El próximo 4 de diciembre sale a la venta con Astiberri ‘La casa’, nueva novela gráfica de Paco Roca, autor de referencia en el cómic social español y en la viñeta irónica, como demostró en su serie ‘Memorias de un hombre en pijama’.

Fernando Marías, autor de ‘La isla del padre’ y alma fundadora del colectivo ‘Los Hijos de Mary Shelley’, ha definido la obra como “un emocionante último paseo juntos de un padre y un hijo […], el libro que ha permitido a Paco Roca dibujar el Tiempo que se va, o que se fue, o que se irá”. Tendrá 136 páginas y se publicará en formato horizontal, lo más nuevo de Roca desde que publicara la exitosa ‘Los surcos del azar’ con decenas de miles de ejemplares vendidos, una novela gráfica monumental sobre los soldados republicanos españoles que lucharon en la Segunda División Blindada en Francia contra los nazis tras del Desembarco de Normandía.

‘La casa’ es mucho más modesta, ligeramente autobiográfica y centrada de nuevo en el relato social y familiar, muy diferente a las corrientes que suelen dominar el cómic actual (fantasía, sci-fi, acción, serie negra…). El argumento es el de tres hermanos que, después de la muerte del padre, se encuentran con una casa familiar que ya no es su hogar y que deben poner a la venta, lo que les enfrenta a su pasado y sus recuerdos. Un relato que define a esa primera clase media de posguerra que con lo poco de más que logró después de mucho trabajo compró casas para poder vivir mejor, algunas veces segundas residencias que le permitían tener cierta sensación de progreso material, la Arcadia feliz en la que toda una generación se sumergió como solución a la perenne y crónica pobreza estructural de los españoles.

Fotograma de la película ‘Arrugas’, adaptada de su novela gráfica

Roca reconoció tiempo atrás en una entrevista a El País (30 de julio de 2014) que ‘La casa’ tiene “cierta importancia para mi, mis padre pertenecen a esa primera generación de clase media que venía de unas condiciones desfavorables. Mi padre había pasado hambre y toda esta gente, con mucho esfuerzo, consiguió tener una casa y un coche, que era un objeto de lujo, y más tarde una segunda vivienda que se podían permitir con mucha austeridad”. Así pues Roca recupera ese tesón descriptivo del tejido social histórico que ya tuvo en ‘Arrugas’ y más tarde en sus viñetas de ‘Hombre en pijama’ que plasmó también en El País Semanal durante semanas. Un recuerdo del origen de su propia familia y de lo voluble que es todo. Él mismo reconocía en esa entrevista que “lo peor que podía pasar sería convertirme en una marca y perder el porqué de lo que estoy haciendo”.

Voluble como él mismo. Roca pasó de diseñar muebles y hacer publicidad a convertirse en un referente del cómic nacional, en fase de despegue cualitativo y cuantitativo. Todo cambió cuando, después de muchos trabajos de forja y colaboraciones, publicó ‘Arrugas’ en 2007, traducida a varios idiomas, causa de su Premio Nacional del Cómic y base de una película de animación premiada con un Goya al Mejor Guión Adaptado. Algo que a él le resulta todo un privilegio si tenemos en cuenta cómo es el mercado español: pequeño, cuasi marginal hasta hace nada y con un público todavía reducido. Y eso que su universo creativo es muy diferente: quien busque superhéroes o pura fantasía en Roca va más que servido de lo contrario. Una de las mejores muestras de esa forma de ver las cosas fue con su obra ‘El invierno del dibujante’ (Astiberri, 2010), con el que ganó los premios de Mejor Obra y Mejor Guión en el Salón del Cómic, y donde revisaba la vida de la editorial Bruguera con la dictadura franquista como telón de fondo, y con la salida en 1957 de algunos de sus mejores autores, hartos del despotismo y la satrapía empresarial, para crear la revista libre ‘Tío Vivo’, en la que estos profesionales del cómic nacional querían disponer de todo el control creativo de sus personajes, una aventura que acabó en fracaso.

Una muestra más de que el cómic se abre, y debería abrirse, a otras vías y otros temas. Un género que fusiona literatura y pintura como pocas cosas. Roca además es un innovador: le ha dado una vuelta de tuerca al cómic hasta crear el mencionado cómic social, una tendencia en la que le acompaña Miguel Gallardo, con el que desarrolló varios proyectos. Un ejemplo es su amigo y cómplice en ‘Emocional World Tour’, con Gallardo, publicado en Astiberri en 2009 y que es parte de esa herencia de nuevo cómic, una especie de diario surgido a partir de los viajes de Roca y de la maestría, en el mismo campo, de Gallardo, autor de ‘María y yo’ (sobre el autismo infantil). De hecho, la tendencia recibió el espaldarazo final en su persona, pero también en este Salón del Cómic, al mismo nivel que el resurgir del género de terror, puro o mestizo, donde los zombis volvieron a ser la llave que abre muchas puertas después de arrasar en la literatura fantástica en esta primera década del siglo XXI.

Otro ejemplo es su célebre ‘Memorias de un hombre en pijama’ (Astiberri, 2011), a la que siguió ‘Andanzas de un hombre en pijama’, recopilatorio de sus colaboraciones quincenales en la revista El País Semanal, que incluye además una historieta inédita de 12 páginas. Une aquí la comedia con la crítica de la situación actual o de la vida cotidiana como mejor sabe, con el pijama puesto y dibujando. Asume el horizonte perfecto de un cuarentón aniñado: quedarse con el pijama puesto todo el día y en casa para hacer lo que quiera. Pero también hay sitio para la cirugía de la realidad, reivindicativo, que fluye en todo caso sin estridencias: el materialismo, la complicada gestión del tiempo libre, las dudosas artes en el ejercicio del poder con la gestión pública, la creación artística, el negocio de las semillas, la burocracia de grandes corporaciones, los países de segunda mano o el éxito desfilan por las viñetas.

Breve biografía de Paco Roca

Nacido en Valencia en 1969, Roca es un versátil autor de cómic e ilustración. Comenzó a realizar trabajos de publicidad y acabó montando un estudio de ilustración en su ciudad natal. Pronto empezaría a compaginar los trabajos con los que se ganaba el sustento con la creación de relatos de cómic. En Astiberri, tiene ocho obras editadas: ‘El Faro’, ‘Arrugas’ –por la que recibió el Premio Nacional del Cómic en 2008 y el Goya al mejor guión en 2012 de la versión al cine dirigida por Ignacio Ferreras, que también se llevó la estatuilla a la mejor película de animación–, ‘Las calles de arena’, ‘Emotional World Tour’, ‘El invierno del dibujante’, obra merecedora de los premios al mejor guión y mejor obra en el Salón del Cómic de Barcelona 2011, ‘Memorias de un hombre en pijama’, nominada a mejor obra nacional en la edición de 2012 de la citada feria de Barcelona.

Después de ilustrar ‘La metamorfosis’, de Franz Kafka, en la colección Clásicos Ilustrados de Astiberri, le dio forma definitiva a ‘El juego lúgubre’, uno de sus cómics primerizos. Con ‘Los surcos del azar’, un soberbio ejercicio de memoria histórica, que vio la luz la Navidad de 2013, ha logrado hacerse de nuevo con el favor de los lectores y la crítica, al ganar, entre otros, el premio Zona Cómic y el de mejor obra nacional del Salón del Cómic de Barcelona 2014.