Hay civilizaciones que caen una vez y no se levantan. Los mayas tenían algo especial, porque fueron capaces de caer, levantarse y el destino tuvo que golpearle una segunda vez para acabar con una de las civilizaciones más fascinantes de América.
Hay civilizaciones que caen una vez y no se levantan. Los mayas tenían algo especial, porque fueron capaces de caer, levantarse y el destino tuvo que golpearle una segunda vez para acabar con una de las civilizaciones más fascinantes de América.
América no deja de sorprender, especialmente el misterioso mundo maya, que parece una caja dentro de otra caja, a su vez en otra caja: dentro de la pirámide de Kukulcán (en el yacimiento de Chichén Itzá) hay otra estructura escondida y que dataría de antes del siglo IX.
Hay pocas ciudades del mundo que puedan presumir de haber sido cuna de una civilización que dejó grandes muestras de arte y construcción y que todavía estén pobladas. Pocas: Roma, Atenas, Alejandría, Jerusalén, Cádiz, Sevilla, Damasco, Kyoto, Beijing… y la grandiosa México D.F, que no para de dar sorpresas a la arqueología.
Perú sigue dando sorpresas a la arqueología: en el sur de Perú, en el delta del río Tambo, ha aparecido una nueva cultura precolombina hasta ahora desconocida.