Nueva franquicia de cine basada en la literatura a la vista: ‘Los Jinetes de Dragones de Pern’, porque Hollywood no descansa nunca de sacarle lustre a los colmillos. 

La crisis de creatividad de Hollywood es ya un lugar común en los medios: que si los guionistas han emigrado a la televisión (algo real y evidente), que si las nuevas ideas se topan con la necesidad de las majors (las grandes productoras) de hacer caja porque si no se vienen abajo, que si internet lo está devorando todo y el sector sigue sin darse cuenta de que el futuro del cine pasa por la banda ancha y los microcines domésticos… Steve Soderbergh dejó el cine porque “los productores sólo quieren blockbuster que les llenen los bolsillos, no quieren cine”. Y quizás por eso la vampirización del cómic, de los videojuegos o de la literatura (algo más lógico) se ha convertido en el único leitmotiv de Hollywood.

La última víctima (cheque lustroso mediante) es la saga ‘Los Jinetes de Dragones de Pern’, de Anne McCaffrey, que empezó a publicarse en 1968 con ‘El vuelo del dragón’ y desde entonces se convirtió en un clásico de la literatura fantástica anglosajona que compitió en fama temporalmente con la segunda vida de ‘El Señor de los Anillos’ de Tolkien. En total la serie se compone de una veintena de libros y sus derechos han sido comprados por Warner Bros de cara al futuro. No hay que olvidar que es la productora de Harry Potter y de las adaptaciones de Tolkien, así que en la Warner saben dónde está el negocio. La saga ha generado millones de copias en todo el mundo y ya ha servido de menú para inspirar adaptaciones al cómic e incluso a videojuegos. 

Una de las ilustraciones realizadas para ‘El dragón blanco’, uno de los libros de la saga

El argumento es una mezcla de ciencia-ficción con algunos de los simbolismos y artificios propios de la literatura épica y fantástica: un grupo de guerreros de élite con poderes telepáticos que cabalgan a lomos de unos dragones en el planeta Pern. Tratan de salvarlo de unas esporas mortales procedentes de la órbita de un lugar llamado la Estrella Roja. Desde 2004 es el hijo de la autora, Todd McCaffrey, el que se encarga de alimentar un poco más la saga, tanto con su madre como en solitario. En total 18 novelas y varios libros más de relatos cortos.  Si bien los primeros títulos eran mucho más cercanos al relato fantástico, en los últimos títulos se abren nuevas vías hacia la ciencia-ficción ya que en la saga se pasa de un mundo medieval hacia uno mucho más moderno.

No será la primera vez que la historia sea adaptada. En 1991 apareció ‘Dragonflight’ (El vuelo del dragón), versión en novela gráfica del primer título de la saga; concretamente en tres novelas gráficas publicadas por Eclipse Comics con dibujos de L. Dowling, Fred von Tobel y Cynthia Martin, mientras que el guión correspondía a Brynne Stevens. Pero ha sido en la televisión donde se han hecho otros intentos, pero los derechos han ido saltando de un propietario a otro sin que hayan terminado de concretarse nada (hasta ahora). Precisamente fue Warner Bros la primera en intentarlo en serio, pero su intención de convertir la saga en algo parecido a una serie de presupuesto medio para adolescentes hizo que el equipo creativo renegara. Está por ver si los ejecutivos de la major de Los Ángeles han aprendido la lección o no.