Tras el éxito de la temporada 2012-2013, Tricicle regresa a Madrid (Teatro Compac Gran Vía) con ‘Bits’ coincidiendo con su 35º aniversario como formación, más allá de la comedia, puro teatro.

En este espectáculo los integrantes de Tricicle (Joan Gràcia, Paco Mir, Carles Sans) se convierten en BITS (unidades mínimas de información binaria) y como tales, a golpe de ratón saltan de sketch, de tema, de decorado, de personajes, de gafas, de sexo e incluso recuperan a viejos conocidos para hacerse un auto-homenaje con el fin de aumentar una pasión enfermiza que les persigue desde hace 35 años: lograr la mayor Densidad de Gags por Minuto Posible (DGMP).

Tricicle celebrará esta historia del 29 de enero al 29 de marzo en el Compac Gran Vía de Madrid, y volverá a sus manías, como la de despedir al público a la entrada del teatro, momento de acercamiento que les convenció de que la comedia hace olvidar las penas y ejercita la musculatura: la de la cara. Ya saben: hacen falta más músculos para reír que para llorar, así que también podrán quemar calorías. Su público abarca todas la edades y condicio- nes, olvidando sus prejuicios en la puerta para “simplemente” pasárselo bien durante la función y pasárselo bien recordándola ya que muchos de los números de Tricicle se han convertido en memoria popular.

Hay mucho que celebrar, porque probablemente son los tres tipos que más horas de risa le han dado a España. Sólo Martes y 13 puede presumir de tener un rinconcito del subconsciente colectivo del país. ¿Recuerdan aquella imitación de “Soy un galán, soy un señor” de Julio Iglesias con los tres disfrazados de payasos? A ése tipo de situaciones inolvidables es a las que nos referimos con Tricicle, que hicieron historia al lanzar el humor gestual a la categoría de arte para masas en los años 80 y 90, marcados a fuego. Y hay que prepararse porque el tiempo pasa: ‘Bits’ puede ser el último espectáculo de creación de Tricicle porque ellos no piensan eternizarse en los escenarios. Hay que tener en cuenta que hay Bits para rato: cada una de sus giras por España dura más de cuatro años y cuenta con un millón de espectadores fieles.

Ellos son Tricicle desde 1979; casi 30 años sin bajarse de los escenarios para interpretar por todo el mundo siete obras teatrales (Manicomic, Exit, Slastic, Terrific, Entretrés, Sit y Garrick) que han sido vistas por millones de personas. Entre montaje y montaje han dejado su huella en otros campos del show business como la televisión, la publicidad, la ópera, el cine o el teatro. Su estilo es consecuencia de una época en la que el humor gestual estaba realmente en alza: Comediants, el gran Jango Edwards o Albert Vidal estaban en boga y ellos lo llevaron a un nuevo nivel.

“La unidad mínima de humor”, según su propia definición, es la base de su técnica dramática. Cualquiera de sus historias está rellena de gags hasta lograr una imposible media de uno cada diez segundos. Sus espectáculos nunca se dan por acabados; siempre están buscando nuevas posibilidades pero eso sí, sin caer en el mal gusto. Humor inteligente, por gestos, pero inteligente.

Como apuntaba Carles Sans en una antigua entrevista, “es más fácil hacer reír con la palabra porque es una herramienta maravillosa, con la que, si sabes jugar con ella, tienes mil posibilidades. Y sin embargo, si prescindes de la palabra te limitas mucho. El gesto, aunque es un lenguaje rico, siempre es subsidiario de la palabra, es más difícil hacer teatro gestual […]. Nosotros empezamos de cero, no hay texto escrito al que agarrarse, y además con la limitación de que no podemos expresarnos con la palabra, así que lo complica todo más. Pero en cada ocasión hemos superado ese miedo y la gente se ha reído. Eso indica que hay gasolina en el depósito”. Y para botón, estos 35 años de ejemplo.