Se llamaba Johann Trollmann, fue campeón de boxeo en los años 30 y todo un símbolo pugilístico. Pero tenía un problema: era gitano, algo que los gitanos no perdonaron. Tampoco que se les resistiera. Su historia, incluyendo su trágico final como víctima del nazismo, lo relató Darío Fo en un libro póstumo que publicará Siruela.