Murió ayer pero la onda expansiva de la muerte de Oliver Sacks es tan grande que merece la pena esperarle: después de todo fue un buen ejemplo de esa Tercera Cultura que iluminará este siglo y los siguientes, la fusión de Ciencia y Artes.
Murió ayer pero la onda expansiva de la muerte de Oliver Sacks es tan grande que merece la pena esperarle: después de todo fue un buen ejemplo de esa Tercera Cultura que iluminará este siglo y los siguientes, la fusión de Ciencia y Artes.