Dune’, que será una de las afectadas. La decisión la adoptó por las dificultades para la distribución tradicional en cines para luego saltar a las plataformas entre 70 y 90 días después. Al hacerlo al mismo tiempo, argumentan los críticos, está matando el negocio de los cines porque en plena pandemia (y luego en post-pandemia) nadie comprará una entrada si puede tenerlo en el sofá de su casa. La tensión entre productoras y distribuidoras es máxima desde que el modelo Netflix triunfara; de hecho esta compañía inició la guerra fría soterrada entre plataformas y cines a la que lentamente se unen otras productoras tradicionales, que a fin de cuentas son empresas y necesitan facturar. Y muchas llevan casi un año en blanco porque los cines están cerrados. Warner asegura que es una decisión temporal, pero probablemente la pandemia haya dado un golpe decisorio al sistema tradicional.

El problema de ‘Dune’ y ‘No time to die’

A ‘Dune’, con un trailer inicial muy contundente y buena acogida por el público, podría pasarle algo parecido a ‘No time to die’: alargar la espera en exceso sólo puede producir problemas. Un ejemplo reciente es un manual de cómo volar por los aires un producto que parecía destinado a marcar una época y que ha acabado en desastre: ‘Cyberpunk 2077’. El videojuego más esperado en años, con meses de retrasos y estrenos pospuestos por múltiples problemas, desde fallos de programación a la depuración del juego para conseguir un mejor resultado, pasando por los problemas derivados de la venta directa ante la pandemia… Cuando por fin salió a la venta fue un desastre, un juego de mala calidad cinemática y los tristemente célebres “bugs” (fallos de programación, muchos de ellos además en consolas, el método más utilizado por los usuarios para jugar), hasta el punto de dar al traste con toda la campaña de ventas y forzar devoluciones en cascada. El temido efecto “hype”: la promesa de algo maravilloso que se hace esperar, que calienta al público… la imaginación no tiene límites, pero el espacio entre lo esperado/soñado/deseado y la realidad es tan grande que siempre aboca a la decepción, y de ésta al hundimiento mercantil del producto sólo hay un paso. Denis Villeneuve ya ha dicho públicamente que Warner ha matado ‘Dune’ por el nuevo método de saltarse los cines como impacto inicial, pero quizás sea un problema mucho mayor la espera.