HBO España estrena hoy la tercera temporada de esta serie basada en la novela gráfica de mismo nombre, que en su producción original en EEUU la realiza AMC. En los nuevos capítulos siguen las aventuras de este predicador de Texas poseído por una criatura misteriosa que le permite hacer obedecer a cualquier persona solo con decir una palabra y que partía en la primera en busca de Dios para hacerle rendir cuentas.
La cadena por cable y productora HBO ayudó a AMC a adaptar la historia de Jesse Custer y su búsqueda salvaje de Dios, pero finalmente fue AMC quien se hizo con la fruta “envenenada”, aunque en España se distribuye en la plataforma de HBO. Envenenada en parte porque es una serie de cómic con seguidores fanáticos que iban a vigilar muy de cerca la adaptación, porque es muy polémica por el argumento y el tono reivindicativo del sector religioso en Occidente, que probablemente considera la serie como un insulto.
El tono asilvestrado de la producción de Seth Rogen y Evan Goldberg (fans confesos del cómic), productores y creadores de la serie más Sam Catlin (uno de los responsables de ‘Breaking Bad’) como showrunner. El reparto principal incluye a Dominic Cooper como Jesse Custer, Joe Gilgun (¿se acuerdan de él en la serie ‘Misfits’?) como Cassidy y Ruth Negga como Tulip, además de Ian Coletti interpretando a Caraculo. Este regreso fue rodado con tiempo, pero la cadena ha preferido mantener un absoluto mutismo sobre la producción, aunque se confirmó que la tercera temporada abordará el pasado del personaje principal, Jesse, el regreso de Tulip O’Hare interpretada por Ruth Negga.
Dominic Cooper, Ruth Negga, Joe Gilgun e Ian Coletti
La sinopsis oficial de la cadena es muy explícita: “La aventura de Dios de Jesse Custer le lleva de regreso a un lugar que lleva evitando toda su vida: su hogar. Jesse, Tulip y Cassidy (Joseph Gilgun) vuelven a Angelville, el lugar en Louisiana en el que Jesse se crio, allí encontrarán viejos resentimientos y obligaciones mortales esperándoles. Con la ayuda de sus amigos (y enemigos) Jesse necesitará escapar de su pasado… y es que el futuro del mundo depende de él”.
¿Qué es ‘Preacher’ (‘El Predicador’)?
Absténganse de seguir leyendo cristianos creyentes, personas religiosas o con algún tipo de apuro teológico. En 1995 empezó la publicación de una de las sagas más gamberras del noveno arte, un producto de la fase de expansión irreverente y sin fronteras del cómic norteamericano en aquella década que continuaría en la siguiente. Ese año, Vertigo (filial de DC Comics) publicaba por primera vez ‘Preacher’ (‘El predicador’), creada por Garth Ennis en el guión y dibujada por Steve Dillion. En su momento fue un auténtico terremoto que llegó a acumular más de 2.000 páginas creadas entre números de la saga, especiales y series limitadas. En total fueron 66 números regulares más otros nueve especiales entre el 95 y el año 2000, cuando finalizó, que sería publicada en España por Planeta DeAgostini primero y luego por ECC Ediciones. Y ahora, al meollo.
El predicador al que hace referencia el título es Jesse Custer, un clérigo de Texas (pueblo de Annville) que deja de creer en Dios, convencido de que Dios ha abandonado su puesto en los cielos y que ha hecho dejación de deberes. Pero esperen que se complica: la forma que tiene de romper las dos dimensiones supuestas, la humana de la divina, es por los poderes que le transfirió un ser de otro mundo llamado Génesis (surgida de la unión de un ángel y un demonio) cuando le poseyó. Lo envileció, le dotó de una maldad que antes no tenía y también le transfirió poder divino al mismo tiempo que mataba a toda su parroquia y la propia iglesia del pueblo. Sin embargo Custer eleva su condición de simple mortal a la de casi un dios, puesto que reúne en sí mismo la naturaleza divina de un ángel y la demoníaca de un demonio.
No obstante, su moral es firme y no se aparta de un camino que él mismo elige: buscar a Dios para ponerle en su sitio, convencido de que debe encontrarle para, quizás, castigarle y emendar esa dejación de deberes. Le buscará por todo EEUU junto a una ex novia, Tulip, y Cassidy, un vampiro alcohólico más aficionado a emborracharse que a beber sangre. En paralelo a la búsqueda aparece el Santo de los Asesinos, un ángel exterminador que acosará a Custer una y otra vez y que se convierte en la némesis no terrenal del trío. Obedece sólo a Dios, a nadie más.
Pero la lista de rivales y problemas creados por Ennis y Dillion incluyó también asesinos en serie terrenales, una sociedad secreta que protege el linaje de Jesús y conspira para gobernar el mundo (el Grial), ángeles caídos que buscan el poder de Custer para sus propios fines… Su poder para hacer obedecer a cualquiera que escuche su voz le permitirá reclutar a más personajes que le acompañarán, como T.C., Caraculo (un chico que tras un fallido intento de suicidio deja su cara como el apodo indica, se convierte en músico de éxito y termina arruinado pero feliz en Texas) y Jody (guardaespaldas de Custer).
La saga se convirtió en un éxito y un referente por su novedad: narración episódica, humor negro y en ocasiones dosis de ultraviolencia que parecen emanar del cruce entre Tarantino y una comedia de universitarios, el trasfondo propio de un western (y no sólo por las alusiones a Texas, sino porque a Custer se le aparece varias veces John Wayne para aconsejarle), las referencias continuas a cómo era América en los 90 y un sin fin de personajes secundarios que dan brillo a una saga que en un lustro pasó a ser una gran obra del género. Curiosamente la disección de Ennis y Dillion (irlandés y británico) llamó mucho la atención porque ninguno de los dos era norteamericano, pero supieron reflejar rasgos identitarios que ayudaron a que la obra fuera un pequeño fenómeno de culto y de ventas en la segunda mitad de los 90. Era una forma de enfocar al propio país de lo más original.
Una de sus constantes más llamativas es que fue creado en paralelo al auge de la leyenda urbana sobre el Grial: el Santo Grial en realidad haría referencia a la “sangre real” del linaje surgido del matrimonio entre Jesús de Nazareth y María Magdalena, que para mucha gente es incluso más creíble que la versión oficial, una variación que ha tenido amplia repercusión y que fue extensamente usada por Ennis a la hora de crear la historia. La orden del Grial que supuestamente protege ese legado en realidad es un contubernio fracasado, ya que durante siglos han obligado a los descendientes a tener relaciones entre ellos y dado origen a un linaje incestuoso con graves deficiencias que termina en un único niño final, superviviente en los tiempos en los que aparece Custer.